El fiscalizador del medio ambiente formuló en octubre pasado cargos contra la minera de los grupos Von Appen y Angelini. De ser ratificados, arriesgan hasta la revocación de los permisos.
Jorge Pedrals al salir de las oficinas de la Superintendencia.
Según la formulación de cargos presentada por el organismo dirigido por Juan Carlos Monckeberg, la minera de carbón incumplió nueve compromisos adquiridos en su Resolución de Calificación Ambiental (RCA).
Entre las falencias detectadas por la Superintendencia está que las piscinas de decantación que tratan las aguas que se generan en el rajo "no están cumpliendo su objetivo de abatir los sólidos". También, la SMA sostiene que la empresa omitió la entrega de informes, tanto de monitoreo de aguas como el de plan seguimiento ambiental.
Los cargos formulados se clasifican como leves y graves. Por ley, los cargos leves pueden ser una amonestación por escrito o multa hasta 1.000 Unidades Tributarias Anuales (UTA). En tanto, los cargos graves pueden ser objeto de la revocación de una RCA, clausura o multa de hasta 5.000 Unidades Tributarias Anuales (UTA), unos US$ 5 millones.
El 28 de noviembre pasado, la compañía entregó sus descargos por escrito ante la superintendencia y ayer se cumplió el proceso de declaración.
Jorge Pedrals comentó que "se están cumpliendo las etapas establecidas en el proceso. En esta citación de la Superintendencia, Mina Invierno entregó declaraciones que son un complemento a los descargos ya presentados".
Añadió que "Mina Invierno ha entregado toda la información a la autoridad dentro de los plazos solicitados, explicando además que ninguna de las eventuales faltas indicadas por la Superintendencia del Medio Ambiente ha ocasionado daño medioambiental de ningún tipo, siendo la mayoría de ellas temas de carácter administrativo".
Finalizó comentando que la mina está operando con normalidad y, de hecho, recientemente se cumplió un hito al superar las dos millones de toneladas de producción.
