Estudio del Centro de Microdatos de la U. de Chile revela que la mayoría de los adultos no comprenden lo que leen y que sus capacidades para usar información están en torno al analfabetismo funcional.
El informe, elaborado por Centro de Microdatos de la Universidad de Chile con el apoyo del organismo técnico de capacitación de la Cámara Chilena de la Construcción, reveló que el 44% de la población adulta no comprende lo que lee.
Pero además el 42% es incapaz de utilizar información contenida en documentos tales como cuadros, mapas, gráficos o índices; mientras que un 51% no puede aplicar operaciones aritméticas incorporadas en materiales impresos, como los cálculos requeridos para llenar formularios de depósito o estimar tiempos a partir de horarios.
Para llegar a estos resultados, a una muestra representativa de la población (en este caso, 3.500 individuos) se le aplica una batería de pruebas que no tienen límite de tiempo para ser respondidas.
Parten con preguntas básicas como leer la información de un remedio para saber cuántos días se puede tomar. Si supera esa etapa, vienen ejercicios más complejos que exigen inferir respuestas elaboradas a partir de un texto (por ejemplo, una cartilla para postular a un empleo), deducir el año en que hubo menos accidentes mirando un gráfico o calcular las calorías en una porción de alimento a partir de su información nutricional.
Al tabular las respuestas, en promedio los chilenos logran 230 puntos en comprensión lectora; 226 en inferir información a partir de documentos y 219 al usar operaciones matemáticas. La prueba tiene un máximo de 500 puntos y el nivel 1, de analfabetismo funcional, va entre 0 y 225 puntos.
Reorientar la capacitación
Desde la Cámara Chilena de la Construcción, Leonardo Daneri, explicó que los resultados demuestran la necesidad de reorientar la capacitación. "Lo que más nos preocupa a los empresarios de la construcción es cómo estamos transmitiendo la capacitación en seguridad, ya que si los trabajadores no están entendiendo las cartillas e instructivos que se están entregando, hay riesgos y un drama tremendo. Y será más difícil llegar a nuestra meta de cero accidentes".
David Bravo: "Estos resultados son chocantes, frustrantes"El director del Centro de Microdatos de la U. de Chile, David Bravo, admite que era razonable proyectar mejores resultados no sólo porque en estos últimos 15 años el país ha vivido un proceso de avance económico y social, sino además porque ingresaron a la muestra una generación joven con mayor nivel de educación y salieron aquellos de mayor edad, donde hay un más alto porcentaje que no concluyó sus estudios.
-¿Cómo evalúa estos resultados?
-Esperábamos ver algún avance, aunque fuera lento, pero estos resultados son chocantes, frustrantes. La foto es prácticamente la misma que en 1998 y en ese momento, quienes lograron los máximos niveles de competencia con poco más de 300 puntos, comparativamente estuvieron al nivel de un ciudadano promedio de Suecia o Noruega. Eso probablemente tampoco ha cambiado. Es duro ver que aunque las brechas de ingreso per cápita pueden ir cerrándose, con las competencias no pase lo mismo.
-¿Porqué no se ven avances?
-Hay múltiples causas, pero probablemente las acciones que se tomaron no fueron adecuadas porque no vemos cambios. No se han evaluado seriamente los resultados de los programas de nivelación de estudios. Ha habido muchas propuestas e ideas sobre cómo mejorar la capacitación, pero se han tomado pocas decisiones. Y lo que sabemos es que la capacitación en pocas horas (10-15 horas) no logra impacto.
- ¿A la prioridad en calidad de educación habría que agregar la capacitación?
-Absolutamente. En el debate público se ha instalado correctamente la necesidad de avanzar en educación preescolar y escolar, también en la superior. Pero eso ha opacado la necesidad de atender las tremendas deficiencias de quienes ya no están en la escuela o en la educación superior. No es algo que podamos postergar. Este estudio revela una verdad incómoda: se trata de las personas que van a estar en la fuerza de trabajo durante los próximos 30 años. Y cualquier política que se implemente, que es algo urgente y necesario, es difícil que veamos sus frutos hasta los próximos 15 años. Ojala tomemos este desafío en serio.