El presidente de la Asociación de AFP, Guillermo Arthur, refrendó enfáticamente las opiniones del presidente de la Asociación de Seguridad (AChS), Fernán Gazmuri, quien se mostró abierto a la creación de una AFP estatal. Durante su intervención en un seminario organizado por la AChS, Gazmuri planteó que "el sistema que tenemos es bueno, pero se puede perfeccionar y dentro de ese perfeccionamiento a mí no me molesta para nada que exista una AFP estatal, una AFP estatal es una alternativa que valida el sistema y no tengo inconveniente con eso".

Sus palabras retumbaron fuerte en México, donde está Arthur en su calidad de presidente de la Federación Internacional de Administradores de Fondos de Pensiones. "No puedo entender que haya un dirigente empresarial que sugiera devolver al Estado una responsabilidad en la que fracasó rotundamente", señaló.

-¿No está de acuerdo con Gazmuri en el sentido de que una AFP estatal validaría el sistema?

-Estoy completamente en desacuerdo. Me extraña que diga que no tiene problemas con una AFP estatal, porque el sistema de pensiones sí tiene problemas con una AFP estatal. Todo el mundo tiene muy claro el diagnóstico de los desafíos que enfrenta el sistema, que están dados por un cambio muy radical en los últimos 30 años en términos de mayores expectativas de vida, crecimiento sostenido de las remuneraciones y baja de las tasas de interés que, si bien son muy buenas noticias, impactan negativamente el monto de las pensiones.

Le preguntaría a Fernán Gazmuri cuál de esas cosas corrige una AFP estatal. Una AFP estatal no corrige ninguno de los problemas que le acabo de mencionar. Y por el contrario, si ha habido una materia en la cual se ha cumplido a cabalidad con los trabajadores es en las inversiones y la rentabilidad, porque el único propósito de una administradora de fondos de pensiones es obtener la mayor rentabilidad y seguridad para los fondos. ¿Eso se va a dar con una AFP estatal? El Estado tiene otras prioridades y urgencias que financiar; no creo que deba entrar a administrar recursos que han sido bien administrados por los privados.

-¿Le sorprendieron sus palabras?

-Me extraña que salgan de un dirigente empresarial y de quien preside una mutual de seguridad que fue una de las primeras experiencias de administración privada en seguridad social. El sabe por qué hubo administración privada: porque los privados administran mejor. No entiendo a dónde va con esa declaración.

-¿Cree que una AFP estatal sería dañina para el sistema?

-Es completamente innecesaria. El diagnóstico es claro: en promedio las mujeres cotizan 15 años para financiar 30 años. Los hombres cotizan en promedio 20 años para financiar 21. Ese es el problema al que estamos abocados y no veo en qué lo pueda solucionar la AFP estatal.

-Pero una cosa es que sea innecesaria, y otra, que sea dañina...

-Cuando hay un diagnóstico claro y la solución no es la que corresponde, se van a frustrar las expectativas. En primer lugar, por qué se les va a decir a los trabajadores chilenos que se creará una AFP estatal para mejorar las pensiones cuando no las va a mejorar. Y en segundo lugar, el rol fiduciario que tienen las AFP básicamente consiste en obtener la mayor rentabilidad y seguridad posible para los fondos y que ellos nunca se inviertan con un criterio distinto. En el Estado, ¿eso se va a dar o van a empezar las presiones para invertir en distintas áreas que tienen un interés para el sector público, pero que no son la mejor inversión para los trabajadores?

-¿Usted habló con él?

-No, yo estoy en México. Me enteré ayer. El no me llamó para hacer sus declaraciones y yo no tengo por qué llamarlo para hacer las mías. Ya tendré oportunidad de hablar con él.

 A 40 años del golpe: "Muchos fuimos responsables del clima de polarización"

-Usted fue ministro del Trabajo durante el gobierno de Pinochet: ¿Está por pedir perdón?

-La historia es larga y hay que ver causas, efectos y de qué manera muchas personas fuimos responsables del clima de polarización que se vivió. De manera que tratar de focalizar solamente en algunos toda la culpabilidad, no me parece. Ahora, de las violaciones a los derechos humanos, no me hago responsable y las condeno enérgicamente, pero no estoy de acuerdo con reconocer una superioridad moral de un sector por sobre otro.