Economía
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Negocio de película: Los números que explican el auge de la industria del cine

El mercado crece a una tasa del 10% anual y en 2012 la taquilla ya alcanzó a 20,1 millones de espectadores. Tres cadenas de multisalas -Hoyts, Cinemark y Cineplanet- concentran más del 90% del mercado. Las grandes distribuidoras, llamadas majors, traen al país unas 96 películas, de 120 que se estrenan como promedio al año.  

por:  Hugo Traslaviña
sábado, 18 de mayo de 2013
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El negocio se está poniendo de película para las grandes cadenas de cine en Chile. El mercado crece año a año a una tasa superior al 10% y en 2012 la taquilla alcanzó a 20,1 millones de espectadores, 16,18% más que el año anterior. Así y todo, el mercado local sigue siendo pequeño en comparación con el de Estados Unidos, Canadá, Francia, España y otros países europeos, medido por la tasa per cápita de ida al cine.

Mientras en Norteamérica y Europa la tasa oscila entre 2 y 4 veces de asistencia al cine por habitante al año, la de Chile es de apenas una vez, por lo que el potencial de crecimiento es importante. Y eso, pese a que según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el cine ya es lejos el medio cultural que más público atrae en Chile, con casi el 74% de asistencia a espectáculos de este tipo en 2011. Le siguen muy de lejos los conciertos de música popular (10,9%) y funciones de teatro (4,2%).

Un informe reciente de la Cámara de Exhibidores en Multisalas señaló que el público que actualmente va al cine en forma habitual es solamente el 34,9% de la población y existe un 62,2% que podría asistir , aunque sea en forma esporádica, especialmente en el grupo de personas de más de 30 años, de los sectores socioeconómicos C2, C3 y D. Hoy, el sector más proclive al cine es el de altos ingresos, con el 72,7%, según otro estudio de esta misma asociación gremial.

Industria concentrada

Además, y como ocurre en otros ámbitos económicos, en Chile la oferta está concentrada en sólo tres cadenas de multisalas: Hoyts, Cinemark y Cineplanet.

Según cifras estimadas por la entidad especializada Rentrak, las multisalas Hoyts, Cinemark y Cineplanet concentran el 48, 36 y 12% del mercado, respectivamen te. El 4% restante se lo disputan empresas de menor tamaño, repartidas a lo largo del país.

El año pasado Cinemundo (del grupo Chilefilms) concretó la compra de la cadena Hoyts y se convirtió en la cadena más grande del país, con 146 salas y 30.453 butacas. Cinemark contaba con 101 salas y 22.304 butacas; y Cineplanet, con 45 salas y 10.382 asientos.

A su vez, las grandes distribuidoras de películas son las representantes en Chile de las mayores compañías productoras del mundo, con base en Estados Unidos. Esto es, Warner-Fox, Andes Films (Sony y Disney) y UIP (Paramount y Universal). Estas son las llamadas distribuidoras majors, que traen al país unas 96 películas, de 120 que se estrenan al año, en promedio. Las 24 restantes se las pelean las llamadas distribuidoras independientes, entre éstas, BF Distribution, Diamond, Arcadia y CDI.

Por lo general, "estas últimas tienen más espacio para ofrecer películas del tipo up scale (de categoría más elevada en contenido) que las distribuidoras majors y se atreven incluso a ofrecer títulos menos taquilleros, como es el caso de "Efectos colaterales" (del director Steven Soderbergh), sostiene María Loreto González, ejecutiva de Diamond. También están las películas de cine arte, que se ofrecen en cinetecas, y algunas salas independientes como El Biógrafo, Cine Arte Alameda y Normandie, en Santiago.

Dentro de la jerga del negocio, estas últimas son salas de nicho, para un público menos masivo pero exigente, de sólo algunos centenares de personas por estreno. Al frente de éstas están las grandes cadenas que copan la cartelera con películas de acción, del tipo "Iron man 3", en más de 100 salas, a lo largo del país. A un promedio de $ 3.000 por entrada, esta película llevaba recaudado US$ 5 millones en sus tres primeras semanas en la cartelera local.

Según las normas del negocio que se aplican en Chile, las ganancias por ventas de entradas se reparten entre las compañías distribuidoras y las salas de cine, de manera decreciente para aquéllas. En la primera semana la compañía distribuidora se lleva el 55%; en la segunda baja al 50% y sucesivamente va disminuyendo en 5 puntos porcentuales por cada semana que pasa. "Esto con el propósito de ofrecer un estímulo a las salas para que mantengan las películas en cartelera", explica Francisca Salinas, gerente de Programación de BF Distribution.

Selección de los títulos

Obviamente, las películas más rentables son las que traen al país las distribuidoras majors y la decisión no la toman sus representantes locales. Forman parte de una programación que se hace en Estados Unidos, teniendo como mercado a gran parte del mundo. En cambio, las distribuidoras de menor tamaño (donde participan capitales nacionales y extranjeros) tienen que salir a "vitrinear" en los festivales de cine internacionales y en los medios especializados de la industria. La selección de los títulos que traen al país la realizan los altos ejecutivos de las distribuidoras, con apoyo de expertos en marketing y, en algunos casos, con la colaboración de periodistas especializados en cine.

Para bajar los costos correspondientes a los derechos de cada película, las distribuidoras independientes también traen copias de segunda mano (de 35 milímetros), que ya se han pasado en otros países. Pero este recurso tendría sus días contados, a medida que avanza el reemplazo del celuloide por películas 100% digitales, que se pueden bajar de un gran servidor computacional en el exterior, sin necesidad de trasladar físicamente las copias.

"El tiempo que una película se mantiene en cartelera depende única y exclusivamente de la cantidad de espectadores", señala Francisca Salinas. Con este propósito los cines realizan un arqueo cada lunes y toman la decisión de mantenerla o sacarla, al jueves siguiente. Pero esto también es flexible, aclara la ejecutiva, "porque si esa semana no hay un estreno en carpeta, la película con bajo nivel de público se mantiene hasta que aparezca la cinta de reemplazo". Así y todo, la exhibición en salas de cines goza de una reserva por parte de los productores de las películas por un lapso de tres a seis meses, antes de que éstas sean reproducidas en DVD (u otros medios digitales) o se vayan a la televisión por cable. En el último lugar de las preferencias de exhibición está la televisión abierta.

En septiembre abre megacine en Ñuñoa

En el caso de las cadenas de multisalas, los menores ingresos son compensados con las ganancias que provienen de otras más taquilleras en exhibición, de tal modo que pocas veces hay resultados en rojo.

Compensaciones de este tipo son las que han alentado a invertir en grandes complejos de multisalas, por lo general, instalados en centros comerciales (malls). "La sola habilitación de una sala digital cuesta unos US$ 80.000", aclara Francisca Salinas.

Analistas señalan que tanto las distribuidoras grandes como las cadenas de multisalas tienen una rentabilidad superior al 15% del capital invertido, lo cual explica por qué éstas últimas tienen en carpeta la apertura de nuevos complejos de cines en el país.

En lista de espera está la sala que se abrirán en el centro comercial de Plaza Egaña. En este último -que partirá en septiembre- se instalará una sala con tecnología Imax, que captura la imagen en una pantalla cóncava, de 23 metros de largo, donde la película se exhibe con la ayuda de dos proyectores. La sala tendrá capacidad para 500 butacas.

Claves del éxito

Es un hecho que el séptimo arte goza de buena salud, a pesar de que sus cercanos competidores, la televisión, los DVD (sean éstos legítimos o pirateados) y los sitios web especializados en ofrecer películas y videos, tratan de robarle protagonismo. Según el presidente de la Cámara de Exhibidores en Multisalas de Chile (AG), Francisco Schlotterbeck, la clave del éxito para el cine sigue siendo la pantalla grande y la calidad de la imagen, con sonido incluido. "El cine es una experiencia que se vive intensamente y solo es posible vivirla dentro de una sala de cine", precisa el también gerente general de la cadena Hoyts.

Otra clave es el tipo de películas seleccionadas. En el caso de Chile, las más taquilleras corresponden al género infantil y luego, las de acción y las comedias.

El año pasado, la torta de 20 millones de espectadores dejó a las empresas US$123 millones. Para este año la industria espera un crecimiento del 10% y hacia el 2015 estima que la taquilla superará los 25 millones de personas.

La participación de las multisalas en la torta de ganancias aumenta con sus ventas paralelas de palomitas, bebidas, alimentos, golosinas y souvenirs que ofrecen al público cautivo que ingresa a las salas. En algunos casos, estos ingresos paralelos representan el 40% de los flujos.

Industria local expectante

La industria del cine local también vive momentos expectantes. De hecho, 2012 fue un año excepcional porque se estrenaron 23 películas y se registró un récord de asistencia, de 2,5 millones de espectadores. Esto sí, con un sesgo inesperado provocado por la exhibición de "Stefan vs. Kramer", película que por sí sola aportó el 84% de la taquilla y un ingreso bruto de $5.730 millones.

 Adiós a los rollos

A fin de mes los cines Hoyts migrarán definitivamente del celuloide (35 milímetros) a la tecnología DCP (Digital Cinema Package), que elimina el soporte físico (los rollos de películas) y lo reemplaza por un sistema en que cada sala de cine bajará de un gran servidor computacional su copia respectiva, en los días y horarios contratados. La señal viajará vía satélite y será bajada en cada sala con una antena parabólica y la ayuda de un decodificador, diseñado especialmente para esta tecnología.

Sin embargo, en opinión de los expertos, nada hasta ahora es comparable en calidad de imagen al celuloide, pero la tecnología DCP es la que más se acerca a ella y la diferencia al ojo humano sería casi imperceptible.

Desconcentración de Hoyts

La Fiscalía Nacional Económica (FNE) intentó frenar el año pasado la alta concentración del mercado conseguida por Chile Films con la compra de la cadena Hoyts. Luego de varios meses de alegatos en Tribunales, el 15 de enero el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia acogió un acuerdo conciliatorio entre aquélla y los representantes de Hoyts.

Si bien la FNE consideró que Chile Films estaba incurriendo en concentración horizontal en este mercado, al final cedió. En el acto conciliatorio dispuso que la cadena Hoyts enajenara cualquiera de las multisalas que mantiene en los malls Paseo Arauco Estación y Plaza Alameda (comuna de Estación Central) y que desistiera de invertir en un nuevo complejo de multisalas en el mall Muelle Barón, en Valparaíso, si éste llegara a concretarse.

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