Economía
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Cómo el "paro colación" de Angamos se convirtió en un conflicto nacional que tiene en jaque a los exportadores

"La Segunda" reconstruyó el camino que gestó y permitió la expansión del movimiento, sin que nadie lo detuviera.

por:  La Segunda / Erick Rojas y José Tomás Santa María
viernes, 05 de abril de 2013
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Muchos se han preguntado en estos días cómo un conflicto que comenzó por una diferencia sobre la hora de colación en el Puerto Angamos de Mejillones terminó -20 días después- paralizando una decena de puertos del país y afectando a miles de exportadores y agricultores. ¿Cómo un tema puntual, en una empresa específica, terminó generando una crisis de esta magnitud y que incluso, según calculan economistas podría afectar en hasta un punto el crecimiento del país en abril?

"La Segunda" reconstruyó cómo se gestó y cómo se expandió sin que nadie lo detuviera este "paro colación".

Hay antecedentes históricos. Desde los años '80 los trabajadores portuarios laboran en tres turnos de 7,5 horas continuadas: de 8:00 a 15:30, de 15:30 a 23:00 y de 23:00 a 6:30 horas. Esto, según dice la ley, por la necesidad de que los puertos presten servicios "permanentemente".

A partir de las reformas laborales de 2005, se levantaron voces que decían que los trabajadores portuarios debían tener hora de colación, asunto que no había sido zanjado por la Dirección del Trabajo, hasta el pasado 22 de marzo.

11 Marzo
Un grupo de trabajadores del Sindicato N° 2 de Ultraport -empresa propiedad de la familia Von Appen, que administra el puerto Angamos-, liderados por Enrique Solar y Richard Orellana, llamaron a sus trabajadores a tomarse media hora de almuerzo. En los puertos de Iquique y Antofagasta comenzó a suceder lo mismo.

Días antes Ultraport había llegado a un acuerdo con una de las federaciones nacionales de trabajadores portuarios, Cotraporchi, de la que forman parte tres de los cinco sindicatos de la empresa, en la que establecen un incremento de la remuneración por la media hora de colación, de $3.200, aplicable a todos los trabajadores.

El Sindicato N° 2 -que no forma parte de Cotraporchi, sino que de otra federación nacional, Unión Portuaria- no estuvo de acuerdo, pues sintió que no fue considerado en la negociación y decidió tomarse la media hora para almorzar.

El problema de fondo, dicen en la empresa, estuvo en que estos trabajadores se tomaron la media hora de colación sin reponerla al final de la jornada: estaban trabajando 7 horas y no las 7,5 horas que corresponden.

Según la compañía, unos días después los trabajadores comenzaron a tomarse hasta una hora de colación.

16 de marzo
Ultraport envía una carta a los trabajadores del sindicato señalándoles que su determinación de tomar media hora o una hora de colación, sin recompensarla al final de la jornada, es ilegal y que por lo tanto les serán descontadas.

A raíz de esto, ese día sábado 16 de marzo, a las 15:30 horas, comienza el paro y ningún barco más zarpó desde Mejillones. La situación se torna violenta cuando la empresa intenta ingresar personal que sí quería trabajar -los otros cuatro sindicatos de la compañía no están de acuerdo con el paro-, los cuales son amenazados.

El 19 de marzo hay una protesta, hay catorce detenidos y el dirigente Enrique Solar es herido.

22 Marzo
Ocurren las primeras reuniones en la Intendencia: participan, además del intendente Pablo Toloza, el seremi del Trabajo, Pablo García; el gerente de Ultraport Antofagasta, Francisco Gómez, y representantes de todos los sindicatos de la empresa. Se genera una discusión en la que los representantes del Sindicato N° 2 exigen la salida de los otros sindicatos.

En un primer acuerdo, la intendencia solicita a los trabajadores que le permitan a los empleados que sí quieren trabajar, ingresar al puerto. Esta petición es aceptada por el sindicato N°2, sin embargo, nunca se materializa.

Por esos días la empresa escucha, por primera vez, el petitorio del sindicato. En cuanto al monto a pagar por la media hora de colación, si bien en un principio habían hablado de una exigencia de $4 mil bruto, tras unos minutos de deliberación, el sindicato sorprendió a la mesa al solicitar una compensación de $6 mil. "Las peticiones fueron sufriendo varias mutaciones", dicen quienes han participado de las negociaciones.

La Dirección del Trabajo emite el esperado dictamen que aclara la situación de los empleados portuarios. Señala que "los trabajadores portuarios sea que se trate de permanentes o eventuales tienen derecho a que su jornada diaria se interrumpa por un lapso de a lo menos media hora para la colación, período éste que no se considerará trabajado para los efectos de enterar la duración de su jornada diaria. Sin perjuicio, las partes podrán convenir que se impute a la jornada en virtud del principio de autonomía de la voluntad".

Según el seremi García, este dictamen "vino a zanjar un derecho que a los trabajadores portuarios se les había negado hasta ahora". Explica que el texto permite a los trabajadores tomar a lo menos media hora de colación, siempre y cuando la repongan al final de la jornada y así cumplir con las 7,5 horas. El dictamen también da espacio para que empleador y empleado lleguen a acuerdo para que reciban una compensación económica a cambio de trabajar todo el turno de corrido, dejando la colación para el final de la jornada laboral.

Ya para esta fecha, y para solidarizar con Angamos, otros puertos comienzan a unirse al paro: lo hacen Antofagasta, Iquique, San Antonio y los de la Región del Biobío, todos los cuales, junto al Sindicato N° 2 de Angamos, forman parte de la Unión Portuaria, que encabeza el dirigente de San Antonio, Sergio Vargas. Esta organización es rival de la Cotraporchi, que dirige Sergio Baeza, de la que forman parte Valparaíso, Arica y Coquimbo, entre otras, las cuales han estado por rechazar el paro.

"No estamos dispuestos a aceptar que sigan trabajando en condiciones indignas, sin poder comer ni ir al baño", subraya el dirigente Jorge Bustos, de Valparaíso, al explicar el apoyo a sus pares de Angamos.

Pero Juan Alcayaga, presidente del Sindicato N° 1 Contratados de Angamos -que junto a otros tres sindicatos llegó a acuerdo con la empresa-, señala que la nacionalización del conflicto tiene que ver con un "aprovechamiento de la oportunidad para plantear problemas particulares".

De hecho, los dirigentes de los otros puertos paralizados reconocen que han hecho sus propios petitorios y que seguirán negociando, aunque se llegue acuerdo antes en Mejillones.

25 Marzo
La empresa se vuelve a reunir con el Sindicato N° 2, siempre con la mediación del seremi García. Los trabajadores bajan a $4 mil su exigencia por la colación.

A esas alturas, eso sí, su petitorio incluía otros puntos: que se habilitara un lugar especial para almorzar; que se dejaran sin efecto los recursos de protección presentados contra los dirigentes y que se recontratara a dos dirigentes de los empleados eventuales -Rodríguez y Portales-, que habían dejado de ser contratados por la empresa cinco meses atrás. Los empleados eventuales son aquellos que son contratados para un solo turno y finiquitados al final de éste.

26 de marzo
Llega a Mejillones el subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda, con el objetivo de acercar las posiciones entre la empresa y trabajadores. En ese entonces la empresa ya había accedido a levantar un lugar especial para la colación, espacio que, según la empresa, estaría habilitado desde el lunes 1 de abril.

28 de marzo
En ese momento las reuniones eran diarias, y en ella también participaban los dirigentes nacionales, como Sergio Vargas, de Unión Portuaria. Diversas fuentes que participaron de aquellas negociaciones recuerdan que, el jueves 28 de marzo, Baranda convenció a Vargas de deponer la toma en San Antonio, el puerto más grande del país. De hecho, ese día el senador Francisco Chahuán publicó en twitter: "Puerto de San Antonio vuelve a las labores al segundo turno. Resuelto el conflicto en Mejillones. Felicitaciones a Bruno Baranda!". No obstante, Vargas aún no compartía este hecho con las bases, y al llegar a San Antonio, se encontró con el rechazo de sus trabajadores. El parlamentario borró el comentario de su cuenta de twitter.

1 de abril
Pasada la fiesta de Pascua, el conflicto en Angamos era un detalle comparado con la situación a nivel nacional. Estaban paralizados Iquique, Antofagasta, San Antonio, Talcahuano, Lirquén, Coronel y Penco. El caso de San Antonio era el que más preocupaba a los exportadores de fruta, cuyos productos perecibles estaban "secuestrados" en los containers al interior de los puertos, sin poder viajar a sus destinos.

El problema se hacía aún más grave porque en el puerto de Valparaíso -única posibilidad que quedaba para embarcar mercadería- se agotaron las bolsas microperforadas, requisito para trasportar la fruta a Estados Unidos. Los fruteros comenzaron a presentar querellas contra quienes resultaran responsables, y llegaron a solicitar al Gobierno que se aplicara la Ley de Seguridad Interior del Estado, opción que fue rechazada por la autoridad.

3 de abril
Los gremios agrícolas -Asoex y Fedefruta- criticaron al Gobierno por no dimensionar la magnitud que podía tomar este conflicto, y aseguraron que las pérdidas ya alcanzaban los US$ 400 millones. A las quejas se unen con fuerza productores de cobre y celulosa. Fedefruta advierte que ante la imposibilidad de seguir guardando productos en las centrales de embalaje y frigoríficos, es necesario detener de forma transitoria la cosecha.

Durante esta semana, además, cada sindicato, de cada puerto comenzó a realizar su propio pliego de peticiones, siempre considerando el tema de la colación, que cruza toda la industria. "Hoy, cada sindicato hace su propia exigencia. Hay quienes dicen que no quieren plata, sino un lugar para poder almorzar y otros al revés", dice una persona que ha participado de las negociaciones.

En la Subsecretaría del Interior, a cargo de Rodrigo Ubilla, se ha instalado la base de control donde, junto a Baranda, se negocia y se trata de acercar posiciones con cada sindicato.

4 Abril
La empresa Ultraport envía un comunicado en el cual asegura que, "a petición expresa y por razones de bien superior manifestadas por las autoridades", decidieron acoger todas las exigencias del Sindicato N° 2; sin embargo, éstas fueron rechazadas.

Tras reuniones diarias de más de una hora, la empresa aceptó, primero, bajar las acciones legales, y segundo, reincorporar a Rodríguez y Portales. Con respecto al monto equivalente a la hora de colación aún hay diferencias. Ayer la empresa ofreció constituir una mesa de trabajo que tuviera como garante al ministerio del Trabajo y que tuviera como objetivo "establecer el valor diario a pagar por el concepto de asignación de colación... (el que) deberá determinarse entre un valor piso de $ 3.200 y $ 4.000 líquidos", en un plazo máximo de una semana. Durante la tarde de ayer esta propuesta también fue rechazada por el Sindicato N° 2.

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