"Chile conectado" es el nombre de la iniciativa que permite conectar con una sola antena hasta 600 casas de los lugares donde el robo de cables impide a los vecinos tener servicio de internet.
Jonathan Sandoval y Francisco Pailamilla, los creadores de "Chile conectado" junto a la primera antena instalada.
Foto SEBASTIÁN SILVA.
No superan los 22 años y ya tienen un proyecto que ha ganado dos premios y hay empresas de telecomunicaciones interesadas en comprarlo. Se trata de un nuevo sistema que busca llevar internet a las denominadas "zonas rojas", aquellos puntos de Santiago donde las compañías no llegan con internet por el problema del robo de cables.
Francisco Pailamilla y Jonathan Sandoval se conocieron mientras estudiaban técnico en electrónica en la Escuela Industrial Las Nieves, de Puente Alto. La idea de emprender surgió porque donde vive Francisco, la Villa El Comercio de la misma comuna, no llega internet. Ya en 2006 trató de contratar el servicio y cotizó con las empresas y la respuesta fue la misma: no llegamos porque ahí roban los cables.
Así encontró que la única solución era la tecnología inalámbrica para poder conectarse y creó "Chile Comunicado", un emprendimiento que lleva internet a estas zonas.
Para que ninguna casa se "cuelgue"...
¿Cómo funciona? Actualmente en la casa de Francisco está instalado el prototipo del proyecto: una antena emisora que dará internet al resto del pasaje, junto con un servidor central para controlar el sistema.
La antena está conectada a un cable de fibra óptica que provee internet y de ahí se propaga al resto de las casas que quieran conectarse de manera inalámbrica, ya que cada una de ellas contratará el servicio y se le instalará una antena receptora. Esta recibirá la señal y entregará internet de dos maneras: a través de un cable que se enchufe al computador o conectado a un router que proveerá internet hasta para cinco computadores.
La antena "mayor" que entrega internet tiene capacidad para dar conexión hasta a 600 hogares.
Francisco cuenta que la conexión a la fibra óptica tiene un valor de $350.000 mensuales que por ahora financian con uno de los fondos que se ganaron en un concurso del BBVA, pero se solventará cuando puedan tener clientes.
"Esto se hacía antes, pero no lo hacían de manera legal porque es un trámite largo de alrededor de seis meses. Entonces después llegaba la Subtel y les ponía una multa", explica Francisco. Para evitar esto, "Chile conectado" será la encargada de obtener los permisos y ofrecer el servicio.
Para que ninguna casa no autorizada se "cuelgue" a este sistema, hay distintas barreras de seguridad: cada casa que contrate el servicio tendrá un número propio registrado en el servidor, que deberá ser de la misma marca de la antena receptora y además cuenta con un filtro que corta el plan en caso de que los clientes no paguen.
Además, están a la espera de recibir $28 millones que ganaron en el concurso Desafío Clave 2012 -del Injuv y Socialab- para ejecutarlo. Así podrán comprar los equipos necesarios para lograr su meta 2013: instalar 3 antenas emisoras, con las que 1.800 hogares de zonas rojas se podrán ver beneficiados.
Planes para escolares y mes gratis por la instalación
La velocidad de internet irá desde los 1 a los 4 Mega mientras que los planes varían entre $9.000 y $15.000 mensuales. "Con estos precios que calculamos, sale entre $17 y $20 la hora, mientras que un cibercafé cuesta $500 la hora, por lo que es más conveniente", agrega Francisco. Quienes los contraten, deberán pagar un costo de $20.000 por la instalación y recibirán un mes gratis de conexión.
Además tendrán un servicio llamado Wii Escolar, orientado a niños y colegios y bloqueará, desde el servidor central, páginas como Facebook que funcionan como distractores.
Para sustentar el modelo deberán tener un mínimo de 30 clientes por antena central, que es lo que en promedio tiene un pasaje de casas en los sectores identificados como rojos. "La gente está esperando que llegue el sistema, están con la plata en las manos", agrega Jonathan.