Economía
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Cuatro economistas "Top" explican los fundamentos tras el alto crecimiento de Chile en tiempos de crisis

Entregan sus visiones Francisco Rosende, Eduardo Engel, Jorge Marshall y Jorge Desormeaux.

por:  Erick Rojas
viernes, 14 de diciembre de 2012
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Cuatro de los principales economistas de nuestro país -Eduardo Engel, Jorge Marshall, Jorge Desormeaux y Francisco Rosende- analizan los pilares que sostienen el fuerte crecimiento que sigue experimentando la economía chilena en tiempos de crisis.

Coinciden en que gran parte del carro de la economía lo sigue tirando el cobre y en que faltan medidas para dar el salto en productividad que el país necesita para asegurar en forma estructural las actuales tasas de expansión de la actividad. No creen que sea posible que el desarrollo se logre el 2016.

-¿Qué variables explican el crecimiento superior a 5% que está registrando nuestro país?

Engel: El alto precio del cobre y las tasas de interés bajas son parte de la explicación. También que, en la práctica, se haya mantenido el estímulo fiscal del 2009, en lugar de recapitalizar los fondos soberanos para eventuales crisis futuras. Estos factores explican, en gran medida, que Chile crezca en torno a su potencial y no por debajo.

Marshall: Nuestro crecimiento está empujado por los términos de intercambio favorables, especialmente en la minería. Estamos en una fase de expansión del modelo de crecimiento tradicional del país, en que los motores están en los recursos naturales, con poca diversificación.

Desormeaux: Hay factores externos e internos. El principal externo es contar con favorables términos de intercambio desde el 2000, gracias a la emergencia de China como potencia mundial.

Rosende: Me parece que es el resultado de un cuadro de abundante liquidez global, términos de intercambio favorables -aunque declinantes- en un contexto de fortaleza de las cuentas macroeconómicas y las instituciones económicas del país.

-¿ Hay fundamentales de largo plazo detrás?

Marshall: El aumento en el precio del cobre es muy sólido y sirve de fundamento para que este ciclo favorable dure varios años más. Sin embargo, hay que estar conscientes de que no estamos observando cambios en la estructura productiva del país, que nos generen una mayor diversificación en los mercados internacionales.

Rosende: El escenario externo ha apoyado el crecimiento a través del ciclo favorable de términos de intercambio y las bajas tasas de interés internacionales. Aunque no se puede soslayar que el cuadro de inestabilidad financiera que ha prevalecido en los últimos seis años no favorece el crecimiento ni un fuerte ciclo de inversión, como el que registra la economía chilena. Al contrastar el diferente desempeño observado por economías como la chilena y otras, como la brasilera, que han estado sometidas a estímulos parecidos, se puede apreciar el efecto diferenciador que produce la flexibilidad de los mercados, la moderación de la carga tributaria y la fortaleza del desarrollo financiero.

Desormeaux: Hay factores internos, como la mayor fortaleza macro-financiera, construida en los últimos 25 años, lo que ha contribuido a protegernos del contagio financiero causado por las recientes crisis externas. Sin embargo, estos factores también estuvieron presentes en el período 2000-2008, previo a las crisis financieras externas cuando la economía creció en promedio 4,6% por año, lo que se compara con un 5,9% por año en el 2010-2012.

Engel: Uno de los principales aportes de los gobiernos a fundamentales son reformas que llevan a incrementos de productividad. El gobierno ha intentado varias reformas relevantes, pero le ha ido mal, no logra que las apruebe el Congreso y en algunos casos los proyectos de ley ni siquiera llegan al Congreso, porque una vez anunciadas hay grupos de interés que logran bloquear el envío. También está el tema energético, donde el manejo del gobierno no ha sido bueno; y la baja participación laboral femenina, fuente potencial importante de crecimiento, donde tampoco se ha avanzado.

-¿Cuánto de este crecimiento se relaciona con las políticas económicas?

Rosende : En general, las políticas domésticas han contribuido a un clima positivo de expectativas, aspecto crucial para el crecimiento de la inversión y el empleo, al configurar un ambiente donde, a pesar de las turbulencias externas, los sólidos fundamentos de la economía en términos de bajo endeudamiento, solidez de las cuentas fiscales y del sector financiero, permiten anticipar una importante capacidad de resistencia ante movimientos adversos del cuadro externo. Desde luego, este no es un mérito exclusivo del actual gobierno, sino que de diferentes administraciones que adoptaron un manejo de política económica coherente con la estabilidad macroeconómica.

Engel: Es casi imposible dar cifras de manera seria. La mayoría de las reformas que hacen los gobiernos toman años en afectar las tasas de crecimiento y otras variables económicas, como cambios distributivos y mejor calidad de vida en general. En el corto plazo, son otros factores los que dominan. Argentina es un ejemplo ilustrativo: creció rápido por casi una década, a pesar de malas políticas que sólo ahora están comenzando a pasar la cuenta.

Marshall : Mucho, todos los gobiernos de las últimas décadas han sido pro-crecimiento, aunque cada uno ha tenido sus reparos y matices. El país ha tenido continuidad en el enfoque que está siguiendo en su camino al desarrollo.

Desormeaux: Existen dos explicaciones para esta diferencia: el esfuerzo de reconstrucción tras el terremoto y un aumento de la confianza de los hogares, por las mejores perspectivas laborales de los últimos tres años, y un aumento de la confianza de los hombres de negocios, como fruto de políticas más amistosas hacia el mercado.

-¿Cuánto ha contribuido esta autoridad a mejorar las expectativas?

Marshall : El optimismo respecto de la economía responde enteramente al ciclo de la economía internacional y de los términos de intercambio y no al ciclo político interno. Esto se vio con claridad en la total ausencia de incertidumbre política en la elección de 2009, por lo que la elección y el gobierno de Piñera no tenían ninguna incertidumbre que "despejar". En los 20 años anteriores a este gobierno, tuvimos un superávit estructural en el sector público de 1%; este gobierno terminará con un déficit de 1% del PIB.

Engel: El primer año hubo una mejora de expectativas importante en el sector empresarial, probablemente confiados en que un gobierno de la Alianza lograría avanzar en temas donde la Concertación no pudo. Sin embargo, debido a una serie de factores, entre ellos recurrentes errores no forzados del gobierno, esta mejora inicial de expectativas se esfumó.

Desormeaux: La mejoría de las expectativas es fácilmente verificable: el índice IPEC, que mide las percepciones de los consumidores, muestra un aumento desde 44,6 en el período 2006-2009, a 49,0 en el período 2010-2012. Y el índice IMCE, que mide las percepciones de los hombres de negocios, subió aún más dramáticamente, desde un promedio de 51,9 en el período 2006-2009 a 59,2 en el período 2010-2012.

Rosende: El actual gobierno ha contribuido a un ambiente positivo de expectativas, por medio de un manejo prudente de las presiones de gastos y regulaciones que irrumpieron en forma intensa y con una fuerte dosis ideológica el año pasado.

-¿Coincide con que el 2016 podríamos llegar a ser un país desarrollado?

Marshall: Ese concepto de desarrollo está obsoleto desde hace mucho tiempo. En la actualidad, el progreso de los países se mide en tres dimensiones: económica, social y ambiental. La mayoría de los países desarrollados ya están midiendo el avance en cada uno de estos ámbitos. Haría bien un aggiornamento de las autoridades.

Desormeaux : El crecimiento futuro será algo menos dinámico, debido al fin del esfuerzo de reconstrucción y los efectos rezagados de la crisis externa. Y si aceptamos que el umbral de desarrollo comienza a los US$22 mil per cápita, me parece más realista que ese nivel se alcance en 2018. Ahora, si se utilizan los datos de población del nuevo Censo, que estima un menor tamaño de la población, ese objetivo podría ser más alcanzable.

Rosende: Es bueno plantearse este tipo de objetivos y sensibilizar a los principales protagonistas del debate público acerca de sus consecuencias. El logro de esa meta requiere resolver eficazmente algunos desafíos importantes: elevar la oferta de energía, mejorar la calidad de la educación, aumentar la oferta de trabajo y contener la incertidumbre tributaria, en un contexto donde diferentes sectores plantean un mayor gasto de gobierno para resolver problemas que ha ido resolviendo eficazmente el crecimiento de la economía.

Engel: No. Además, este tipo de declaraciones triunfalistas y exageradas chocan a la mayoría de los chilenos que, con razón, perciben que sus estándares de vida no corresponden a las de un país desarrollado.

-¿Qué medidas se necesitan para mantener los actuales niveles de crecimiento?

Desormeaux: Las medidas que más pueden contribuir a un aumento de la productividad se relacionan con la inversión en capital humano, particularmente mejorar las oportunidades de acceso a una educación de calidad a las familias de menores ingresos. Otra área en la que existen oportunidades para lograr ganancias de eficiencia es el sector público, donde es necesario modernizar y profesionalizar la gestión, avanzando hacia un Estado moderno. Una tercera área que amenaza con frenar el crecimiento potencial a futuro es la energía. También se beneficiaría el país con una mayor flexibilidad en el mercado del trabajo, particularmente una que posibilite un aumento de la participación laboral femenina. Por último, el país debe aumentar su esfuerzo de investigación y desarrollo.

Marshall: El desafío es mantener este ciclo favorable por el mayor tiempo posible, para lo cual el único camino seguro es reducir la creciente brecha entre el gasto interno y el ingreso nacional, lo cual puede lograrse frenando el gasto privado o restableciendo la disciplina fiscal que tuvimos hasta 2007. En una perspectiva de mayor plazo, debemos enfrentar el desafío de la productividad, donde hay un conjunto de asuntos relevantes, como el elevado costo de la energía, profundizar las reformas de la educación y lograr un mejor funcionamiento del mercado del trabajo. Todos estos temas tienen en común que requieren un Estado moderno y profesional.

 ¿Y el impacto de la crisis internacional?

-¿Cómo podría pegarle la crisis en Europa a Chile?

Engel: Lo más probable es que el impacto sea menor.

Marshall: La actividad económica internacional parece haber tocado piso y encaminarse hacia una recuperación, que si bien será débil y volátil, ya es visible. Un agravamiento de la crisis de Europa tiene menos riesgo de transformarse en una crisis financiera global.

-¿Cuáles son sus expectativas del apretón fiscal en EE.UU.?

Engel: Todo sugiere que se alcanzará un acuerdo. En el escenario internacional lo que más debiera preocuparnos, creo, es una desaceleración importante en China, ocasionando un desplome del precio del cobre. La probabilidad de que esto suceda durante los próximos cinco años no es tan pequeña como uno quisiera.

Rosende : Más allá de las escaramuzas derivadas de un complejo proceso de negociación política, parece lógico suponer que se alcanzará un acuerdo. Para los mismos partidos políticos es bastante impresentable ante el gran electorado -aquel que tiene posturas ideológicas menos extremas y ha sufrido fuertemente la crisis- no alcanzar un acuerdo.

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