Caruz: "Bachelet fue una buena Presidenta y creo que ahora será aún mejor". Swett: "Al país le conviene que haya otro gobierno de centro derecha".
A diferencia de la mayoría de los empresarios, Vicente Caruz opina que hoy la calidad de la política es un problema mucho más grave que la crisis energética.
Militante DC por años, este hombre de negocios -ex socio del Banco del Desarrollo y presidente del grupo Norte Sur, holding a través del cual tiene inversiones financieras, educacionales, agrícolas e inmobiliarias-, si bien tiene una buena evaluación de la situación económica de Chile, pone su alerta en los riesgos que corre el país si no se mejora la calidad de la política.
De cara a las elecciones municipales de este fin de semana, estima que el mayor efecto de sus resultados será que puede potenciar a los "presidenciables". En su caso, no tiene dudas: "Bachelet es la persona mejor preparada".
"La economía está bien, hay empleo, buenas reservas y se ha mantenido el orden económico. Sin embargo, existe la contradicción de que esto no es percibido por la población. A los chilenos no se les ocurre que podamos tener una crisis el próximo año y a lo mejor valdría la pena pensarlo", dice.
-¿Dónde han estado los errores del gobierno?
-Le echo la culpa al gobierno y a la oposición. Chile tiene cinco temas que son de importancia nacional: educación; energía, que afecta a todos y que si no se toman decisiones rápidas a futuro será otro enorme problema; seguridad; la calidad de la política que para mí es un tema matriz, y la igualdad de oportunidades. Son temas en que tenemos que ponernos de acuerdo y un gobierno debe hacer todos los esfuerzos posibles para lograr una agenda nacional.
--¿Qué le parecen las decisiones que han molestado más al empresariado: reforma tributaria, regulaciones financieras, problemas en proyectos eléctricos?
--Cuando uno mira ese pool de decisiones, uno dice «pucha que son chicos comparados con esos cinco temas nacionales». Si tuviéramos estos cinco temas no se habrían cometido los errores en las decisiones de inversión energética, por ejemplo. Lo peor para un país es que existan dudas sobre con qué criterio se toman las decisiones.
Hoy los empresarios dicen que Chile es un país ordenado, entonces invierten. Pero si seguimos cometiendo errores va a cambiar esa opinión sobre Chile y eso sí que es grave. Por ejemplo, el incidente con la Cepal. Si uno analiza el fondo, si la cifra fue 15% o 14,4%, es algo tan difícil de medir, tan subjetivo, que uno diría «no vale la pena provocar este ruido, esta noticia internacional y que se diga que las cifras de Chile pudieran no ser tan confiables».
-¿Comete muchos autogoles el Gobierno?
-Son autogoles que si los miras en un campeonato que funciona bien, bueno, «¿qué importan los autogoles?», pero para eso necesitas tener el campeonato. Si vas metiéndote autogoles todo el tiempo empiezas a tener dudas sobre cómo funciona el sistema, y si la toma de decisiones y el sistema político son correctos.
"Me encanta la Presidenta Bachelet"
-¿Qué se juega en estas municipales?
-Las municipales son cada vez más locales, la gente vota más por cómo fue el alcalde, lo que es bueno porque el edil no es una figura política sino que municipal. Ahora, políticamente, no cabe duda que aquí hay ganadores y perdedores, por eso hay que transmitir la sensación de ganador y por eso son tan importantes Santiago, Valparaíso, Concepción, La Florida.
-Si el gobierno gana, ¿tendrá una cuenta de ahorro para sus últimas reformas?
-Si el gobierno gana tiene un apoyo para sus postulaciones presidenciales, que es para lo que más ayuda esto. Tiempos para reformas importantes no creo, porque para efectos prácticos estamos a fin de octubre, nos queda noviembre y diciembre, viene el verano, luego marzo y estaremos en plena elección presidencial.
-El principal efecto será en los presidenciables, ¿qué le parece la candidatura del DC Claudio Orrego?
-Los partidos tienen que tener candidatos porque es la manera de comunicar, de juntar, de reasociarse y revivir. A Orrego lo encuentro una estupenda persona. A todos los candidatos los encuentro notables, pero en política la coyuntura es muy importante. Claudio Orrego es joven, este es su primer ensayo, tiene que estar pensando en el futuro.
-¿Y quién le gustaría a Ud. que fuera el próximo Presidente?
-A mí me encanta la Presidenta Bachelet. Ella fue una buena Presidente, renovadora, próxima a la gente. Me gustaría que ella fuera la candidata y Presidenta. No ha dejado de pensar en Chile y ha hecho una fantástica labor en Naciones Unidas. Ha incorporado a su buena experiencia que tuvo como gobernante, una experiencia internacional formidable.
-Dice que hizo un gran gobierno pero las cifras, sobre todo al final de su gobierno, no la acompañaron.
-Si le descontamos la crisis mundial más severa que ha habido después del '29, sus cifras habrían sido maravillosas. Enfrentó y condujo a Chile durante esa crisis. Nos olvidamos de eso.
-El Transantiago no fue culpa de la crisis.
-Tuvo el Transantiago y no digo que haya sido perfecta, pero al final la aprobación ciudadana con que salió indica el balance final. Ella fue una buena Presidenta y creo que ahora será aún mejor Presidenta porque se ha preparado para el cargo. Ha estado en la base de los centros de formación y con los contactos más relevantes del mundo. Debe ser la persona mejor preparada que existe.
-¿La Concertación necesita que Bachelet vuelva luego?
-Creo que a la Presidenta Bachelet sin duda que le gustaría participar más y tomar decisiones, pero ella requiere de una base organizacional llamada Concertación, que ojalá se mantenga, como una cosa orgánica. Creo que ella está esperando que eso ocurra, porque es muy relevante para un gobierno. No basta con un virtuoso, el virtuoso necesita su orquesta.
La calidad de la política
--¿Qué le preocupa de la calidad de la política?
-Hay políticos buenos, pero todos tenemos --y las encuestas son implacables-- la sensación de que la calidad de la política nos está fallando. Los jóvenes no están ni ahí. El famoso término de accountability , el dar cuenta, el imperio de la ley pareja para todo el mundo y el funcionamiento de las instituciones, que son los elementos clave de una acción política sólida, es lo que nos falta.
--¿Cuál es el riesgo de esta mala calidad en la política?
--Es alto. Si la institucionalidad política funciona mal, el resultado es el desgobierno, la arbitrariedad, la corrupción, el populismo, la inestabilidad y en un cuadro con esas características la economía es caótica, se acaba la inversión de largo plazo, la creatividad y la productividad. Y lo digo con un enfoque empresarial porque este debe ser un tema nacional de todos los sectores. No es imaginable una economía sin un cuadro político ordenado, estable y eficaz.
Swett: "Al país le conviene que haya otro gobierno de centro derecha"Si bien el empresario Alfonso Swett -socio de Forus, Elecmetal, Hortifrut y consejero de la Sofofa- hace una positiva evaluación del gobierno de Piñera, la lista de temas que en su opinión no se han enfrentado con decisión es larga: regionalización, seguridad, conflicto indígena, y por supuesto, energía y educación...
Pese a su visión, crítica y exigente del andar del país, espera que todos esos temas sean enfrentados por un nuevo gobierno de centroderecha, ya que, dice, la Concertación encarna el modelo de Estado de Bienestar europeo, hoy en crisis.
Aunque políticamente es independiente, es un hombre de centro derecha, cercano a la UDI, que en 2006 integró la comisión económica de la UDI presidida por Hernán Büchi y que antes integró el Comité de la Alianza y en 1999 participó en la elaboración de la propuesta programática del entonces candidato a la presidencia Joaquín Lavín.
-¿Qué le pareció el discurso de Piñera en la Sofofa, que se centró en tres temas: energía, productividad y capital humano?
-Los temas grandes del país son esos tres, pero sin duda hay más. Chile tiene un problema de seguridad ciudadana que la población percibe; un asunto importante en la regionalización, en que se ha avanzado muy poco; en modernización del Estado hay mucho más por hacer; el tema mapuche no se ha abordado bien y requiere decisión; educación, con énfasis en la calidad y no en la gratuidad; en infraestructura se ha avanzado poco. El gobierno está consciente, pero no está en las prioridades, y los tiempos se van acabando, quedan 18 meses.
-El Gobierno dirá que la oposición tampoco ha cooperado, ¿ha faltado un interlocutor válido?
-Al asumir, este gobierno perdió la oportunidad de un gran acuerdo político, a lo mejor el espacio no se lo dio la Concertación, o quizás su enfoque estaba más en el terremoto, no en esta plataforma de acuerdo político para avanzar en aquellas materias que eran prioridad. Al no construirlo, la política se ha vuelto más bien de trincheras y de negarse todo tipo de colaboración mutua.
-Al Gobierno, eso sí, lo han acompañado las cifras de crecimiento y desempleo, ¿cuál es su evaluación?
-Tengo una buena evaluación del Gobierno, y excelente en todos los temas macroeconómicos. Lo macro en Chile ha andado muy bien; tenemos muy buen ministro de Hacienda, firme, ha existido responsabilidad fiscal, importantes aumentos presupuestarios en materias sociales, y desde ese punto de vista, es impecable la conducción del Gobierno. Ahora, hay otras materias como las que mencioné, que son importantes y que no han estado arriba de la mesa.
Municipales: Es "donde más debiera participar la ciudadanía, y al parecer..."
-¿Qué importancia le asigna a la elección municipal de este domingo?
-Las elecciones municipales hacen pensar al país lo importante que son los gobiernos locales. Es de las pocas veces que la ciudadanía debate un tema tan importante en un país con tanta densidad en Santiago y tan extenso. Este es el momento de pensar: castigar a los que lo han hecho mal y premiar a quienes tienen mejores ideas. Es una elección de mucha importancia, donde más debiera participar la ciudadanía. Y al parecer, la abstensión será bastante alta y habrá que pensar de nuevo en el voto voluntario u obligatorio. Yo soy partidario del voto obligatorio. Los chilenos debemos cumplir con nuestro deber de elegir a las autoridades.
-¿Hay también un tema político, que podría generar un efecto con miras a las elecciones presidenciales del próximo año?
-La lectura política la veo más en bloques, en un contexto más global, tendencia, que comuna por comuna.
-Una de las tendencias que se mencionan es el posible viraje de la Concertación hacia la izquierda, ¿cree que tendría éxito?
-Este país ha evolucionado y creo que hay un fuerte rechazo a los extremos, y eso se verá en la elección. Este es un país que quiere cambios, más igualdad, más oportunidades, pero en un marco de centro, de buen criterio y no de los extremos.
-¿Cree que Bachelet en un futuro gobierno tomaría una posición más de izquierda?
-Ella tuvo cosas muy buenas, fue muy moderada. Pero fueron otros tiempos, y creo que mirar para atrás no es bueno para un país con tantos desafíos. La centroderecha, hoy por hoy, representa una mirada de futuro, positiva, de crecimiento para el país y de logros en muchas materias. No veo con buen éxito la postulación de Bachelet.
Ella tiene todo el derecho y las mayores posibilidades también. Pero creo que Chile necesita un gobierno distinto al que ella podría encarnar.
-¿Sería malo para Chile?
-No sé si malo, creo que hay mejores opciones. El mayor éxito está más cerca de la centroderecha que de los Estados de Bienestar que tienen muerto al mundo. Hoy, la Concertación representa un sistema de estatismo o Estado de Bienestar que ha colapsado en el mundo. La gente no puede mirar al Estado para resolver sus problemas.
-En varios aspectos usted es crítico de este gobierno, ¿por qué cree que es importante que el próximo Presidente vuelva a ser de derecha?
-Este gobierno ha hecho muchas cosas, y estoy seguro de que cuando se vaya Piñera, será mejor recordado de lo que es ahora. Es muy importante que tenga otra oportunidad.
Cuatro años es muy poco, y sobre todo si piensas que un año fue dedicado al terremoto y a situaciones complejas, como haber recibido un gobierno bastante mal estructurado en lo fiscal. Todo eso tomó tiempo, y aprender a gobernar también cuesta. De los errores hay que aprender, y por lo tanto, creo que al país le conviene que haya otro gobierno de centroderecha.
-¿Allamand o Golborne?
-Los nombres en la derecha no están definidos. Hay que pensar muy bien los candidatos.
La centroderecha tiene la gran opción de un nuevo gobierno, pero dependerá mucho del candidato. Ambos son buenos, pero hay que ver cuál es el proyecto de gobierno que uno quiere y luego ver quién lo puede hacer mejor, no poner la carreta delante de los bueyes.