El proyecto de ley en el que trabaja Medio Ambiente contemplaría la aplicación de la Responsabilidad Extendida del Productor, modelo que haría surgir una nueva industria y nuevos modelos de negocio.
Luego de que se retiraran definitivamente los llamados "impuestos verdes" de la reforma tributaria, la Ley General de Residuos suena como la opción más viable para reemplazar la antigua propuesta.
Esa ley incluye la Responsabilidad Extendida del Productor (REP), sistema utilizado en más de 45 países, y que obliga a las empresas que introducen en el mercado productos bajo su marca a hacerse cargo de la gestión de los residuos que generan. Su objetivo principal es incentivar el reciclaje post consumo, poniendo a las empresas metas de reciclaje y enseñando a la población a reciclar desde el origen, es decir, luego de su consumo.
Actualmente, el Ministerio de Medio Ambiente se encuentra en conversaciones con los distintos actores de la industria para generar una propuesta definitiva que se espera sea enviada al Congreso a fines de este año.
Sin ir más lejos, el martes la Cámara aprobó el proyecto de acuerdo N° 620, que solicita al Presidente que indique cuáles son las factibilidades técnicas, administrativas y presupuestarias para hacer el envío inmediato del proyecto de Ley General de Residuos, que contempla dentro de sus principios significativos la Responsabilidad Extendida del Productor.
"No sólo los envases que se consumen en el hogar"
"El concepto de REP va a implementar una serie de productos, no sólo los envases que se consumen en el hogar, sino que también baterías, productos electrónicos, aceites y otros", afirma el gerente general de Ecoenvases, Rodrigo Leiva.
Se espera que la ley contemple, entre otras medidas, metas de reciclaje para las empresas sobre la base de ciertos porcentajes que deben cumplir, la prevención y educación en torno al reciclaje, el registro de productos que sí pueden pasar por este proceso y la certificación por parte de las empresas de qué harán con sus productos.
Según explica Leiva, se priorizarían los productos "que una vez que llegan al final de su vida útil son potencialmente reciclables o perjudican el medio ambiente, por lo tanto se define como prioritario la categoría de envases; por ejemplo, una batería o una caja de cartón que se quiere controlar para que no dañe". También se habrían planteado incentivos para el reaprovechamiento de los residuos.
Con esta propuesta surgirá una nueva industria ligada al manejo de residuos que se conoce como los "Sistemas Integrados de Gestión" (SIG), especie de empresas que serán contratadas por los productores de manera colectiva (que generan estos residuos) para cumplir las metas de reciclaje obligatorias. Asimismo, serán los encargados de dialogar con los municipios para determinar cómo se gestionarán los residuos que salgan de las casas. "Los productores adhieren a este sistema a través de un contrato y pagan mensualmente un fee que dependerá de tres factores: qué cantidad de productos colocan en el mercado, de qué material son los envases de esos productos y cuánto pesan esos envases ", explica Leiva.
