Economía
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Nicolás Ibáñez, el chileno socio de Walmart, en clave política y económica: Sus definiciones desde Londres

El empresario anuncia que "estamos evaluando opciones en Europa", aprovechando que "hay empresas de primer nivel que están muy castigadas por el entorno económico".  

por:  José Tomás Santa María Desde Londres
viernes, 14 de septiembre de 2012

Para Nicolás Ibáñez, Inglaterra es como su segunda casa. Aquí, junto a su hermano mayor Felipe, vivió sus últimos cuatro años de colegio y parte de la universidad antes de regresar a Chile, ingresar a la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez y mucho antes de entrar a las filas de la cadena de supermercados fundada por su padre, Lider -en ese entonces, Almac-, hoy parte del gigante Walmart.

Por eso, aquí -en el lobby del elegante hotel Dorchester, donde se hospeda estos días mientras participa de las actividades del Chile Day- habla con confianza. Analiza la situación económica chilena y mundial, cuenta del foco que están tomando sus inversiones, y sobre todo, de uno de sus últimos emprendimientos que lo apasiona: la Fundación para el Progreso o también llamada Jean Gustave Courcelle - Seneuil, en honor al profesor francés que en la década de 1850 hizo clases en la Universidad de Chile y en el Instituto Nacional. "Quizás el primer economista liberal que tuvo Chile", dice Ibáñez. Cuenta que se trata de un think ta nk o empresa intelectual, recién formada, y en la que participan Axel Kaiser y otros colaboradores. Ya tiene una sede en Huechuraba, un grupo de gente trabajando y están en la etapa de "reclutamiento".

"Es un proyecto que se une a otras empresas intelectuales que existen en Chile y que han sido tremendamente necesarias, como el CEP, LyD, Fundación Jaime Guzmán y otras, pero con un foco en la formación de la juventud universitaria, en el ámbito de la verdadera apreciación de una sociedad de libertades, donde se estimulan la libertad personal y la responsabilidad", explica. Añade que están recién comenzando, pero que ya han empezado a generar sus primeros vínculos con sociedades extranjeras. El mismo viene llegando de la reunión anual de la Sociedad Mont Pelerin.

Pero la agenda de Ibáñez no para aquí. Hoy -aparte de sus negocios personales, como la lechería- dedica buena parte de su tiempo a liderar las operaciones de Drake, su "holding de inversiones" como lo llama, que creó luego de vender buena parte de su participación en D&S (Lider) a Walmart, cadena en la que aún mantiene el 25% junto a su hermano.

-En este Chile Day, ¿ha visto interés de inversionistas ingleses por ir a Chile?

-Hay mucho interés por ir a Chile, por lo que significa como entrada a Sudamérica. También, porque Chile es un país emergente, que muestra tasas de crecimiento atractivas. Chile es más que el mercado chileno, es un laboratorio de prueba para alguien que no tiene presencia en Latinoamérica y quiere iniciar una estrategia de cobertura regional. La iniciativa del Chile Day es casi una obligación, un país como el nuestro no puede operar al margen del mundo si esperamos llegar a un ingreso per cápita de US$22 mil, equivalente a la puerta de entrada a los países desarrollados.

" España es un país donde se ve que hay oportunidades atractivas"

-¿Cómo ve la crisis europea?

-Con preocupación, pero con ojos inquisitivos, porque tras las tribulaciones de Europa, producto de muchas décadas de excesos, se produce el lamentable, necesario y doloroso ajuste que conlleva oportunidades. Hay muchas empresas chilenas evaluando esas oportunidades de inversión, y nosotros estamos estudiando opciones seriamente.

-¿Porque está todo más barato?

-Hay un proceso de ajuste y las compañías han sido en general muy castigadas en los mercados financieros. Probablemente, el ajuste no ha concluido, pero basta observar el precio y la evolución de las acciones en el mercado español, francés, incluso alemán y en Gran Bretaña, y se ve que hay oportunidades atractivas de empresas de primer nivel y que están muy castigadas por el entorno económico tan incierto.

-¿Es ahí donde tiene puestos los ojos hoy?, ¿tomar participación en empresas, o quizás el control?

-Estamos evaluando opciones de hacer algo en Europa, que contemplan participar en la propiedad de empresas y, eventualmente, llegar a una posición de control. Pero son todas cosas en estudio.

-¿En qué mercados o industrias?

-Sin duda, España es un país donde se ve que hay oportunidades atractivas, pero no voy a entrar al detalle de las industrias.

-Si invierte en Europa hoy, me imagino que cree que se recuperará, ¿cuándo?

-La situación europea, una posible desaceleración de China y un proceso de recuperación lento y prolongado en Estados Unidos es un escenario absolutamente realista, y eso puede afectar a nuestro país.

Soy muy optimista del concepto de Europa, del hecho de que estos países hayan hecho el esfuerzo de integrarse y de generar un mercado común. Pero la unión monetaria y la poca prolijidad en el manejo de las finanzas de los países por todos conocidos, significará un período largo de ajustes. Es un mercado absolutamente válido, pero no será fácil capitalizar bien esas oportunidades en los próximos años. Hay que mirar Europa con cuidado, pero eso no la invalida. Es un gran proveedor de tecnología, sobre todo para el mundo emergente.

El riesgo de "la conocida trampa de los ingresos medios"

-Ante un escenario de desaceleración de China, ¿considera que el país está tomando las decisiones correctas para estar preparado?

-La excesiva dependencia del cobre es un factor de riesgo. Si el precio cae, el país se verá afectado. Ahora, desde el punto de vista macroeconómico, las finanzas públicas están en un muy buen pie, las reservas del país le permiten enfrentar períodos de ajuste, y los fondos soberanos también dan una holgura. Chile está preparado para enfrentar una situación más compleja. El desafío es la productividad. Todo lo que se haga en investigación, educación, apunta a mejorar la productividad.

-¿Cuál es el riesgo, entonces?

-Chile está bien encaminado, ha hecho las tareas, pero no hay nada garantizado. Hay que tener mucho cuidado para que el país no caiga en la conocida trampa de los ingresos medios. Si uno mira la historia de los países en el mundo, lo más probable es que un país como Chile no logre llegar a ser un país desarrollado, porque se cae en una exacerbación de expectativas y malos manejos públicos. Eso es quizás natural y consustancial a un proceso de desarrollo. Superar ese escollo implica generar el liderazgo y los consensos en torno a un proyecto país de largo plazo, donde se requiere trabajar aún más arduamente para llegar a los US$22 mil o US$30 mil per cápita.

Felizmente, el gobierno del Presidente Piñera ha reunido equipos de trabajo que están muy conscientes de este desafío. Pero si analizamos la historia de los países, lo más probable es que en 30 años más la historia de Chile sea un tanto penosa, que teniendo la oportunidad de llegar a ser un país desarrollado, de eliminar todo vestigio de pobreza, no lo haya logrado.

-¿Lo dice porque así ocurre en la mayoría de los países o porque Chile está tomando decisiones erradas?

-Simplemente, por la evidencia histórica de países en situaciones similares. El gobierno, las autoridades, el mundo empresarial, el académico reconocen el desafío que tenemos por delante, de liderazgo, y por eso, todo lo que sea desacreditar a los partidos políticos va en la dirección opuesta.

"Ha habido más decisiones acertadas que equivocadas"

-Hay señales que molestan en el empresariado: el rechazo a la Central Castilla, la reforma tributaria, el 19 irrenunciable...

-Ha habido señales que podrían conducir a pensar que el Gobierno ha perdido el rumbo, pero en el contexto de desarrollo de largo plazo del país, tanto en los gobiernos de la Concertación como en este gobierno ha habido más decisiones acertadas que equivocadas. Eso es lo que importa.

-Pero el rechazo a la Central Castilla no ayuda al desafío de la productividad.

-El solo hecho de que haya llegado a la Corte Suprema es un reflejo de que las tareas previas en materia del marco regulatorio generan espacios para que haya conflictos. Ese es un reflejo de que la institucionalidad medioambiental es algo que está todavía en un terreno de perfeccionamiento.

-¿Qué le parece el proyecto de feriado irrenunciable para el 19 de septiembre?

-Es un lujo que el país no se puede dar, son señales de un corte populista. El comercio no va sucumbir por eso, no se trata de defender el comercio, se trata de hacer lo más apropiado para el país, y no me cabe la menor duda de que a la gran mayoría le gustaría tener la opción de comprar ese día, y otros necesitan trabajar.

-¿Afecta tanto a la economía?

-Lo que no se produjo o no se consumió ese día no se recupera tan fácilmente, y claramente en un año con más feriados el producto crece menos que en un año con menos feriados. Pero en el largo plazo son anécdotas. El país tiene un desafío en productividad que pasa por tener una energía más barata, un abastecimiento de mano de obra más calificada, una mayor movilidad social, facilidad de mayor integración en el mercado laboral integrando gente de otros países, y pasa por atraer inversionistas extranjeros.

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