Desatada carrera entre presidenciables de la CUT, a una semana de las elecciones

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"No hago campaña. La gente que me conoce evaluará si lo que he hecho es correcto y si va a votar o no por mí. Pero, en definitiva, creo que a la CUT le falta dar pasos importantes para posicionarse y engrandecerse. Eso tiene que ver con tratar de sumar más gente, constituir más sindicatos, pero también capacitar a los trabajadores", señala el actual presidente del CUT, Arturo Martínez, quien lleva cuatro períodos en el cargo y aspira a ser reelegido.

Agrega: "La idea es sindicalizar la CUT y que desde el mundo sindical se pueda hablar de los problemas de los trabajadores con una mirada país, y no desde los partidos políticos".

-Pero usted pertenece a un partido político, el PS.

-Todos tenemos derecho a tener una militancia, pero yo no le pregunto al partido lo que hago y ellos tampoco me dicen qué hacer... Por eso levantamos la línea de la autonomía y de la independencia del mundo sindical.

-¿Cuál es su agenda de trabajo si es reelegido?

-Mis desafíos son lograr definitivamente la negociación colectiva para sindicatos interempresas, para las federaciones y confederaciones. Además, queremos avanzar en una profunda reforma al mundo del trabajo, particularmente, para terminar con el despido por necesidades de empresa.

-¿Seguirá profundizando los lazos con los empresarios?

-Tenemos un diálogo permanente con nuestros interlocutores, que son nuestros empleadores, un diálogo franco, pero también tenemos la capacidad de movilizarnos cuando este diálogo no es fructífero.

-¿Cuál es la relación que debe haber con el Gobierno?

-Nuestra relación con el Gobierno es de interlocución, cuando es necesario, y si es posible buscar acuerdo, lo encontramos. De lo contrario, nos movilizamos. Somos oposición, pero necesitamos relacionarnos mas allá de lo político con quien esté en La Moneda.

Ahora, con los empresarios entendimos que con este gobierno no hay ninguna posibilidad de enviar proyectos que modifiquen el Código del Trabajo, y por eso esperamos que en las próximas campañas los candidatos incorporen en sus programas las demandas de los trabajadores organizados en la CUT.

-¿Qué hará con los gremios que se han marginado de la CUT?

-Todos tenemos la posibilidad de posicionarnos, postular y competir. Que bueno que haya candidatos dispuestos a disputarme la presidencia de la CUT, que compitan aquí adentro y que no anden criticando desde afuera.

Nolberto Díaz (DC) encabeza la lista A, "una nueva CUT para un nuevo Chile" que reúne a un grupo transversal de dirigentes sindicales adversarios a la actual conducción de la Central.

"Estamos postulando para cambiar la CUT. Llegó la hora de que Martínez se retire de la presidencia de la CUT".

-¿Cuáles son las razones?

-El país ha cambiado y la CUT ha sido superada por los movimientos sociales excepto en regiones.

-¿Su postulación ha generado rechazo en la CUT?

-Estamos en elecciones democráticas y nadie se puede sentir ofendido y enojado porque vamos a competir por la presidencia de la CUT.

-¿Cuáles son sus principales críticas a la actual gestión?

-Para la gran mayoría de los dirigentes y trabajadores, la CUT ya no es lo que representaba años atrás... Hoy día tenemos trabajadores en el comercio y no están representados en la CUT. Es una vergüenza.

Los únicos que ganan con una Central debilitada son los empresarios y el gobierno.

-¿Y qué hará si es elegido?

-El primer desafío es volver a la CUT al sitial que le corresponde, que es estar al servicio de los trabajadores.

Hoy día sólo 500 mil trabajadores de los 4 millones que hay pueden negociar colectivamente. No queremos nunca más una CUT que abandone a los empleados públicos, que no esté en el conflicto estudiantil.

-¿Y para ello se requiere una CUT más confrontacional o de diálogo?

-Soy partidario de una CUT ligada a los trabajadores. No nos gusta ir a huelga a cada rato, preferimos el diálogo y el entendimiento. Pero, por Dios, con el actual Código del Trabajo hoy día dialogar sólo favorece a los empresarios y al gobierno. Si no hay diálogo institucional, el camino es el conflicto.

-¿Cómo debe plantearse la CUT en un gobierno de derecha?

-Cualquiera sea el gobierno a nosotros nos queda dialogar y pelear... Los gobiernos no trabajan para la clase trabajadora.

-¿Tienes posibilidades?

-Es posible derrotar la actual conducción de la CUT y lograr una mayor unidad.

Ser la primera mujer presidenta de la CUT es el objetivo de Bárbara Figueroa, que encabeza la lista B, integrada por dirigentes del PC.

"Encabezo un proceso y tras de mí hay un colectivo de trabajo que representa el mundo público, privado y a diversos gremios. Esa es la garantía mayor que ven en nosotros los trabajadores", señala Figueroa, a nueve días de que se vivan las próximas elecciones en la CUT.

Agrega: "Buscamos que nuestra asociación sea fuerte, que no dependa de los gobiernos, sino que tenga capacidad de gobernabilidad interna y que las disputas no sean por fuera".

-¿Por qué postuló?

-Presentamos una lista, como lo hemos hecho en todas las elecciones de la Central, pero con un espíritu distinto. Creemos que es fundamental que se produzcan cambios en la Central, que no tiene que ver con lo cosmético, sino con poner a los trabajadores a la ofensiva. Eso no ha estado expresado en la actual conducción de la CUT.

Esperamos poner a todos los trabajadores en un lugar clave para poder avanzar en las transformaciones nacionales.

-¿Cuál es su evaluación de la gestión de Arturo Martínez?

-Soy muy respetuosa del aporte y de la tradición que han generado no solo él, sino una serie de dirigentes que llevan una vida de aporte a la labor sindical. Pero es evidente que hoy el liderazgo de Arturo Martínez está gastado y ya no resiste más. Necesitamos una Central que tenga credibilidad, que genere confianzas internas dentro de los propios afiliados y dirigentes, pero también hacia el mundo social.

Arturo cumplió un ciclo. La manera de entender el mundo sindical sobre la base de los consensos, que funcionó en una época de transición, hoy ya no resiste.

-¿Cuál es su propuesta para la CUT?

-La CUT debe ser incidente en el debate, debe tener mucha credibilidad y diálogo, y un fuerte vínculo con el mundo social. Los momentos más importantes en la historia de nuestro país han estado marcados por la capacidad de organización de los trabajadores.

Esperamos que hoy, que se han puesto grandes demandas como país, la CUT lidere ese proceso.

-¿Y cuáles son esas demandas?

-Nuevo Código Laboral, garantías de negociación colectiva, el fin de la posibilidad de reemplazar a los trabajadores cuando se producen huelgas y el multi-rut. También hay que avanzar en reales resguardos y garantías para la maternidad, en el tema previsional, entre otros.