Entre las exigencias se cuenta que los convenios judiciales preventivos que tiene el Grupo CB permitan la operación.
Juan Hurtado, a través de Inversiones Huildad, participó en el memorándum de entendimiento.
El lunes recién pasado, tres sociedades ligadas a Manuel Cruzat que suman, en conjunto, el 42,03% de las acciones de Curauma, sellaron un memorándum de entendimiento con Inversiones Huildad -de propiedad de Hurtado- en el que acordaron el traspaso del control del proyecto inmobiliario emplazado en la región de Valparaíso a esta última u otra entidad.
En el texto de cinco páginas se estableció que el negocio sólo se concretaría si es que cumplen siete condiciones que deben estar zanjadas en 45 días.
En primer lugar, el documento establece que el grupo Hurtado Vicuña u otros inversionistas interesados deben aprobar la operación.
Además, se establece que los convenios judiciales preventivos que están en marcha con empresas ligadas al Grupo CB "permitan el perfeccionamiento de la operación" que se establece en el memorándum. Es decir, que se llegue a acuerdos con los acreedores de las compañías.
Por otra parte, se define que se debe realizar un proceso de due diligence legal y financiero a Curauma S.A. "a satisfacción" del Grupo Hurtado Vicuña.
En el documento firmado por los representantes de las cuatro sociedades se acuerda que para que se materialice el acuerdo, la junta de accionistas de Curauma debe acordar "dentro de los plazos" un aumento de capital por $14.502 millones, es decir, unos US$30 millones.
Las partes acuerdan "hacer sus mejores esfuerzos"
Queda establecido en el documento que las partes "convienen hacer sus mejores esfuerzos para que se materialice el perfeccionamiento" que permita el traspaso del control de Curauma.
Además se fija que el precio prometido por acción es de $8,9. Con esto, la valorización del 100% de la compañía según el dólar de hoy ascendería a $30.200 millones (US$ 62 millones).
Eso sí, para que la operación se materialice, las acciones, tal como lo describe el documento, deben estar "libres de toda prohibición, prenda, embargo, gravamen o limitación al dominio", y que el vendedor es el que tiene que responder por el saneamiento.
Solo sí todas estas condiciones se cumplen, comentan que Hurtado -quien hoy no posee títulos de la compañía- estaría dispuesto a entrar a Curauma para tomar el control a través de esta compra y los aumentos de capital.
SVS pide suspende acciones de Curauma
La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) instruyó el miércoles en la suspensión de la oferta pública, cotización y transacciones de las acciones de Curauma S.A. Esto, hasta que la compañía complemente la información del hecho esencial que envió ayer sobre el acuerdo para el traspaso del control de la sociedad bajo un mecanismo que incluye venta de acciones y la suscripción del aumento de capital.
La compañía tiene plazo hasta mañana para hacer el informe.
Aún no contactan a los principales acreedoresLa Tesorería y la Municipalidad de Valparaíso, son dos de las principales organizaciones a las cuales Curauma les debería el pago de contribuciones y patentes. Hasta la hora de cierre de esta edición, ninguno de los organismos públicos había sido contactado por la empresa para resolver la situación y en ambos esperan que en los próximos días los actuales o futuros dueños del proyecto inmobiliario se comuniquen con ellos para acordar planes de pago.
Por otra parte, en tribunales avanzan los convenios judiciales preventivos que el grupo Cruzat -a través del abogado Nelson Contador- presentó para resolver la situación financiera de otras tres sociedades: Cuentas Punto Com, CB Consultorías y Proyectos y CB Corredores. En este último caso, la Corte de Apelaciones nombró hoy al árbitro que estará a cargo. Se trata del abogado y profesor de la U. de Chile, Arturo Prado.
El plan de Cruzat sería utilizar lo recaudado en la venta de Curauma para pagar los pasivos de estas tres empresas, siempre y cuando los acreedores aprueben estos convenios y así se evite la quiebra.
