Tardaron menos de un año en sacar a la compañía de los números rojos, pero al poco tiempo debieron enfrentar la polémica por la venta de la píldora del día después y luego la investigación por colusión.
Los hermanos Luis Enrique, Juan Carlos y Jorge Alberto Yarur Rey estaban preparados para un fallo adverso del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TLDC) sobre posible colusión en el mercado farmacéutico. Los dueños de Salcobrand -como lo comentaron a sus cercanos- considerabanque la presión política que se le ha imprimido al tema, no daba mucho espacio para buenas noticias.
Por eso, el mismo día en el que se dio a conocer la resolución del TLDC, la familia Yarur se puso en contacto con sus trabajadores.
En una carta que se subió a la intranet de Salcobrand reafirmaron el compromiso de la familia con el desarrollo del negocio, enfatizando la importancia de la ética en el desarrollo de los mismos. Esa misma carta, también la recibieron ejecutivos del Banco Bci, otra de las empresas del grupo.
El golpe fue duro para esta familia, conocida por su compromiso con la Iglesia Católica. Y así lo hicieron ver en un comunicado difundido después de la sentencia del TLDC, que -tras acreditar "el más lesivo de los atentados a la libre competencia"-, los multó por US$19 millones: "Más allá que el fallo nos condene, sentimos que nos ofende en valores para nosotros irrenunciables, respecto de los cuales podemos dar prueba de consecuencia , y por otra parte sentimos que daña los enormes esfuerzos desplegados durante estos cinco años para satisfacer de la mejor manera posible las necesidades de nuestros clientes".
No era primera vez que la incursión en este negocio les daba un dolor de cabeza, como lo muestra la historia de estos cinco años a cargo de Salcobrand.
Ganaron a Fasa y Ripley
Los Yarur no tenían experiencia en el rubro, pero estaban empecinados en diversificar sus inversiones, en ese minuto centradas en el banco BCI, Viña Morandé y los Cementerios Parque del Sendero, entre otros.
Sabían que era un mercado competitivo, pero estaban seguros de que podían aportar en el mercado. Tanto, que en abril de 2007 la familia oficializó la compra de Salcobrand.
Para la compañía farmacéutica se trataba del remedio perfecto para terminar con las diferencias entre las familias Selman, Colodro y Weinstein que, hasta ese entonces, eran las dueñas de la compañía. Los Yarur dejaron en el camino las otras ofertas de Ripley, FASA, un grupo argentino y otro inversionista asesorado por Citibank. Pagaron US$174 millones por el 100% de la propiedad.
Cuando a fines de abril de 2007 se oficializó la compra, la firma tenía ventas anuales por US$450 millones, 296 locales y una participación de mercado estimada en 26%. "Esperamos agregar nuestra visión de los negocios, focalizar la estrategia en los clientes, colaborar al ordenamiento interno y mejorar la eficiencia", dijo a «La Segunda» Juan Enrique Yarur en esa época.
Reclutaron a Cristián Steffens, quien había sido socio de Cruz Verde, para hacerse cargo de la dirección ejecutiva : Sabía del mercado, durante años había trabajado en Bci y era de la confianza de los tres hermanos. Para la gerencia general, el elegido fue Roberto Belloni, otro conocido de la familia.
Números rojos y la "píldora"
Belloni se dedicó a armar equipos, lograr números azules y hacer frente a la "guerra de precios" que en ese minuto mantenían las farmacias.
Aunque el primer semestre lo cerraron con pérdidas por $681 millones, a fines de año la compañía ya reportaba utilidades por $146 millones.
Durante el primer año, además, debieron sortear un complicado episodio. En junio de 2007, el gobierno de Michelle Bachelet comenzó a fiscalizar que las farmacias vendieran la polémica "píldora del día después". La firma de los Yarur evitó hacerlo y en cuatro meses sumaban $33 millones en multas y 60 citaciones a la justicia.
Se defendieron diciendo que la decisión del gobierno vulneraba la libertad empresarial y que no tenía nada que ver con un dilema ético como algunos creían -por la cercanía de parte de la familia al Opus Dei-. Pero finalmente debieron llevar a sus locales cajas del cuestionado medicamento.
2008: Todo cambió
Con un proyecto de gestión que apuntaba a mejorar la industria, según cuentan cercanos, el 2008 partió para la farmacia lleno de grandes planes. "Queremos ser la referencia en la categoría farmacias. Ser la primera opción para los clientes", explicaba en ese entonces Roberto Belloni.
La idea era terminar el año con 300 locales y renovar casi la totalidad de los que ya tenían, incluyendo una nueva imagen corporativa: Del nombre en dos colores -rojo y azul-, la cadena pasó al celeste y a reducir el nombre a SB. Además, decidieron enfocar el negocio en tres pilares: salud, belleza y bienestar.
Hasta ahí todo iba bien para los Yarur, empeñados en salir del tercer lugar y alcanzar a Cruz Verde y a FASA.
En mayo el panorama cambió. La Fiscalía Nacional Económica (FNE) solicitó a las farmacias y los laboratorios copias de las comunicaciones entre ellos, de los estados financieros y la lista de precios a los que recibían los medicamentos y a los que se los vendían al público.
En la industria tenían claro que la FNE estaba detrás de indicios de alzas concertadas de precios después de la "guerra" que las tres cadenas habían mantenido entre 2006 y 2007.
A principios de diciembre se despejó la incógnita: La FNE puso un requerimiento ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC): pedía determinar si FASA, Salcobrand y Cruz Verde se habían coludido para subir los precios de los medicamentos.
Desde ese momento, Luis Enrique Yarur, la cara visible de la familia en el negocio farmacéutico, dejó de dar entrevistas. Dicen que prefirió dejar entre un grupo pequeño de ejecutivos y asesores el tema de la colusión, y enfocarse en hacer crecer la compañía.
Próximos pasos
Los tres años de investigación, declaraciones, peritajes, informes en derecho y alegatos, terminaron el martes recién pasado, cuando el TDLC finalmente emitió su fallo. En él se acreditó la colusión de las cadenas farmacéuticas, aunque Fasa quedó fuera por haber reconocido de antemano su participación y haber pagado unos US$6 millones entre multas y compensaciones a los clientes.
El 30 de abril los Yarur cumplen cinco años al mando de la compañía, y pese a las dificultades, en su círculo íntimo aseguran que sigue existiendo el convencimiento de que fue bueno entrar al negocio y que eso lo demuestra el acuerdo anunciado el 26 de diciembre pasado para conformar un holding con PreUnic.
Además, esperan seguir creciendo con los formatos lanzados en el último tiempo: Quieren sumar treinta "Espacio Salcobrand", locales en dónde hay una atención más personalizada y una mayor variedad de productos de belleza. Además, seguirán trabajando en el rescate de edificios patrimoniales para convertirlos en "boticas", tal como la que inauguraron hace algunas semanas en San Pedro de Atacama.
