Ingenieros, profesores, geólogos...No importa el título ni la edad, porque con un 23% de cesantía en España, el problemas los golpea a todos. Por datos de amigos, internet o sencillamente golpeando puertas, han logrado ubicarse y ganar hasta el doble de lo que recibían en su país.
En Chile viven 40.492 españoles, cifra que durante el año pasado se engrosó en un 20%. Muchos de ellos llegaron escapando de la crisis económica, que ya tiene a 5,4 millones de personas desempleadas, lo que equivale a casi el 23% de su población.
De ellos, casi 5 millones viven del paro -seguro de cesantía-, según reveló la última Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadísticas de ese país (más información en página 45).
Y aunque el problema afecta a todos los espa por igual, una de las generaciones que se verán más afectadas por la recesión, será la de quienes actualmente tienen entre 25 y 35 años.
Según el informe "El desempleo juvenil en tiempo de crisis y sus consecuencias", elaborado por el Instituto Internacional de Estudios de la Familia, The Family Watch, los jóvenes son el grupo etáreo con mayor probabilidad de perder su empleo durante las crisis económicas, ya que son los primeros en salir a la hora de los recortes presupuestarios. A esto se suma que casi la mitad tiene un empleo menor que el que corresponde a su formación.
Todo ello trae consigo una serie de efectos negativos, como la disminución de ingresos de seguridad social, menor consumo, y otros más sicológicos, como desazón profesional y afectiva, motivada por la pérdida de expectativa salarial, la reducción de la autoestima y el impulso hacia la marginación, la drogadicción y la delincuencia.
Además, según el estudio, lo que están mejor preparados emigran hacia países con mejores oportunidades, como es el caso de Chile donde el desempleo, al menos en el Gran Santiago, llegó a su menor nivel de los últimos 15 años.
Javier Perez, profesor: "Mucha gente me pide que si encuentro algo, les avise y se vienen"Javier llega a Chile la próxima semana con un puesto de trabajo en la mano. Egresado de Pedagogía de la Universidad Internacional de Cataluña, lleva cerca de tres meses cesante, pero consiguió un puesto en un colegio particular a través de una amiga chilena que hizo el contacto. "Hace dos años que intenté ir y no resultó, y este año me llamaron directamente del colegio y me voy", cuenta. "Antes quería irme porque me gusta la aventura y porque ya he trabajado en otros países. Pero ahora es más por necesidad, porque aquí no hay trabajo ni nada", asegura Javier.
"Mucha gente en España está así, que con carrera universitaria no puede trabajar ni en tiendas porque no los contratan", cuenta Javier. Si bien el sueldo que recibirá en Chile es menor al que tenía en España, donde cobraba 1.800 euros mensuales -cerca de $1.200.000 -, sabe que el costo económico de vivir aquí es menor, por lo que no fue determinante en su decisión.
"Me gustaría estar como dos años y luego ir a otro país. Y si estoy bien allí, entonces no me vendré de vuelta", afirma y añade que "tengo muchos amigos y familia que están así, y mucha gente me dice que si encuentro algo, les avise y se vienen".
Ferran Suñer, ingeniero: Un año en "el paro" antes de aterrizar en SantiagoFerran Suñer tiene 28 años, es ingeniero de la Universidad Politécnica de Cataluña y desde agosto de 2011 se encuentra trabajando en nuestro país. Luego de terminar su tesis universitaria, la empresa en la que se realizaba su pasantía no pudo contratarlo por falta de presupuesto. Un año estuvo en "el paro" hasta que decidió venir a Chile a probar suerte, donde se demoró poco más de un mes en conseguir un puesto.
Un factor importante para tomar la decisión fue que su polola es chilena, y luego de un año de relación a distancia, decidió venirse a estar con ella en nuestro país.
Actualmente trabaja en Komatsu, empresa dedicada a la fabricación de equipos para la minería, construcción y forestal. En España su sueldo bordeada los 1.000 euros mensuales, pero en Chile el monto se duplicó. Según Ferran, las empresas chilenas están contratando cada vez más mano de obra española porque "allá están saliendo muchos profesionales con buena educación y que no tienen opción en España", asegura, y afirma que no tiene planes de volver a su país por el momento "hasta que se arregle la situación".
Juan Pablo Planas, ingeniero: "La única forma de conseguir trabajo es de pasante, sin seguridad social"Con sus 24 años, Juan Pablo Planas acaba de terminar su carrera de Ingeniero Civil Mecánico en la Universidad Salesiana de Barcelona y actualmente se encuentra haciendo su práctica profesional en una empresa del rubro automotor. A su juicio, "la única manera de conseguir trabajo ahora mismo es de pasante, que es cuando las universidades hacen convenio con empresas y así se ahorran de pagar los seguros sociales. Pero una vez terminada la universidad, es muy difícil conseguir trabajo".
Por esta razón, vendrá a Chile en septiembre, cuando termine su práctica. Aún no tiene trabajo pero ya ha tenido contacto con empresas mineras y del sector industrias, y "en cualquier caso, aunque no hubiese visto nada, la situación en Chile está mucho mejor que acá en España", afirma. Juan Pablo ya vino hace un par de semanas a visitar unos parientes y a "tantear" el terreno laboral con entrevistas en distintas compañías.
Pese a que su familia no ha sufrido las consecuencias de la crisis, Juan Pablo tomó ya la decisión de venir porque sabe las dificultades de encontrar trabajo en su país.
Según lo que ha podido averiguar, los sueldos en Chile son mejores que en España. Por lo mismo, varios de sus amigos están planteándose seriamente la opción de emigrar en busca de trabajo, "y no sólo en Chile, sino que donde haya posibilidades de trabajo, porque en España está muy difícil".
Irene Caño, geóloga: Viaje indefinido hasta "agotar las posibilidades"Un período de 5 meses estuvo cesante la geóloga Irene Caño y decidió venir a Chile a buscar trabajo. Egresada de la Universidad de Oviedo, en Asturias, cuenta que su último trabajo allá fue de camarera, "no por gusto, sino por necesidad". Su carrera laboral en los últimos años ha estado marcada por la inestabilidad, en parte por la crisis que afecta a ese país.
"Decidí venir a Chile principalmente por el boom de la minería ", cuenta, y confiesa que "estaba entre Chile, Australia y Canadá, pero me decidí porque Sudamérica siempre me atrajo mucho, además que hacen falta en geólogos en Chile". Y tiene razón, pues se trata de una de las profesiones mejor pagadas en los primeros años después de salir de la universidad.
Si bien lleva alrededor de dos semanas en Chile, afirma que su estadía será "por tiempo indefinido, hasta que se agoten las posibilidades de trabajar acá". "He tenido entrevistas en una par de empresas pero aún nada concreto", señala Irene.
Luis Trujillano, arquitecto: "Mi intención no es trabajar dos años e irme; yo me quedo"Luis Trujillano llegó de Madrid hace tres semanas para iniciar un nuevo trabajo. Tiene 51 años y es arquitecto hace 23. Se desempeñó en muchas empresas españolas, como la conocida constructora Dragados. Antes de venir a Chile estaba a cargo de un proyecto en España, pero dadas las pocas proyecciones laborales decidió comenzar a mandar currículums tras conocer parte de la realidad chilena gracias a un viaje de negocios que realizó. Fue así como llegó a trabajar como administrador de obra de una de las sedes de la Universidad Santo Tomás, de la constructora Ovalle Moore.
"Un sueldo promedio en el trabajo que yo hago allá está por debajo de lo que gano hoy aquí. Los sueldos se han reducido en el sector de la construcción en España y además están desapareciendo los puestos de trabajo", cuenta.
Hace tiempo, cuando vino por trabajo a Chile, notó que se estaban levantando muchos edificios. Eso lo ayudó a decidirse a venir. Está separado y sus dos hijos están en Madrid, pese a ello se proyecta profesionalmente en nuestro país y no tiene planes de regresar pronto. Por eso, espera que sus hijos puedan viajar a verlo en los próximos meses.
Fernando Carballes, experto en energía solar: De Alemania a ChileHace diez días, Fernando Carballés se atrevió a cruzar el océano. Es experto en instalaciones de energía solar fotovoltaica.
Su trabajo lo llevó a vivir un año en Alemania y al retornar a Segovia, estuvo un mes en "el paro" y encontró su actual empleo por internet.
"En Gusternhain estaba trabajando en lo mío, pero me gusta más Chile por su gente, el idioma y el paisaje. En España, la gente piensa en irse sobre todo a Alemania. Pero si no sabes alemán, lo tienes bastante complicado", agrega.
Aunque en el país germano le pagaban bien, cuenta que "cuando una persona es soltera y no tiene carga familiar, le descuentan el 52% del sueldo y al final terminaba ganando lo mismo que ganaré aquí".
Actualmente, está a la espera de su visa para firmar contrato con la empresa chilena Calder Solar.
Como no lleva demasiado tiempo en Chile, confiesa que aún no extraña a su familia, pero cree que así como consiguió trabajo por el computador, podrá mantener los lazos con sus seres queridos a través de ese medio.