El 11 de julio se cumplen 40 años de la nacionalización del cobre. Allí volverán a poner en el tapete sus demandas a la estatal. Mientras, los movilizados de El Teniente están ad portas de llegar a acuerdo con sus empresas, que ofrecen bonos por $700 mil, más un préstamo blando de $200 mil.
Las protestas se han tomado las calles por diversas razones en los últimos meses. HidroAysén, educación y la igualdad de derechos para parejas homosexuales han sido la tónica. Las movilizaciones laborales han quedado un poco rezagadas del foco de atención, salvo las manifestaciones de contratistas de Rancagua.
Y es este tema el que puede resurgir en las próximas semanas. Cristián Cuevas, el dirigente que lideró el movimiento contratista en 2007, fue reelecto el sábado pasado como presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC).
Cuenta que están esperando el día 11 de julio, cuando se cumplen 40 años de la nacionalización del cobre, para volver con fuerza a replantear sus demandas laborales.
"Hay elementos que no se han cumplido del Acuerdo Marco que firmamos con Codelco en 2007. Hicimos una presentación ante la OIT y vamos a solicitar que temas como los beneficios sociales, bonos por trabajo pesado y el tratamiento de enfermedades laborales vuelvan a revisarse", explica.
Agrega que la CTC había estado fuera de la luz pública en el último tiempo "madurando la orgánica interna". Hoy el grupo cuenta con directores contratistas de mineras privadas, hacia donde esperan llevar las reivindicaciones laborales, replicando lo que se ha logrado con Codelco , y que incluye en sus contratos que las empresas tengan ciertos beneficios laborales para sus trabajadores.
El dirigente dice que la organización primero buscará el diálogo "de todas formas" con la minera estatal. No obstante, la dinámica de la movilización nunca se descarta como última herramienta.
Conversaciones esta tarde en El Teniente
Luego de más de un mes de movilizaciones -38 días, para ser exactos- los contratistas de El Teniente parecen estar llegando a un acuerdo para deponer el paro que han sostenido en la mina subterránea de Codelco.
Luis Núñez, vocero de los sindicatos movilizados, explica que hoy se realizará una segunda conversación con las empresas , que deberían traer una nueva propuesta. El martes pasado el pliego mostraba consenso en varios puntos, salvo dos: el bono de reconocimiento y el pago de los días no trabajados.
Las empresas contratistas ofrecen un bono de $700 mil más un préstamo blando de $200 mil por trabajador. Los contratistas iniciaron las movilizaciones solicitando un bono de $2 millones, pero podrían pronto encontrar acuerdo en esta materia. Lo que sí genera aún roces es el pago de los días en paro. Las empresas no quieren acceder a este punto y en Codelco aseguran que no se pueden pagar esos días, pues cualquier auditoría de Contraloría o Cochilco detectaría ilegalidades si se cancelan trabajos no realizados.
Las compañías sí se han comprometido, cuenta Núñez, a reincorporar a los trabajadores que han sido despedidos en estos días de paralización. "Les ha llegado carta de despido a unas 400 personas, pero en eso ya tenemos acuerdos de reincorporación y de que se ofrezca mayor estabilidad laboral", asegura.
Codelco no ha sido parte de estas negociaciones, buscando diferenciar este conflicto del que se tuvo con los contratistas liderados por Cuevas en 2007, donde finalmente participaron como garantes de los acuerdos, tras una extensa huelga que causó fuertes pérdidas en producción.
Hasta ahora las movilizaciones en Teniente -que algunos días incluyeron actos de violencia, lo que impedía el ingreso de trabajadores a la mina- han provocado pérdidas por US$100 millones para la estatal.
Lo que sí gatillará esta situación es una revisión al modelo de contratistas de la minera, que implicará firmar contratos con proveedores más grandes y a más largo plazo. Esto busca tener contratistas que puedan manejar de buena forma los conflictos laborales internos.
Las diferencias entre los movimientos
Los que sí han estado monitoreando de cerca el movimiento en Rancagua han sido los parlamentarios de la zona Andrés Chadwick y Alejandro García Huidobro, ambos de la UDI. Este último dice que "la actitud de Codelco en esta movilización ha sido una vergüenza: debería haberse sentado a la mesa, como empresa mandante, tal como lo hizo en 2007".
El parlamentario añade que "el gobierno podría haber ejercido mayor presión para terminar antes".
García Huidobro sostiene que el inicio de las movilizaciones va de la mano con el pago que realizó Codelco a sus trabajadores de planta por la negociación colectiva anticipada de este año, donde destinaron $15 millones por trabajador, de los cuales $3 millones correspondían a un préstamo blando. "Esto es como reírse de los contratistas, que no tienen los mismos beneficios, ni Isapre, ni bonos educacionales. Crea un conflicto ético que es una bomba de tiempo".
Núñez agradece el apoyo que han tenido de estos parlamentarios y también de algunos de la Concertación.
Por su parte Cuevas respalda las peticiones laborales del movimiento de Rancagua, pero aclara que estos trabajadores no pertenecen a la CTC "ni han pertenecido nunca". Acusa que el movimiento tiene un carácter más bien político "y es muy diferente a nuestro movimiento que es más bien social, de los trabajadores".
La división El Teniente ya está operando a niveles casi normales, dicen en Codelco, y de hecho casi 2.000 contratistas se han reincorporado a sus funciones y han recibido el bono de $700 mil, pues han firmado contratos por empresa. Respecto a los daños a buses y hechos de violencia, la empresa ha presentado acciones legales sobre 49 personas y también 3 querellas contra quienes resulten responsables de intentos de sabotaje en el canal de relaves de la mina.
