De estricto bajo perfil, la salvadora donación de la mujer que encabeza el principal grupo económico chileno, fue absolutamente inesperado: pasadas las 19:00 del sábado, los directivos de la Teletón recibieron su llamado.
Pasadas las 19:00 horas del sábado, un inesperado llamado resonó en la dirección ejecutiva de la fundación Teletón, que encabeza Ximena Casarejos. A esa hora, reinaba el nerviosismo en la trastienda del teatro, cuando restaban minutos para partir al Estadio Nacional, para un apretado cierre de la maratónica campaña. Nadie se atrevía a apostar si, esta vez, superarían los $16 mil millones propuestos.
Al otro lado de la línea, un salvador llamado desde el grupo Luksic confirmaba que como familia nuevamente querían hacer un aporte especial a la cruzada solidaria, distinto al que ya habían donado sus empresas como Banco de Chile, CCU y Antofagasta Minerals, y en la línea del que en marzo hicieron cuatro de sus cinco hijos —Paola, Andrónico, Guillermo y Jean Paul— para la campaña por la reconstrucción.
Así se gestó el aporte de $1.000 millones que en representación de su familia, la discreta viuda del empresario Andrónico Luksic, Iris Fontbona, estuvo dispuesta a entregar personalmente a Don Francisco.
“Como familia, mis hijos y yo, hemos decidido estar esta noche con usted y apoyar esta obra tan maravillosa y hacer un aporte especial, un aporte a la Teletón de mil millones de pesos” dijo la noche del sábado Iris Fontbona sobre el escenario en el Estadio Nacional, provocando un grito de Mario Kreutzberger, y los aplausos del público que le gritaban “ídola, ídola”.
Según la revista Forbes, el patrimonio de Iris Fontbona –como cabeza del clan Luksic— alcanza los US$ 11 mil millones, encabedzando la lista de los principales fortunas chilenas y la número 52 en el mundo.
El bajo perfil de la mujer más millonaria de Chile
A muchos les sorprendió que la propia Iris Fontbona aceptara subirse al escenario, dejando de lado su característico bajo perfil público. Si bien llegó al Estadio Nacional con su hija Paola, —presidenta de la fundación Andrónico Luksic Abaroa— quienes conocieron de cerca el desarrollo de esta donación cuentan que la intención de llevarla a cabo se tomó en familia y que fue conversado con todos sus hijos.
De hecho, es muy probable que los decidiera en el almuerzo familiar que ese mismo sábado tuvieron, en casa de Jean Paul, donde celebraron la primera comunión de su hijo menor.
Habrían sido los mismos hijos, dicen quienes conocen a los Luksic, los que le habrían pedido a Iris que subiera al escenario a dar el aporte.
Sus cercanos la describen como una mujer “maravillosa, generosa e inteligente”. Desde que falleció su marido en 2005 se ha dedicado principalmente a su familia con quienes tiene una relación muy cercana. “De hecho, vive en el mismo edificio que sus hijos Gullermo y Paola”, dice una de sus amigas.
De grandes ojos verdes, a los 18 años, Iris Fontbona se casó en 1961 con Andrónico Luksic, luego que éste enviudara de su primera esposa, Ena Craig. De este matrimonio nacieron Paola, Gabriela y Jean Paul Luksic Fontbona, que se unieron a los mayores, Andrónico y Guillermo Luksic Craig, quienes en todo caso siempre la han tratado como su madre.
Amiga de sus amigas, Fontbona se junta habitualmente a almorzar con sus amigas de su natal Antofagasta. También son muy cercanas Pilar Jorquiera de Cardoen y la psicóloga Clemencia Sarquis, cuyo marido, José Musalem fue compañero de universidad de Luksic Abaroa.
También viaja frecuentemente al extranjero, donde uno de sus destinos favoritos es Croacia, donde tiene una casa, y también Inglaterra donde vive su hija Gabriela.
