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Casale con todo: su entrenamiento final para defender el título del Dakar

Antes de instalarse en Buenos Aires, "La Segunda" acompañó al crédito nacional en su última jornada de preparación para la travesía que comienza este domingo en Argentina. "Si corro como el año pasado, no creo que pueda terminar", señaló, debido a fuertes dolores en sus manos.

por:  La Segunda
viernes, 02 de enero de 2015
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Por Juan Pablo Baquedano 

No queda nada para el inicio del Dakar 2015.

Los pilotos afinan los detalles técnicos de sus vehículos en Buenos Aires antes de largar este domingo una travesía de 14 días y más de 9 mil kilómetros de recorrido entre Argentina, Bolivia y Chile.

El gran crédito chileno es Ignacio Casale, quien defiende su título del Dakar 2014 en la categoría cuadriciclos. Sin embargo la tarea de retener el cetro no es sencilla y significó para el piloto santiaguino de 27 años un duro entrenamiento de todo el año que culminó esta semana con "La Segunda" como testigo.

Como todos los días y casi de manera religiosa, a las nueve de la mañana el "Perro" -como le dicen sus amigos del mundo tuerca- llega al gimnasio de la clínica Meds del Mall Sport a realizar sus últimas sesiones de trabajo.

Ahí lo espera Diego Ruiz, su preparador físico por cuatro años, quien le tiene diseñado un circuito de máquinas ya no tan pesado como hace algunos meses. "No quiero lesionarlo, tiene que llegar entero", advierte Diego, mientras saluda a un Casale listo y con su toalla en la mano.

La semana tipo del piloto durante el año fue de lunes a viernes con labores de gimnasio, bicicleta de ruta y montaña y moto. De esta manera, planificaban la carga de los ejercicios dependiendo del esfuerzo que realizaría diariamente sobre las dos ruedas.

"En ese periodo se trabajó potencia, fuerza y resistencia. Fuera del gimnasio Ignacio trabajó bicicleta de ruta con sesiones de montaña donde se hizo hincapié en la fuerza y resistencia, con 12 kilómetros de pedaleo con inclinación hacia Farellones. Todo esto mezclado con moto en terrenos como Nido de Cóndores o Ritoque", cuenta el PF de Casale.

Bajando las cargas

Durante 10 minutos el corredor realiza el calentamiento sobre una bicicleta estática, para luego iniciar secuencias en las máquinas, donde trabaja con peso para diversas áreas de su cuerpo: brazos, piernas, hombros y espalda, precisamente las zonas que más sufren con el impacto de su cuadriciclo.

La concentración es máxima y el esfuerzo es notorio en el rostro del campeón del Dakar en las 3 series de 8 y 10 repeticiones que hace en cada trabajo. "Uno se juega gran parte del Dakar en esta parte, el cuerpo es fundamental", dice Casale antes de levantar 90 kilos haciendo sentadillas, en un ejercicio en el que ha llegado a sostener 120 kilos, pero que por estar tan cerca de la carrera optaron por reducir las cargas en un 50 y hasta un 70% .

"En la etapa final de la preparación se disminuyen las cargas para evitar lesiones y sobrecargas, la idea es mantener lo que se ha hecho durante el año y que llegue sin molestias musculares. Trato de cuidarlo en esta última parte de la preparación, ya que lo fuerte se hizo durante el primer semestre", explica Ruiz, quien verifica atentamente la respuesta de Casale a los ejercicios y le marca los tiempos de descanso entre una y otra máquina.

Bebe un poco agua, seca su sudor y reflexiona con seriedad: "Los días previos a la carrera son de mucha ansiedad. Dan ganas de que parta luego, por lo mismo entreno hasta el final, para matar esa sensación", dice el piloto que finaliza los 45 minutos de gimnasio con 10 minutos de elongación.

"La labor de Casale en el gimnasio -cuenta Ruiz- apunta a transformarlo en un deportista resistente para soportar 14 días de dura competencia sobre su cuadriciclo, por lo tanto los trabajos desarrollados son una mezcla de fuerza, potencia y resistencia. Ignacio tiene un cuerpo funcional en todos los aspectos, no nos sirve un tipo musculoso, sino que tenga la capacidad integral para aguantar este deporte extremo".

Subidas en bicicleta

"Muchos pilotos descansan los días previos a la carrera. Estoy tan acostumbrado a hacer cosas que siento que estoy empeorando si no hago nada, así que tengo que moverme, ya sea en la bicicleta o en el gimnasio, pero no me gusta estar quieto".

Esta suerte de declaración de principios explica que pese a estar a escasos días de largar el Dakar, Casale igualmente se diera una última vuelta hacia Farellones en bicicleta de ruta, en un ejercicio que formó parte de su rutina semanal durante el año

Sus circuitos matinales o vespertinos iban desde recorrer entre 4 hasta 24 kilómetros del camino a Farellones, la hacienda Las Varas y la subida Santa Martina. Enfundado con su traje rojo de ciclista y ocupando una de sus dos bicicletas, Casale demora 20 minutos en llegar al kilómetro 11 de la subida al centro invernal a un ritmo intenso. "Esto lo hice todos los días, me encanta", cuenta ya en la meta sin mayores signos de agotamiento.

Añade que "hacer bicicleta para mí es lo mejor, es mi sicólogo deportivo, tienes que lidiar mentalmente con las ganas de parar, que es lo que pasa en la carrera. Se entrena mucho el físico y la cabeza. Es un complemento perfecto en el entrenamiento".

Casale se prepara para descender y hacer las maletas para su traslado a Buenos Aires. Allá lo espera su equipo y su cuadriciclo para lo que será su defensa del título del Dakar que comienza este domingo. "Esta fue mi última práctica antes de viajar -dice al despedirse- me siento fuerte, sólo me preocupan mis dolores de las manos, pero estoy listo para largar y pelear el podio de la carrera".

 "Si corro como el año pasado, no creo que pueda terminar"

Casale se siente bien; fuerte y entrenado para este Dakar, pero tiene una preocupación importante, sus manos.

"En las dos he tenido problemas de tendinitis. La izquierda me la operaron y la derecha me duele bastante. Esto ha significado un cambio en mi estrategia durante la carrera. Sigo pensando en ganar, pero ahora seré más conservador y tendré que bajar el ritmo cada vez que sienta dolores, porque si corro como el año pasado no creo que termine la carrera. La intención inicial será ir fuerte y ojalá en punta, liderando el grupo, pero si me comienza a doler las manos, bajaré de inmediato las revoluciones".

-Pensándolo así, más que el uruguayo Sergio Lafuente o el polaco Rafal Sonik, el rival serán tus dolores...

-Efectivamente, en este Dakar el principal rival soy yo mismo. Sé que soy rápido y que puedo ganar etapas, pero tengo que tomarlo con más calma. El año pasado corrí demasiado fuerte y tuve dolores terribles en las manos. Si en este Dakar corro igual mi carrera va a durar un par de años más y me voy a tener que retirar por lesiones. No quiero eso. Pretendo seguir en el mundo del rally por mucho tiempo más.

-¿Te has planteado cambiar a los autos?

-Muy poca gente lo sabe, pero mi mayor pasión son los autos, me veo arriba de un vehículo de un equipo oficial y cumplir otro sueño, que es ganar el Dakar en autos. Pero todo a su debido tiempo. Se requiere muchísimo más presupuesto para cambiar a los autos.

-¿Cuánto más te proyectas en cuadriciclo?

-Hasta los 30 años por lo menos. Me quedan tres en esta categoría y después veré si me retiro definitivamente o tengo la posibilidad de pasar a los autos, pero a un equipo oficial; sería otro sueño cumplido. De hecho tengo varias ofertas para correr en auto, pero en su mayoría no son equipos para pelear la punta. No me interesa subirme a un auto amateur , armado en Chile y donde sé que no pelearé los primeros lugares. Si corro, quiero probar el vehículo, correr alguna fecha del mundial para ver si es competitivo y de ahí me lanzo al Dakar.

-De Gavardo se cambió a los autos, pero no ha sido buena la experiencia...

-Carlo es un tremendo piloto pero lo aconsejaron muy mal. Tomó malas decisiones cuando tuvo el dinero. Arrendó el peor auto que pudo, en lugar de haber ocupado mejor ese presupuesto.

-¿Te vas a comenzar a preparar para esta futura etapa?

-Este año quiero tener mi auto y correr en el desierto con mi equipo. Eso con la intención de que cuando llegue el momento de subirme a un vehículo competitivo, en unos cinco años más, estar absolutamente entrenado y no recién ahí darme cuenta que es difícil conducir rally en un auto. No soy de improvisar, pongo los pies en la tierra y planifico todo con antelación. Sé lo que es posible y lo que no.

-¿A quién admiras entre los pilotos de autos?

-Admiro a muchos, como Peterhansel, que viene de las motos y es multicampeón, Cyril Despres, que se ha portado muy bien conmigo. Carlos Sainz, Robby Gordon, Nasser Al-Attiyah... en fin. Son varios y espero poder competir mano a mano con ellos. Pero por el momento quiero ganar varios Dakar más en mi cuadriciclo.

 

 
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