La FIFA nuevamente en el ojo de huracán por cuestionadas designaciones de los países mundialistas del 2018 y 2022.
En votación unánime, el Comité Ejecutivo de la FIFA decidió dar a conocer las 430 páginas del informe que elaboró el norteamericano Michael García, en el que denuncia irregularidades en la adjudicación de Rusia y Qatar como sedes para los Mundiales de 2018 y 2022, respectivamente.
Esta decisión llega tres días después de que García renunciara a su cargo como presidente del Comité de Etica por una insólita disputa con la propia FIFA, la que contradijo abiertamente las conclusiones de su investigación. Situación que abrió una nueva brecha en la siempre cuestionada forma de operar del órgano rector del fútbol mundial, especialmente por las duras declaraciones de García tras dimitir: "Ningún comité independiente, investigador o panel de arbitraje puede cambiar la cultura de una organización".
Una vez dada a conocer la determinación del Comité Ejecutivo, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, indicó que "nosotros siempre hemos estado decididos a que se sepa la verdad. Por eso creamos una Comisión de Etica independiente que dispone de todas las medidas necesarias para hacer investigaciones por iniciativa propia".
Pese al anuncio de la publicación del informe y al fuerte impacto que ha provocado este nuevo episodio, que pone nuevamente en entredicho el actuar de la FIFA, Blatter ratificó que no se revisará la elección de Rusia y Qatar como sedes de los próximos dos Mundiales. "El informe habla sobre la historia y yo estoy enfocado en el futuro. No vamos a revisar la votación de 2018 y 2022. No hay motivos legales para revocar la decisión. Haría falta un terremoto para retirar el Mundial a Qatar".
El directivo advirtió que es importante que continúe el trabajo de la Comisión de Etica y que "cualquier mal comportamiento se investigue por completo y sus autores sean perseguidos y sancionados. Hay varios casos abiertos por acusaciones de violación de las normas y se respalda que estos casos se persigan con rigor".
Desde 2010 que existen dudas sobre la designación de Qatar como sede mundialista, pero todo explotó cuando el diario inglés "Sunday Times" denunció que Mohamed Bin Hamman, ex presidente de la Confederación Asiática, pagó 1,7 millones de dólares a cambio de votos, insinuado que podrían estar involucrados incluso miembros del Comité Ejecutivo.
Ante esto, la FIFA ordenó hace dos años una investigación a cargo de Michael García, cuyo informe fue entregado a principios de septiembre pasado. Por algún motivo, el texto nunca se dio a conocer. Por el contrario, sus hallazgos comenzaron a ser cuestionados internamente, al punto que el juez alemán Joachim Eckert, del mismo Comité de Etica, decidió cerrar el expediente sobre las candidaturas por falta de evidencia. García apeló, pero su recurso fue rechazado, lo que motivó su renuncia al organismo, aduciendo "falta de liderazgo" de la plana mayor del organismo suizo.
"La decisión me hizo perder confianza en la independencia de la Cámara, pero es la falta de liderazgo en estos asuntos dentro de la FIFA lo que me lleva a la conclusión de que mi participación en este proceso ha terminado", añadió.
El investigador empleó casi dos años para elaborar los 350 folios de su investigación, después de entrevistar a más de 75 testigos y recopilar un registro que, además de grabaciones con los entrevistados, incluye más de 200.000 páginas sobre el caso.
El informe dejó en evidencia actividades de los equipos que perseguían las candidaturas a los Mundiales de 2018 y 2022 a fin de conseguir los votos, entre ellas la entrega de regalos a personas relacionadas con la FIFA que hoy están sancionadas por el Comité de Etica. "La investigación identificó asuntos serios y de largo alcance en el proceso de postulación y elección. En los dos primeros años, tenía la impresión de que el comité de ética estaba progresando en la implementación de la ética en la FIFA. Eso cambió en meses recientes, disparó García.