Las mejores jugadoras nacionales, encabezadas por Andrea Koch y Daniela Seguel, estarán a partir del lunes en la Copa Providencia.
"Si cuesta que hoy se tome en cuenta al tenis en Chile en general, mucho más con las mujeres. Hace años que vienen siendo postergadas", dice Nicolás Massú en la previa del inicio de la Copa Providencia, el torneo de tenis femenino más importante del país y que reparte 25.000 dólares en premios.
A diferencia de lo que ocurre con los hombres, que cuentan con un Challenger y numerosos campeonatos futuros en territorio nacional, las damas apenas tienen dos campeonatos para mostrarse. Uno en marzo y, ocho meses después, el segundo y último, que comienza el lunes en el Club Providencia.
"Es difícil... Lo típico que te preguntan cuando vas a buscar apoyo es qué jugadoras tienes entre las primeras 100 del mundo, las estrellas. Siempre apuntando a lo más alto. Pero nosotros lo que buscamos es que nuestras tenistas puedan mostrarse en Chile, porque son muy pocas las oportunidades que tienen", cuenta Macarena Miranda, organizadora del certamen, que contará con la presencia de las cuatro mejores tenistas nacionales: Andrea Koch (315 del mundo), Daniela Seguel (389), Fernanda Brito (427) y Cecilia Costa (574).
Además se les entregará un wild card a Ivania Martinic (891), Catalina Vives (966) y Bárbara Gatica (sin ránking), mientras que para las clasificaciones recibieron una invitación las juveniles Fernanda Labraña, Valeria Ramírez, Natalia Cordero y Daniela López.
"Obviamente estoy mucho más cercano al circuito masculino, pero yo sé lo difícil que es para las tenistas mujeres de Chile. Tienen que viajar solas, muchas veces con poco dinero, por lo que es ideal que tengan la oportunidad de sumar puntos en su país, sobre todo, cuando hay tan pocos campeonatos", opina Massú, quien aconseja a las jugadoras nacionales no presionarse demasiado ante la opción de jugar en casa.
"Que estén tranquilas; no pensando solamente en el resultado, sino que disfruten... Ojalá les vaya muy bien. Son chicas que hacen un esfuerzo enorme en completo silencio. Insisto, desde hace años las tenistas chilenas han sido muy postergadas y necesitan apoyo y que se las tome más en cuenta", concluye el capitán de Copa Davis.
Para las jugadoras nacionales la Copa Providencia será el cierre de una buena temporada en la mayoría de los casos.
Daniela Seguel (22 años) fue quien dio más que hablar al disputar torneos de la WTA (equivalentes a los campeonatos ATP masculinos), llegando a una final en dobles junto a la argentina Tatiana Bua. Además con la serbia Vesna entró al cuadro principal en Wimbledon (cayó en primera ronda), convirtiéndose en la primera chilena en jugar un Grand Slam en 31 años. Lo negativo fue que inició la temporada en el puesto 295 y lo termina cerca del 400, lo que atribuye precisamente a que comenzó a disputar certámenes de un nivel más alto.
"Ha sido un año de transición. En el singles sobre todo me costó adaptarme a jugar campeonatos grandes ante rivales ubicadas entre las 200 mejores. Por lo mismo no acumulé muchos puntos, pero la experiencia me va a servir muchísimo para el 2015. Estoy segura de que será un gran año para mí", explica Daniela, que considera "un sueño cumplido haber jugado un Grand Slam y más aún el más tradicional, como es Wimbledon".
La "Pantera" lamenta que en Chile "se organicen tan pocos torneos femeninos. Hay muchas chicas con gran futuro que no tienen la posibilidad de salir por un tema económico y tampoco pueden sumar puntos en el país porque no hay campeonatos. Es súper complicado".
Fernanda Brito (22) coincide en que "con más torneos acá todo sería mucho más fácil. Afortunadamente el Comité Olímpico nos apoya para viajar y jugar afuera. De lo contrario sería imposible".
Haciendo un balance de la temporada, dice que "no jugué mucho, pero tuve buenos resultados con dos títulos y tres finales en torneos ITF. En general fue positivo".
