No debió ser sencillo para Nelson Acosta comandar una Selección de Chile con pesos pesados como Iván Zamorano, Marcelo Salas, Javier Margas, Nelson Tapia o José Luis Sierra.

Tuvo que lidiar con algunas situaciones polémicas, pero ninguna de carácter interno relacionado con los premios que recibían los jugadores.

En ese sentido, Acosta recuerda que "se hacía una repartición por partidos jugados y citados. Antes todos los jugadores recibían premio. Ellos mismos buscaban la manera de que todos quedaran con algo de plata".

-¿Cómo hacían eso?

-Si a un jugador no le correspondía premio por no haber jugado algún encuentro, los muchachos hacían un fondo común para repartirle algo del premio. Eso era algo que veían los jugadores, yo no estaba metido.

-¿Alguna vez advirtió polémica interna por este motivo?

-No recuerdo algún problema, porque todos recibían algo. Lógicamente que el que jugaba más partidos ganaba más. Había una escala y al que no le correspondía premio, igual le reunían entre todos un dinero.

-¿Qué le parece el sistema actual, donde varios jugadores han acusado injusticia en la repartición, apuntando directamente a Claudio Bravo?

-La verdad es que prefiero no opinar estando tan lejos de ese problema, no sé qué habrá pasado. Los que tienen que explicar son los que crearon este tipo de repartición.

-Sé que no le tiene mucha estima a Jorge Valdivia por lo de Puerto Ordaz, pero ¿qué le pareció su retorno?

-No me gusta hablar de alguien que primero dijo que no había pasado nada en Puerto Ordaz (Copa América del 2007) y luego cuando ocurrió eso del Tavelli (Valdivia y Beausejour el 2011) admitió que ahí no había ocurrido nada, pero en Puerto Ordaz sí y resulta que yo le creí que no había pasado nada y lo defendí ante todos los ataques. Eso no corresponde. Sé que uno debiese olvidar, pero a veces hay cosas que te marcan. Ahora, él sigue siendo un buen jugador y creo que lo hizo bien ante Venezuela.

-¿Usted lo hubiese llamado nuevamente luego de haber renunciado?

-Cuando los jugadores renuncian, uno como técnico habla con ellos y si ve que es una decisión tomada, no los llamo más. Eso me pasó con David Pizarro.

-¿Qué le pareció su renuncia?

-Jugar por la Selección es defender a tu país, así que tiene que ser algo muy importante o grave lo que te haga renunciar. A veces el jugador renuncia porque siente que no está en condiciones de rendir y eso incluso se valora, pero no es entendible que un jugador renuncie por renunciar, sin un argumento importante que avale esa determinación.