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El racismo que ronda al fútbol nacional

No hemos llegado al grado de lo que sucede en canchas de Europa, pero esta clase de manifestaciones existen en canchas chilenas.  

por:  La Segunda
viernes, 14 de noviembre de 2014
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  El caso del venezolano Emilio Rentería, quien esta semana fue insultado por su raza negra en el partido que disputaba su equipo -San Marcos de Arica- contra O'Higgins en Rancagua, puso el tema de nuevo en el tapete.

El jugador fue recibido en La Moneda, a modo de desagravio, mientras no pocos se preguntaban si hay racismo en el fútbol nacional. Porque una cosa es la pasión y la euforia que se vive de manera inevitable en los estadios -tanto en la cancha como fuera de ella-, y otra distinta es cuando el asunto se transforma en descalificaciones ligadas directamente al color de piel o cualquier otra característica relacionada con la raza o las creencias de quien patea el balón.

Algunos sicólogos deportivos, como Enrique Aguayo, hablan de un "mal pronóstico" de nuestra agresividad en estas lides (ver recuadro). Pero no hay consenso al respecto. Según el presidente del Sindicato de Futbolistas (Sifup), Carlos Soto, "el racismo en Chile relacionado con el color de la piel no se da. Lo que pasó con Rentería es una excepción e igual le sucedió a Giovanny Espinoza (ecuatoriano de Unión Española) cuando un rival le dijo 'negro muerto de hambre'. Pero son casos muy aislados. En Chile tendemos a ser más discriminadores con los indígenas". "La diferencia que tenemos con otros países es que acá, por lo general, no tratamos de negro a los demás de manera despectiva, más bien se hace de una forma amistosa, en cambio en Europa está prohibido decir esa palabra. Las campañas contra el racismo son feroces", dice.

-¿Lo sucedido con Rentería no califica para iniciar alguna campaña?

-Los hechos no alcanzan para hacer algo más. Los mismos jugadores de O'Higgins apoyaron a Rentería cuando le gritaron y le aclararon que eso no era habitual en el fútbol. A Chile no vienen muchos jugadores de color por el frío. Colo Colo y la U han tenido jugadores de raza, como Macnelly Torres y Mayer Candelo, pero ninguno tuvo problemas.

La próxima semana el Tribunal de Disciplina deberá fallar sobre la denuncia de la ANFP en este caso, que podría significar sanciones pecuniarias o deportivas para O'Higgins. El club, por su parte, lleva a cabo una frenética investigación para dar con los responsables.

Las reglas

Pese a que las descalificaciones racistas en el fútbol pueden parecer un asunto antiguo, su incorporación al reglamento futbolístico es relativamente reciente.

Fue en 2004 cuando la FIFA incorporó a sus reglas penas específicas para actos racistas, que luego perfeccionó en 2012, e hizo obligatorias para todas las federaciones afiliadas.

El abogado Angel Botto, quien por veinte años fue el presidente del Tribunal de Disciplina del fútbol chileno, dice que esta reglamentación "fue muy imperfecta desde el punto de vista técnico-jurídico. No sé si es una mala traducción de la disposición de FIFA o la redacción que se hizo en Chile para incorporarla al Código de Procedimiento y Penalidades no es la más adecuada, pero la norma es confusa. Desde el punto de vista interpretativo, genera conflictos que pueden ser aprovechados para obtener exoneraciones de responsabilidades sin que nadie termine siendo responsable".

Según el profesional, "puede tornarse muy injusto en un momento para determinar responsabilidades, y muy poco efectivo para probarlas".

Antes no había responsabilidad para el público y ahora sí. También responsabiliza al club del cual esas personas sean adherentes, hinchas o socios. "Se genera una ambigüedad muy grave, que puede dejar en la indefensión a muchos clubes y provocar una serie de injusticias a la hora de aplicar sanciones", comenta Botto.

En el reglamento chileno, el artículo 63 letra D establece una suspensión de cinco a 10 juegos por "humillar, discriminar o ultrajar a otras personas de forma que suponga un atentado a la dignidad humana, por razón de raza, color, idioma, religión u origen étnico, o adoptar de alguna otra manera una conducta racista y/o que denigre al ser humano".

Ese punto está muy claro, pero a continuación se establecen sanciones a clubes e hinchas que para Botto son discutibles."Si un partido hinchas de un equipo despliegan pancartas de contenido racista y/o que denigren al ser humano, se sancionará al club que se trate con una multa entre 100 y 500 UF y la obligación que dispute su siguiente partido que le corresponda actuar de local a puertas cerradas".

Si los espectadores no pueden adjudicarse a un equipo determinado, entonces se sancionará al club que oficie de local. Los castigos pueden ser de hasta dos años con prohibición de entrar al estadio, sanción a la que se exponen ahora los hinchas de O'Higgins. También puede haber pérdidas de puntos e incluso de la categoría por actos racistas, lo que incluye a jugadores, dirigentes y espectadores.

Sólo tres suspendidos

Desde que se establecieron las sanciones por actitudes racistas en 2004, sólo tres jugadores han sido suspendidos en Chile: Rodrigo Goldberg (2005); Arturo Sanhueza (2007) y el argentino Matías Manrique (2010).

Goldberg era delantero de Santiago Morning y fue sancionado con tres fechas por decirle "negro muerto de hambre" al colombiano Manuel Valencia de Osorno. Aseguró que fue un compañero suyo (sin individualizarlo) quien profirió los insultos y que el juez se confundió.

En 2006, él fue la víctima: en un duelo ante Palestino, recibió insultos por su origen judío. No hubo castigos.

Arturo Sanhueza, terminado un partido con la UC, trató de "peruano muerto de hambre" a José del Solar, entrenador cruzado. Lo sancionaron por cuatro encuentros. Tres años después, el defensa de Ñublense Matías Manrique, recibió la mayor sanción: cinco fechas, por decirle "mono" al ecuatoriano Giovanny Espinoza.

"Bajaste del àrbol..."

Caso aparte es el del colombiano Faustino Asprilla. Cuenta el ex dirigente de la "U" Pedro Cárdenas que "le gritaban en todos los estadios, era terrible. Negro c..., bajaste del árbol , come bananas . A él le daba lo mismo, aunque era doloroso y complicado".

El presidente de la ANFP, Sergio Jadue, reiteró a La Segunda el más "enérgico rechazo a situaciones que atentan en contra de la dignidad de un ser humano e importan conductas que bajo ninguna circunstancia pueden ser aceptadas ni toleradas por sociedad alguna, particularmente, por la que conforman los actores y los espectadores de un espectáculo deportivo, en especial del fútbol profesional".

Sicólogo depórtivo: "Debiéramos preocuparnos"

"Algo está pasando en Chile y es de mal pronóstico", señala el sicólogo deportivo Enrique Aguayo, quien ha asesorado a los seleccionados chilenos en eliminatorias mundialistas. "El público más agresivo era el chileno, concluimos con los seleccionados".

"Cuando fuimos a La Paz, con la rivalidad histórica que hay con ellos, el bus que nos trasladaba quedó en un taco en un camino de tierra. Nos asustamos y pensamos que la gente que nos rodeaba nos lanzarían piedras y la verdad que sus únicos gestos inamistosos fueron señalarnos con los dedos que Bolivia nos derrotaría".

"Chile ha tenido en las últimas décadas un importante crecimiento económico que no ha ido aparejado en términos culturales y éticos. Estas conductas racistas son preocupantes y como sociedad debiéramos preocuparnos", concluye.

Rodrigo Cauas, también sicólogo deportivo, piensa que esto debemos "encapsularlo sólo en el ámbito deportivo. Si Rentería va caminando por el Paseo Ahumada, nada le dirían. Estas agresiones xenófobas obedecen a una mala instrumentalización del éxito en las competencias. Quienes insultan quieren generar el mayor daño para inhibirlo. Buscan 'sacarlo del partido' y bloquear a quien ven en ese momento como una amenaza al éxito deportivo que aspiran".

Casos en el mundo: Balotelli y otros famosos han sido víctimas

Polémico, el italiano de origen ganés Mario Balotelli, ha sido objeto de constantes ataques racistas. En septiembre, incluso, la policía inglesa abrió una investigación luego que recibiera más de 180 mil tuits ofensivos. En otra ocasión, cuando era más joven, hasta rompió en llanto luego que le lanzaran un plátano en Italia, aunque ya anunció que si el hecho se repite irá a la cárcel, porque "matará" al agresor.

Mejor fue la reacción del brasileño del Barcelona Dani Alves, quien en abril procedió a recoger la banana, pelarla y morderla.

Dentro de su bitácora, el uruguayo Luis Suárez también tiene un caso de racismo: en 2011, el francés Patrice Evra denunció que lo había tratado de "negrito", palabra que no entendió pero asumió que era ofensiva. Suárez fue multado y suspendido por ocho partidos. Esa vez, al menos, no hubo de sus ya famosos mordiscos.

Tres fueron los juegos de castigo que recibió el checo Milan Baros en 2007 jugando en Francia, cuando la televisión mostró como hizo el gesto inequívoco de que "algo huele mal" en dirección del galo Stéphane M'Bia. El año pasado en Rusia, las ofensas contra Yaya Touré, volante del Manchester City de Pellegrini, fueron tales que el CSKA de Moscú aún hoy juega sus partidos sin público. Incluso peor, el marfileño llamó a boicotear el Mundial del 2018 si el trato a los afroamericanos no mejora en el futuro país anfitrión.

Jean Beausejour: "No le doy importancia"

El caso de Jean Beausejour Coliqueo es especial. El seleccionado chileno, con dos mundiales en el cuerpo, es hijo de padre haitiano y madre mapuche, lo cual lo convierte en blanco ideal para ataques racistas o discriminatorios. Pese a no haber vivido ese trauma, el delantero estaba preparado para afrontarlo.

"Cuando uno tiene las convicciones claras, las discriminaciones no te dañan. A veces miro con más pena a la gente que discrimina y a lo mejor me pasa más seguido de lo que creo y no me doy cuenta tampoco, no le doy importancia. Nunca le di la importancia, porque los cimientos estaban fuertes. En mi casa me formaron con esa idea, que ninguna ofensa es más grande que las convicciones que uno pueda tener", sostuvo a revista Sábado este año.

El 2009 admitió en TVN que "si bien lo que más aflora en mí es la tez negra africana, me siento súper identificado con el pueblo mapuche. Me ha pegado más el tema mapuche, porque siempre en mis vacaciones tuve la oportunidad de participar de muchas de las costumbres".

Beausejour hizo las divisiones menores en Universidad Católica, tras un pequeño paso por la U. Saltó a la fama jugando por la Selección Sub 23 que disputó el Sudamericano en Chile el 2004. En esa época los medios lo compararon con "Palmatoria", el eterno suplente afroamericano de la revista Barrabases. Si bien algunas crónicas internacionales dan cuenta de que en algún momento le molestó el apodo, después lo tomó con humor: "Voy a hacer todo lo posible por ganarme un puesto de titular, porque Palmatoria siempre era reserva de Pirulete".

Su ex técnico, Fernando Díaz, relata que "Jean nunca sintió molestia o incomodidad por algo de tipo racista. Lo de Palmatoria era algo de la prensa". Después de la U. de Concepción, Beausejour inició un largo periplo internacional que lo transformaría en titular de la Roja en dos Mundiales. En ese periodo ocurrió el "Bautizazo" ( 2011), cuando cinco seleccionados -entre ellos Beausejour- llegaron tarde y aparentemente bebidos a la concentración de la Roja que comandaba Claudio Borghi. Los trascendidos sobre lo sucedido en Pinto Durán fueron varios y uno de ellos fue relatado en el programa "Mentiras Verdaderas" de La Red por uno de los periodistas invitados: este señaló que Alexis Sánchez recriminó a Beausejour diciéndole: "¡Qué vai a pedir disculpas tú, mono conchetumadre!".

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