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"Hasta que la muerte los separe": La pasión de los deportistas extremos

El trágico deceso del saltador de Base Jump Ricardo Rojas, visto por quienes más de alguna vez han estado a un tris de perder la vida.  

por:  Cristián Bustos, La Segunda
viernes, 03 de octubre de 2014
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El "efecto ganador" o winner effect ha sido estudiado en la psiquiatría como un estímulo fisiológico que deriva en una verdadera inyección de dopamina al cerebro, descrita como la hormona del placer y la felicidad, y que los deportistas extremos buscan incansablemente aun a riesgo de su propia vida.

Así habría ocurrido en Suiza con el chileno Ramón "Chapa" Rojas, saltador de Base Jump, que desde las alturas (3.000 o 4.000 metros) se lanzaba con un vestuario similar a un murciélago y tras planear descender en paracaídas... sólo que en su caso no se abrió.

"El juego de las posibilidades"

El psicólogo deportivo Rodrigo Cauas dice que esta clase de deportistas responden a perfiles ya estudiados y que se trata de personas adictas a las endorfinas y por lo cual llevan su cuerpo a límites físicos, pero también a la adrenalina, que no es otra cosa que "un juego al límite de las posibilidades".

Este 'juego de las posibilidades' "los lleva a tomar decisiones muy riesgosas y cada vez que logran sortearlo con éxito vuelven otra vez a intentarlo en busca de estos placeres que fisiológicamente se desatan en sus cerebros", afirma.

"Ellos están atrapados en situaciones que cada vez son más complejas", dice por su parte el psicólogo Enrique Aguayo, quien precisa que "la necesidad de adrenalina es cada vez más demandante y por eso los riesgos aumentan".

El profesional explica que la forma de introducirse en estas disciplinas empieza en "grupos de pertenencia o influencias recíprocas".

"Para ser parte de ellos el grupo aumenta la complejidad de los riesgos. Es una espiral, una escalada en la que es muy difícil sustraerse y los logros son más valorados en la medida que el riesgo de muerte es mayor", acota Aguayo.

En la ciudad de Hemet, California, vive hace una década Javier "Astroboy" Villegas, el "freestyler " que ha llegado a situarse entre los mejores del mundo haciendo acrobacias a gran altura en moto.

Villegas cuenta que venía llegando de su último entrenamiento cuando se enteró del fallecimiento de Ramón Rojas. "El hecho de que fuera un compatriota, un campeón mundial y amante de deportes alternativos igual que yo, me impactó y te llega. Mi esposa lo encuentra difícil de aceptar, pero la forma en que lo veo yo es que si te vas del mundo haciendo lo que tú quieres, no hay mejor forma de partir. Si es lo que realmente te apasiona, te vas con una sonrisa en el rostro y con tus propias reglas".

-¿Qué tanto los afectan estas tragedias?

-Lo que más tengo pendiente es que debo estar en la mejor forma física y mental para disminuir los riesgos. Sabemos el riesgo que corremos y que cualquier caída nos puede causar una lesión grave e incluso la muerte, pero tratamos de mantenerlo fuera de la cabeza. Sabemos que puede ocurrir pero no pensamos en eso.

-¿Cuáles han sido tus accidentes más graves?

-Fue el año pasado cuando me fracturé la cadera por lo que debí estar hospitalizado, significó una operación, mucha pérdida de sangre y vivir algo que no había vivido.

-¿Tras ese accidente no pensaste cambiar de actividad?

-He tenido un año amargo. Me recuperé bien de esa lesión y fui a un torneo internacional y me fracturé el fémur derecho. Fue dos meses antes de la competencia más importante del año que son los X Games. En ese período lo único que hice fue ir diariamente a terapia para poder competir. El día de la competencia en las últimas prácticas, por malas condiciones climáticas, me volví a caer y fracturar el fémur y no pude participar.

-Como para deprimirse...

-Fue la vez que pensé hasta aquí no más llegué, no quiero seguir lesionándome, no quiero seguir sintiendo dolores, ni pasar más por esto... fueron tres meses para poder recuperarme psicológicamente y volver a subirme a una moto.

-¿Hasta qué edad piensas competir?

-Tengo 31 años, no soy viejo, pero en este tipo de deportes extremos entras a los 30 y empiezas a tocar la puerta de salida porque el cuerpo ya no es tan flexible y no te recuperas tan rápido de las caídas...

-¿Conoces freestylers que se hayan matado?

-Si, cuatro pilotos han muerto en los últimos cinco años. Yo los conocía y eran amigos míos. Uno fue por condiciones climáticas, dos por fallas de motos y otro que saltaba en moto en nieve cometió un error en la acrobacia.

-¿No has pensado un cambio en tu vida?

-A mí me gusta mucho todo el tema de la moto y el freestyle y no tengo ganas de salirme todavía. Estoy bastante enfocado en recuperar mi nivel. Me gusta transmitir lo aprendido a las nuevas generaciones para que no se caigan tanto como nosotros que fuimos los pioneros. Todo lo que se aprendió fue por errores; no había conocimientos de toda la ciencia que hay detrás, como los "palanqueos" en el aire, los movimientos de cabeza y lo que permite hacer las acrobacias con seguridad.

"Reflexiono sobre los riesgos"

Vicente Sutil, 20 años, considerado la gran promesa nacional del " freeskier " (ski fuera de pista en la alta montaña), en el que se pueden alcanzar velocidades en bajada que superan los 100 km/hora, quedó impactado con la muerte esta semana del canadiense Jean Philippe Auclair y el sueco Andreas Fransson, por una avalancha a 350 kilómetros al interior de Coyhaique en el monte San Lorenzo en la Patagonia a 3.700 metros de altura.

"He tenido muchas caídas e incluso he quedado inconsciente... Yo reflexiono sobre los riesgos que corremos", dice.

El mayor son las avalanchas. "Zafar es muy complicado. Tienes un 80 por ciento de posibilidades de salir vivo si te rescatan dentro de los primeros 15 minutos, después las opciones van disminuyendo por cada minuto que pasa", apunta.

Pese a ello el rider asume el costo de sus decisiones. "Competir llena mi vida y quiero seguir hasta que el cuerpo aguante. Me gusta lo que hago y si me fuera a ocurrir algo prefiero que sea en la montaña y no que me atropellen en la calle".

Cristóbal "Chopo" Díaz es la gran estrella chilena de freeskier y fue amigo de Ramón "Chapa" Díaz, desde que formaron parte de las patrullas de esquí en Valle Nevado. Estaba en las Termas de Chillán cuando conoció su deceso. "He perdido a varios amigos en la montaña por avalanchas o choques con rocas. Son situaciones que forman parte de nuestra realidad".

Díaz no planea cambiar de actividad. "Partí a los 17 años y he tenido accidentes como lesiones a la columna y a las rodillas. En freeskier se corren riesgos, pero el Base Jump es mil veces más riesgoso. En esquí te caes y puedes esguinzarte o fracturarte, pero en el otro te caes y te mueres irremediablemente".

Resume: "Voy a continuar hasta cuando pueda. Al final es lo que a uno lo hace feliz. El 'Chapa' murió haciendo lo que le gustaba. De qué te sirve que te amarren a una cama o sentado en un sillón que sería lo mismo que morir sólo que de aburrimiento".

"Ser más cautelosos"

Soho Langbehn a los 22 años es la campeona chilena de escalada, actividad que comparte con el boulder (en muro) y sus estudios de Derecho en la Universidad de Chile. "La escalada es un deporte de riesgo que puedes controlar en la medida que no cometas errores".

"Es difícil al enterarse de este saltador de Base Jump. Tengo amigos en la escalada que lo conocieron en las montañas y por lo que me han contado es un deporte demasiado riesgoso. Un gran número de los que lo practican mueren", indica.

"En la escalada los riesgos son menores si se toman las medidas adecuadas de seguridad. El desafío no está dado por la altura de la montaña, sino que por el grado de dificultad que tiene subirla.

-Estar a 60 o 90 metros de altura en una pared de roca no es menor...

-No, yo estoy muy conciente del miedo y que es mejor sentir ese miedo, porque te obliga a ser más cautelosa y no arriesgar innecesariamente.

 
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