Iván Zamorano y Marcelo Ríos, dos de los mejores deportistas de nuestra historia, se retiraron profesionalmente con menos de un año de diferencia y se calcula que, al momento de decir adiós, sus patrimonios eran similares.

Sin embargo, hoy sus presentes son diametralmente opuestos. Mientras el "Chino" se puede dar el gusto de asesorar al equipo chileno de Copa Davis y dar charlas motivacionales ad honórem, "Bam Bam" enfrenta millonarias demandas bancarias.

¿Cuál fue la diferencia?

Don Jorge y Marimay

Sumando y restando, cuando Zamorano dijo adiós poseía un capital cercano a los 25 millones de dólares, gracias a sus contratos con el Real Madrid de España y el Inter de Milán en Italia principalmente.

Mientras la fortuna personal del ex número uno bordeaba los US$ 30 millones. La menor parte de esos ingresos fueron por concepto de los premios que consiguió jugando al tenis -US$ 9,7 millones- y el resto por contratos publicitarios; los principales fueron con Nike (3 millones de dólares al año), las raquetas japonesas Yonex, Entel y los relojes suizos Tag Heuer.

También se incluyen diversas exhibiciones, primas por participar en ciertos torneos en el extranjero y bonos por jugar en Copa Davis.

Pero pese a su eterna imagen de rebelde, logró un manejo económico ordenado y próspero para el resto de su vida.

Cuando el "Chino" despuntaba como juvenil, aceptó la propuesta de asesoramiento de la firma multinacional IMG, a partir de lo cual fundó 'Inversiones El Aromo' para manejar sus finanzas y 'Marimay' -acrónimo para Marcelo Ríos Mayorga- para toda clase de servicios publicitarios, promociones y eventos.

Esta sociedad existe desde 1993 junto a su padre, Jorge. El ingeniero, socio de la empresa constructora 'Delta S.A.', ha sido una figura clave y, como "viejo zorro" de los negocios, asesoró a su hijo desde el comienzo y hoy ambos tienen sus despachos uno al lado del otro en un edificio en Presidente Riesco.

Al principio, aunque siempre estaba pendiente, Marcelo dejaba los detalles en manos de sus asesores, pero ya retirado comenzó a involucrarse cada vez más y tomó estudios, tanto en Chile como en el extranjero, sobre administración y finanzas.

Así, además de 'Marimay' -que hace cinco años se dividió y ahora se orienta a todo tipo de inversiones-, el año pasado fundó su propia empresa individual de responsabilidad limitada, 'EIRL'.