El "paseo" de Estados Unidos en el último Mundial de Básquetbol reafirmó su supremacía histórica en esta disciplina. Pero no es el único caso.
A nivel olímpico, los equipos estadounidenses de básquetbol han ganado 21 de las 28 competencias disputadas hasta la fecha, una estadística que impresiona.
Pero lo que no dicen los números es que a contar de los Juegos de Barcelona en 1992 este deporte sufrió una verdadera revolución, cuando la Federación Internacional permitió la participación de profesionales. En otras palabras, cuando pudieron participar las estrellas de la NBA.
Antes de eso, los estadounidenses ya eran la gran potencia, pese a sólo poder emplear a jugadores universitarios -de hecho, el gran referente de aquel inolvidable "Equipo Soñado", Michael Jordan , ya había ganado en Los Angeles 84- pero desde aquella cita en España sólo una vez no terminaron en lo más alto del podio... y el bronce conseguido en Atenas 2004 generó una remezón tal que se replanteó por completo el verdadero compromiso de sus figuras, al punto que jamás volvieron a tener un partido donde peligrara la victoria, e incluso alcanza para que se puedan imponer con comodidad en un Mundial como el que recién concluyó, pese a no contar con lo mejor de lo mejor.
Pero si en hombres la NBA marca pauta, su símil femenino es aún más dominante. Las estrellas de la WNBA recién pudieron participar en Sydney 2000 y jamás han perdido. Así, jugadoras como Lisa Leslie , Katie Smith , Sue Bird , Tamika Catchings y Diana Taurasi acumulan tres oros olímpicos en sus colmados salones de trofeos, algo que ninguno de sus pares masculinos puede contar.
El deporte oficial en Corea del Sur es el taekwondo. Sin embargo, a la luz de los resultados, ese honor bien podría pertenecer al tiro con arco.
Desde que el país fue anfitrión de sus únicos Juegos Olímpicos -en Seúl 1988- ha dominado esta disciplina, ganando 18 de las 28 medallas de oro disponibles.
Pero donde rozan lo ridículo es en la rama femenina, ya que desde entonces sólo una vez que no terminaron en la cima del podio. Y esa única vez, en la competencia individual de Beijing 2008, obtuvieron la plata y el bronce.
El predominio también se manifiesta en los Campeonatos del Mundo, donde su efectividad aún mayor.
Actuaciones que le permitieron a figuras como Kim Soo-Nyung , Park Sung-Hyung y Yun Mi-Jin acumular una cantidad increíble de trofeos.
Cuando China comprendió que para dominar el mundo no sólo le bastaba con conquistar el plano económico, sino también el deportivo, comenzó a figurar en actividades antes impensadas, como el atletismo y la natación.
Pero, de paso, reforzaron los que ya eran sus puntos fuertes. En especial, en tres disciplinas.
La primera es el tenis de mesa. Desde los JJ.OO. de Barcelona 92, han ganado 22 de los 24 oros posibles, un increíble 92% de efectividad. Y el dominio no tiene para cuando terminar: en las dos últimas Olimpíadas sus representantes, masculinos y femeninos, disputaron entre sí todas las finales individuales.
En el bádminton les va un poco peor. Desde Sydney 2000, han ganado quince de veinte competencias, pese a la temible competencia que representan sus vecinos del Lejano Oriente. El que ha brillado con luces propias es Lin Dan , quien ya ganó todos los grandes campeonatos, incluyendo los 2 últimos oros olímpicos y 5 Mundiales en que participó; no por nada, la idolatría que "Súper Dan" genera en China es legendaria.
Por último, los clavados. En los últimos tres JJ.OO., han ganado 19 de las 24 pruebas y hay especialidades donde derechamente no se les puede competir. En particular en el trampolín, donde Guo Jingjing y Wu Minxia , solas o en pareja, acumulan un total de 25 títulos olímpicos y mundiales. Entre los varones, Qin Kai es otro que se ha llenado de oros a todo nivel.
Decir que el atletismo de velocidad es un monopolio de Jamaica es una exageración, pero en los últimos años, con figuras como Usain Bolt y Shelly Ann-Frazier , se ha reforzado su sitial como el país más rápido del planeta.
Lo curioso con los caribeños es que no han sido capaces de traspasar todo su talento innato a otras disciplinas: en toda su historia, han ganado 67 medallas olímpicas, pero sólo una no fue en atletismo, y apenas tres no se registraron en pruebas de velocidad pura.
Aunque parezca increíble, existe un símil casi exacto, pero en la rapidez sobre hielo. En los Juegos Olímpicos de Invierno, Holanda ha cosechado un total de 37 medallas doradas, 35 de las cuales fueron gracias a sus 'sprinters', como Ireen Wust y Sven Kramer , entre otros.
Lo que jamaicanos y holandeses tienen en velocidad, los keniatas lo tienen en resistencia, ya que 18 de sus 25 oros fueron en pruebas de fondo. Y ni hablar de Etiopía, donde sus 21 triunfos olímpicos han sido en distancias igual o superiores a los 5.000 metros.
Mientras, en Azerbaiján, todo es fuerza bruta: el 92% de sus medallas se reparten en lucha, judo, boxeo y pesas.
Todos estos casos pueden tener justificaciones geográficas, fisiológicas o culturales, pero lo de Eslovaquia se sale de toda explicación. Desde que compite como nación independiente tiene 7 oros, todos en... canotaje.
Aunque la desaparición de la Unión Soviética hizo que el talento se repartiera, hay disciplinas donde los rusos siguen siendo imbatibles. En especial, aquellas donde expresan su rica cultura artística.
Es cosa de ver lo que ocurre en la gimnasia rítmica. A diferencia de la artística, donde sus competidoras pelean mano a mano con chinas, rumanas y estadounidenses, aquí no tienen contrapeso. Con figuras como Alina Kabaeva y Yevgenia Kanayeva , en este siglo aún no saben lo que es perder a nivel olímpico.
Algo parecido ocurre en el nado sincronizado, ya que desde Sydney 2000 han ganado siempre, en duplas o por equipos. Las "Anastasias", Davydova y Yermakova , han sido sus estrellas más recientes.
Desde que, a fines del siglo XIX, el Imperio Británico llevó a Londres a la selección neozelandesa de rugby que la imagen de los famosos "All Blacks" es temida por todos sus rivales.
No cabe duda que se trata de la mejor selección del mundo, pero durante décadas no había una forma de demostrarlo. Y esta finalmente llegó en 1987, con el primer Mundial, celebrado en Nueva Zelandia.
Sin embargo, tras consagrarse como locales, los "All Blacks" vieron como sus dos grandes rivales del hemisferio sur -junto a los "Wallabies" de Australia y los "Springboks" de Sudáfrica- ganaban el evento dos veces, mientras ellos tuvieron que esperar hasta la última edición, de nuevo jugada en casa, para poder repetir.
