La tensión aún se respira en Católica por el magro desempeño del técnico Julio César Falcioni, quien mañana tendrá su prueba de fuego por Copa Sudamericana.

En la antesala de aquel trascendental duelo, Ricardo Lunari, uno de los ídolos de la UC tras ser subcampeón de la Copa Libertadores de 1993 y campeón en el torneo nacional de 1997 junto al "Beto" Acosta, apunta directamente a los dirigentes por la elección del entrenador y el plantel cruzado.

"Como todos los hinchas veo con preocupación lo que sucede en Católica. Obviamente nadie está contento".

-¿Qué opinión tiene de Falcioni?

-Es un técnico exitoso que le ha ido bien en muchos clubes, pero hay que ver si el estilo que pregona se adapta a lo que le gusta al hincha de Católica. La gente no está conforme con lo que él pretende y por lo mismo las críticas caen ante cualquier resultado negativo. Si un entrenador adhiere a un sistema que es propio de la idiosincrasia de cada club, por más que le vaya mal, la gente igual va a estar más contenta, pero si el sistema es distinto a lo que acostumbra ver el hincha y más encima no llegan los resultados, por cierto que habrá mucho enojo.

-El problema es que van cuatro derrotas consecutivas y el clima interno comienza a enrarecerse

-El ambiente está pesado. Hay momentos en que estas cosas no pasan por un asunto del técnico o los jugadores, hay también un descontento hacia la directiva. Todo esto ha generado un combo muy explosivo y si los resultados no acompañan, termina pagando las consecuencias todo el mundo y está bien que sea así, porque la culpa de lo que se ve en el campo no sólo es de los jugadores y cuerpo técnico, también la responsabilidad es de la directiva y el gerente deportivo, además de toda la gente que participa en la elección o selección del plantel.

-¿A su juicio, el remezón debiese ser precisamente en aquellas cúpulas?

-Son los dirigentes los que tienen que evaluar la situación y definir lo que es mejor, lo que sí tienen que tener más en cuenta, y es algo que hace mucho no hacen, es escuchar la voz del hincha. No encerrarse y pensar que el hincha no puede dar buenas sugerencias. La gente tiene derecho a expresarse. Son los hinchas los que mantienen el fuego de las instituciones.

-¿Qué cree que pediría ese hincha?

-Que las personas estén identificadas con el club, que se entreguen el máximo, que mojen la camiseta. A mí particularmente me ha dolido por mucho tiempo que a Católica lleguen jugadores totalmente identificados con equipos rivales. Y de los que estamos identificados con el club muy pocos han podido trabajar en él. Son cosas que no se corrigen y que lo único que hacen es aumentar la brecha entre dirigentes y la hinchada.

-¿Se puede revertir este momento?

-Aún queda mucho torneo y puede ser una linda sorpresa clasificar a la fase siguiente de la Sudamericana en Uruguay. Sería un golpe anímico importante.

-Parece que los jugadores no tienen sintonía con el estilo de Falcioni...

-Eso es lo que hay que evaluar cuando se elige al entrenador y esa es una labor de la directiva y el gerente. En el fútbol todo el mundo conoce las características de determinado entrenador y al escoger se tiene que ver si las cualidades de los candidatos son compatibles con jugadores y con lo que quiere el club.

-¿Se eligió mal?

-No lo sé, pero la directiva tiene que estar evaluando todos los días.

-¿Qué opina de Luis Larraín?

-No lo conozco personalmente, pero ojalá el día de mañana podamos decir que fue el mejor presidente de la Católica.

El peso de los ídolos cruzados

-Usted no ha podido ser parte de la institución luego de haber jugado en una de las mejores épocas de la UC...

-Así es, pero no es un tema de mí nada más, también hay casos como los de Ignacio Prieto o Patricio Toledo, gente valiosa que está en otras instituciones.

-¿Por qué históricamente hay tan pocos ídolos vinculados a Católica?

-Quizás porque sea un peso muy grande tener a los jugadores históricos ahí. A veces el cariño de la gente al dirigente le asusta, entonces es mucho más fácil trabajar con gente que le es indiferente al público que con aquellos a quienes los hinchas le tienen aprecio.