¿Cómo sobrevivir luego de dedicarse profesionalmente a una disciplina que no deja los mismos millones que el fútbol?
Hace un año Cristián Bustos cerró su tienda de artículos deportivos.
Bien es sabido que la carrera de los deportistas no dura mucho. Por eso, varios de ellos deciden invertir sus recursos de manera paralela a la actividad competitiva con el fin de enfrentar de mejor manera la vida cuando llega la hora del retiro.
Después de su retiro definitivo en el 2010, el más exitoso triatleta chileno Cristián Bustos, que ganó distintas versiones de Ironman en Alemania, Canadá y Brasil, debió acostumbrarse a vivir de otras actividades laborales.
"Cuando corría y estaba en mi mejor momento, ya tenía en mente proyectos para después vivir de ellos en el futuro. Es muy difícil reinventarse para un deportista porque tu carrera dura muy poco y a los 40 años ya tienes que estar haciendo otras cosas. Si no te preocupas cuando joven, después es frustrante darte cuenta que tienes que empezar a ganarte la vida en cualquier cosa", admite.
Elegido el "Mejor de los Mejores" por el Círculo de Periodistas Deportivos de Chile en 1989, las primeras experiencias no fueron auspiciosas: creó una fábrica de alimentos energéticos con su nombre y una tienda de implementos deportivos que no fructificaron. "Terminé vendiendo porque el costo de mantención y logística era demasiado alto. O me asociaba con alguien para inyectarle más recursos o vender. Opté por lo segundo", cuenta.
Hoy el ex triatleta está al frente de su consultora deportiva, el Team Bustos que cuenta con más de cien corredores. Está entusiasmado, pues aunque no gana decenas de millones, le alcanza para vivir tranquilo. Además, se ha ido convirtiendo en un gestor deportivo y organiza diversas corridas por Santiago. "Lo que más me gusta es el fomento del running y el triatlón. Estoy con el cross country porque es muy fácil llevarlo a la práctica. En el parque O'Higgins o el parque Araucano pueden correr un fin de semana unas 2 mil personas sin problema. Hasta ahora me ha ido bien, no me quejo. Pero, obviamente, hay que ser muy creativo para poder reinventarse con éxito".
A futuro el "hombre de acero" sueña con implementar un programa gubernamental de "hacer correr a 100 mil niños mensualmente. He estado hablando con gente del Gobierno y en los próximos meses tendremos novedades", anuncia.
Matías Brain, 40 años, otrora triatleta profesional y que representó a Chile en los JJ.OO. de Sydney 2000, dejó de competir en el 2003 y su retiro pasó por la falta de financiamiento.
"Me vi en la necesidad de trabajar. Comencé a prestar mis servicios en gimnasios; después me metí de lleno en el entrenamiento a personas que querían vivir la experiencia de correr un triatlón. Era un nicho de desarrollo y fundé el centro deportivo Brain Team que hoy cuenta con más de 200 socios", señala.
"Sigo vinculado con el triatlón -añade-, pero ahora como entrenador. Transmito la experiencia de más de 15 años en el alto rendimiento. Estudié educación física así que entrenar es mi ámbito laboral. He ido ampliando mi rango de acción y realizo eventos deportivos. Organicé durante nueve años el triatlón de Piedra Roja y este año haremos por primera vez un evento en Pichidangui como preparación para el triatlón de Pucón".
Matías confiesa que en su época de deportista profesional nunca pensó en el retiro y que "eso le pasó la cuenta".
"Me costó mucho al principio porque no me preparé con anterioridad. He tenido altos y bajos, pero en general ha sido positivo. Me llena completamente el aportar al desarrollo del triatlón aquí en Chile. Después de que nos retiramos con Cristián Bustos, hubo una especie de "sequía" deportiva: había muy pocas competencias y gente participando o entrenando. Hoy es distinto y me alegra, gracias a que nos atrevimos a emprender".
El argentino afincado en Chile, Jorge Acosta desarrolló gran parte de su carrera aquí. Fue ganador del Ironman de Pucón. Hoy está enfocado en su club de triatlón y running el Andes Team. "Antes de retirarme ya me dedicaba a entrenar personas para competir en maratones o triatlones. También daba clases de natación. Estudié educación física y ahora que no estoy compitiendo me dedico más a la enseñanza", apunta quien también fue campeón del triatlón de Piedra Roja de Chicureo y Puerto Velero. Reconoce que nunca se vio como un profesor en un colegio haciendo clases a los alumnos. "No digo que no lo vaya a hacer en el futuro, pero lo mío está más ligado a la preparación física para competencias". Acosta se prepara a dar un salto empresarial que espera vaya de la mano de su team y que es la gastronomía. "Me gusta mucho la cocina y tengo un buen proyecto. Tiene que ver con la buena mesa y la idea la vengo conversando con mis padres. Creo que será algo nuevo en la cocina chilena".
