Con 23 años, Benjamín Vidal vive un momento clave en su carrera. Formado en O'Higgins, durante el Mundial dejó al club de Rancagua (donde fue campeón del Apertura 2013) para reforzar la defensa de la Universidad de Chile, que le ganó la "pulseada" a Colo Colo, donde también interesaba.

Una apuesta que él reconoce aceptó inmediatamente -"altiro dije que sí"- pero que comienza a entender abarca elementos que van más allá de los futbolísticos.

"Allá el equipo era cubierto por los mismos periodistas de siempre y uno ya era amigo de ellos. En cambio, acá en la U estás siempre rodeado de mucha gente", dice, asumiendo que aún no se acostumbra del todo a temas como dar entrevistas o sesiones fotográficas.

"Le voy agarrando el ritmo de a poco y lo bueno es que, creo, me he adaptado fácil. No me gusta mucho verme en los diarios o que me destaquen demasiado, porque creo que no sirve de mucho hablar si eso no se demuestra en la cancha", recalca.

Trabajo silencioso

Para su "pesar", esos elogios ya han comenzado, siendo uno de los buenos elementos en el perfecto arranque de la U en este torneo.

"Creo que hemos dado una buena imagen. Tuvimos buen funcionamiento y, aunque fueron por el mismo marcador -3-1 a Cobresal y O'Higgins- el segundo nos dejó mucho mejores sensaciones".

-¿Sabes que, en este equipo, cualquier cosa que no sea el título será un fracaso?

-Claro, en esta institución se tomaría así. Pero es bonito trabajar con esa presión, así no tenemos espacio para relajarnos.

-Pero ya hay quienes dicen que son los principales candidatos...

-Es apresurado, porque más allá de ganar, no sirve de nada si no lo reflejamos en el partido siguiente.

-¿Cuál será su mayor rival?

-El siguiente que nos toque, así debemos tomarlo. Pensar que el próximo rival tienes las armas para hacernos daño, así nos vamos a mantener concentrados.

-Los refuerzos han respondido, pero tu aporte tal vez no ha sido tan destacado...

-Eso no me importa, está claro que el trabajo defensivo a veces es silencioso, pero uno está aquí para trabajar y los elogios vendrán después, teniendo buenas actuaciones.

-¿Y cómo han sido estas semanas con Martín Lasarte como entrenador?

-Buenas, aparte de que las ideas que da son súper claras y eso nos ayuda a reflejarlo en la cancha.

-¿Conversaron del título que le ganaste con O'Higgins cuando estaba en Católica?

-Sí, tuvimos una conversación por ahí (risas). Pero eso queda en la cancha, ahora nos une este club y estamos todos remando para el mismo lado.

La estatura, irrelevante

En el Mundial se habló mucho de la poca estatura de la defensa chilena, y Vidal integra una prometedora generación de zagueros jóvenes que superan los 1.80 metros.

Pero eso, para él, es irrelevante. "No sé si es tan fundamental el tema de la altura, porque todos los jugadores que fueron al Mundial anduvieron bien. Yo, personalmente, estoy esperando mi oportunidad, sin apurar los procesos y yendo paso a paso. Lo otro vendrá solo".

-¿Pero coincides en que junto a Lichnovsky, Roco y Robles, entre otros, representan el recambio?

-Sí, pero eso hay que demostrarlo en la cancha. Todos ellos son jugadores de muy buen nivel y, creo, con las mismas ganas que tengo yo de ser considerados y de alguna vez ser nominados.

-Pero sería lindo poder jugar la próxima Copa América, por ejemplo...

-Sí, es un sueño, pero en lo único que me estoy enfocando es en mi presente y en la U. Siempre digo que el trabajo, tarde o temprano, da sus frutos.