El alto costo impuesto por el Cagliari generó largas jornadas de debate interno.
La U peleó por Pinilla y finalmente éste se quedó en Italia.
No era una obligación ni una imposición del técnico Martín Lasarte la llegada de Mauricio Pinilla a la U. Sin embargo, cuando los directivos iniciaron los contactos con el atacante antes del Mundial y advirtieron que su deseo era retornar a Chile, creció la esperanza en la mesa directiva de Azul Azul.
Los tiras y aflojas comenzaron hace dos meses, mientras el equipo comenzaba a estructurar la nueva plantilla para el Torneo de Apertura. Todo marchó rápido cuando Pinilla dejó en claro que quería vestir la camiseta de la U; de hecho, no hubo problemas en acordar un salario superior a los $18 millones mensuales, sin embargo la cosa tomó otro color cuando desde Italia Cagliarí exigió US$ 3 millones para dejar partir al seleccionado nacional.
"Nadie se opuso a la llegada de Mauricio, es un ídolo y referente del club y un delantero de lujo, así que en ese sentido hubo aprobación total; sin embargo, cuando se supo lo que iba a costar, ya no hubo unanimidad", cuentan desde el interior de la mesa directiva.
Si bien, la mayoría aprobó seguir adelante con la negociación, tres directores se mantuvieron reacios a la idea de desembolsar tamaña suma por un jugador que no podrían volver a vender. El resto entendía que era mucho, pero se apegaba a la esperanza de que el Cagliari retirara ese monto.
Hubo permanentes debates internos respecto de los distintos aspectos de la negociación que iban surgiendo en el camino. Aseguran en la U que fueron largas y varias las jornadas de discusiones por intentar reducir el costo de la operación, y si bien el ambiente no llegó a caldearse a un nivel de poner en peligro la estabilidad de la mesa directiva, sí se admite en la institución que "el tema desgastó".
Todo dependía del Cagliari y de las gestiones que el propio Pinilla pudiera realizar en torno a no cobrar por su salida o al menos bajar considerablemente la cifra solicitada.
La sorpresa fue mayúscula. Cagliari finalmente no aflojó. La rebaja que hizo fue insuficiente y la negociación se cayó. Esto gatilló una profunda desazón interna.
"Fue una lata básicamente por todo el desgaste que significó la operación, mucho desgaste interno para que se caiga al final", admite otra fuente de Azul Azul, que asegura además que existía un convencimiento pleno de que el Cagliari cedería al jugador gratis o que al menos se bajarían bastante en sus pretensiones, pero nada de eso ocurrió.
Otro momento que generó debate fue la posible venida de Rodrigo Tello, a quien finalmente se desestimó. Martín Lasarte, en tanto, se mantuvo ajeno a esta situación (ver recuadro). No planificó pensando en Pinilla y sólo una vez caída la operación solicitó un nuevo delantero.
El cuadro azul cuenta con una sobrepoblación en el ataque que le otorga al técnico Martín Lasarte muchas variantes para los encuentros.
En total son siete los delanteros con que cuenta el estratega uruguayo: César Cortés, Patricio Rubio, Sebastián Ubilla, Gustavo Canales, Juan Ignacio Duma, Sebastián Zúñiga y Enzo Gutiérrez.
De todos modos, en la U aún no dan por cerrado el tema de los refuerzos. De hecho, el DT azul espera por un ariete más, aunque, según cuentan en el CDA, Lasarte comunicó que tampoco es una urgencia.
