A menos de un año y medio desde que se fuera el actual técnico de la Selección, los logros han escaseado pese a la enorme inversión de Azul Azul, que continuará este semestre. El desafío de la nueva dirigencia no sólo es afinar la puntería, sino también darle mayor cabida a la cantera juvenil.
Según se señala en Azul Azul, dichas contrataciones llegarán en acuerdo con el nuevo entrenador, pero ya se adelanta que serán nombres "calados", con experiencia y categoría.
Para ello, hay un piso de 3 millones de dólares, que dada la premura por buenos resultados es probable se desembolse... o incluso un poco más.
Eso traería, como consecuencia, que en el poco menos de año y medio desde que se acabó la "era Sampaoli" (en noviembre de 2012), Azul Azul ya habría gastado más de US$ 10 millones; un período en el cual lo único que se celebró fue una Copa Chile.
Desde entonces, han llegado 16 jugadores nuevos al plantel, con una inversión que sobrepasa los 7,5 millones de dólares.
A fines de ese mismo año ya habían sido abrochados Ramón Fernández (US$ 1,6 millones), César Cortés (US$ 400 mil), Isaac Díaz (US$ 300 mil) y el juvenil Rodrigo Ureña (US$ 240 mil). Este último está hoy a préstamo en Cobresal y, de los demás, sólo Díaz pasa el balance con números azules, mientras Fernández bien podría haber jugado por última vez con la camiseta azul.
El 2013 hubo de todo. Patricio Rubio (US$ 1,5 millones, el pase más caro por un jugador chileno dentro del medio local) y Juan Rodrigo Rojas (US$ 700 mil) eran nombres probados, pero han tenido intermitencias; sobre todo el "Pato", quien incluso fue amenazado por los barristas tras un Superclásico.
Juan Ignacio Sills (US$ 350 mil) se lesionó de gravedad justo cuando empezaba a mejorar y Rubén Farfán (US$ 300 mil) todavía promete más de lo que demuestra.
También se falló al momento de encontrar reemplazos para los nombres propios del famoso equipo de Sampaoli. Bryan Cortés (US$ 500 mil) iba a ser el nuevo Charles Aránguiz, el argentino Sergio Velásquez (US$ 100 mil) debía llenar el vacío de Matías Rodríguez, lo mismo que Marcelo Jorquera (US$ 300 mil) con Eugenio Mena.
Michael "Jordan" Contreras (US$ 300 mil) apenas duró un semestre y el argentino Juan Pablo Passaglia (US$ 100 mil) fue enviado a préstamo antes de debutar. Sólo Luis Marín pasa la prueba, y su costo fue 0, ya que llegó en un trueque con O'Higgins por Paulo Garcés.
Y, este año, Matías Caruzzo (US$ 700 mil) no ha respondido del todo, mientras el uruguayo Rodrigo Mora (US$ 100 mil) ya busca nuevo equipo para el segundo semestre.
Por cierto, muchos de esos fallos bien podrían no repetirse si se confirma el retorno de Sabino Aguad, para ser el nuevo gerente deportivo.
"Los grandes equipos de la U siempre se han caracterizado por tener muchos jugadores de la casa", dice Mariano Puyol. "Mientras no se recupere eso, no volverán los éxitos".
Como ejemplo, en al actual plantel sólo están Igor Lichnovsky, Válber Huerta y Sebastián Martínez, más los históricos Johnny Herrera y José Rojas.
Los únicos juveniles que se han proyectado en el primer equipo en el último tiempo son el mediapunta Fabián Carmona y el lateral izquierdo Guillermo Díaz , que han visto acción a cuentagotas. Y aún esperan su oportunidad otros valores que brillan en las divisiones inferiores, como el zaguero Rodrigo Echeverría , el volante central Bernardo Cerezo y el delantero centro Bryan Taiva . Y más abajo ya asoman nombres como José Ibacache , Matías Bizama y Benjamín Inostroza .
Todos ellos, sin embargo, podrían correr la misma suerte de otros proyectos que hoy están en diferentes clubes -como Juan Ignacio Duma (Palestino), Nicolás Maturana (Iquique), Carlos Alfaro (Ñublense), Cristóbal Vergara (Barnechea) y Rodrigo Moya con John Santander (ambos en Magallanes)- y que partieron a préstamo para darles espacio a refuerzos muy costosos, pero poco productivos.
Ante la derrota con Huachipato, comenzó un proceso de autocrítica del equipo en donde se están evaluando por parte del plantel y la directiva los puntos débiles de la gestión, puesto que el desempeño de la temporada no fue el esperado, menos considerando la trayectoria de los jugadores. Hoy nos resignamos a estar muy por debajo de los tres primeros lugares, ser eliminados de la Copa Libertadores y pasar sin ninguna pena ni gloria por los estadios nacionales.
Este sábado nos espera un duelo ante Universidad de Concepción en el sureño estadio CAP de Talcahuano, que no trae buenos recuerdos. La garra del "León", en tiempos malogrados, es cuando más debiese resonar el rugido de nuestra hinchada, que se ha caracterizado por ser una apasionada barra, que ha alentado en todo momento al León Azul. Por ello, aunque se han esbozado críticas al equipo y a la lejanía de la barra, hago un llamado a todos los azules de corazón, que estén presentes en las graderías, saltando en el mítico tablón con más fuerza que nunca, ya que son en estos momentos de reconstrucción cuando más necesario se hace un rugido.
Si bien no se lograron los resultados esperados en el presente torneo, la U de Chile va a trascender en el tiempo, y para las fechas próximas que nos esperan, tenemos la firme convicción que nos traerán las mismas alegrías que ya nos han dado antaño. Por lo tanto, necesariamente, se requiere tener la moral alta y convocar a todos y cada uno de los que con orgullo hemos alentado a la U, para que así el fin de semana obtengamos un triunfo simbólico ante el equipo del Campanil y con ello en el próximo torneo nacional seamos protagonistas y alcancemos el anhelado primer lugar y una estrella más en nuestro salón de honor... Y por cierto en los corazones de todos los azules.
