Tras cuatro años, el presidente de Cruzados deja este miércoles el cargo. Debutó ganando el campeonato de 2010, pero desde entonces el cuadro estudiantil no pasó del segundo lugar. Su sucesor sería el ingeniero comercial Luis Larraín.
Además, permanentemente contó con la oposición de los accionistas minoritarios, que se quejaron por su nula participación en las decisiones y que en la junta de mañana volverán a hacer ver su malestar.
Al margen de los resultados, un hecho destacable en la gestión de Estévez fue que logró que la UC jugara en San Carlos de Apoquindo sus partidos de local ante Colo Colo y la U, pese a la férrea oposición del alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza.
Cuando asumió, otra de sus misiones era fortalecer las divisiones inferiores. Y hoy la base del plantel la integran jugadores provenientes de la cantera, y además en este período fueron vendidos al extranjero jugadores de la casa como Felipe Gutiérrez, Stefano Magnasco, Francisco Silva, Hans Martínez y Nicolás Castillo.
En su período, la UC tuvo cinco entrenadores, de los cuales el único que llegará al fin de su contrato es el actual, Rodrigo Astudillo.
Cuando Estévez se convirtió en el primer presidente de Cruzados SADP, el 3 de mayo de 2010, el técnico era Marco Antonio Figueroa. Una semana después el torneo entraba en receso por el Mundial de Sudáfrica, pero cuando se reanudó, a mediados de julio, el "Fantasma" ya había sido despedido luego de un cruce de declaraciones con el directivo.
Al mismo tiempo de la salida de Figueroa se produjo otro cambio muy importante: en lugar del renunciado Felipe Achondo asumió en la gerencia técnica José María Buljubasich, cuya primera medida fue llevar a la banca a Juan Antonio Pizzi.
El resultado no pudo ser mejor, ya que los cruzados le remontaron una desventaja de siete puntos a Colo Colo y lograron su décima corona.
Con el impulso del título del 2010, los cruzados estuvieron a punto de lograr el primer bicampeonato de su historia en el Apertura 2011: pero la derrota por 4-1 en la recordada final ante la U de Sampaoli dio inicio a una sequía que aún continúa.
Por de pronto, Pizzi renunció tras ese torneo y en su lugar asumió Mario Lepe, uno de los mayores símbolos de la UC y quien debutaba como técnico de un primer equipo.
La apuesta, sin embargo, no funcionó: en semifinales del Clausura 2011 cayeron nuevamente con la U, y en abril de 2012 el histórico capitán fue despedido tras quedar eliminados en primera ronda de la Libertadores.
Entremedio, la UC había logrado su segundo y último título de la era Estévez: la Copa Chile 2011.
En forma interina, en lugar de Lepe asumió Andrés Romero, quien dirigió los últimos siete encuentros del Apertura (cayeron en primera ronda de los playoffs). Para el Clausura llegó Martín Lasarte, con quien ni siquiera lograron clasificar a los post-temporada.
Pese a eso el charrúa fue confirmado en el cargo y el año pasado terminó segundo en los dos torneos nacionales y en la Copa Chile. Muy criticado por los hinchas, tras perder la final del Clausura con O'Higgins presentó su renuncia.
En su lugar, y sólo por el actual Campeonato de Clausura, firmó Rodrigo Astudillo. Aunque nunca se reconoció como tal, fue un "interinato disfrazado", ya que al término del certamen el DT volverá a las divisiones inferiores, y a la banca llegará probablemente Eduardo Berizzo.
Con Astudillo, la UC está a las puertas de terminar segunda por tercer torneo consecutivo.
Aunque sólo se resolverá mañana, ya desde el año pasado el nombre de Luis Larraín Arroyo aparece como el principal candidato a suceder a Estévez.
El ingeniero comercial y director ejecutivo del Instituto Libertad y Desarrollo integra actualmente el directorio como uno de los representantes de la Fundación, y una de sus principales labores será devolver a la UC a la senda de los títulos, que es lo que los hinchas esperan.
