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El drama del arquero Castellón: Hizo el mejor partido de su vida y su familia evacuaba los cerros

El joven portero de Wanderers de 20 años fue la figura contra Colo Colo, sin saber que su casa en el cerro Ramaditas corría peligro por las llamas. "Está todo en el suelo, muchos amigos y conocidos perdieron todo, es terrible", relata.  

por:  Daniel Fernández A./La Segunda
lunes, 14 de abril de 2014

Foto FERNANDO HERRERA

Una vez concluido el partido contra Colo Colo, el joven portero de Wanderers, Gabriel Castellón (20), quedaba con la satisfacción de haber hecho el partido de su vida. Aunque su equipo perdió, el comentario generalizado era que, si no fuera por él, el marcador para los albos hubiera sido mucho más expresivo.

Sin embargo, cuando Castellón se disponía a abordar el bus que lo llevaría a Valparaíso junto a sus compañeros, recibió un llamado. Era su madre, desde su hogar en Ramaditas, contándole como las llamaradas en el cerro del mismo nombre se habían reavivado y, por ende, ella, su hermano, un sobrino y su polola tenían todo listo para evacuar.

El joven arquero sabía lo que pasaba en el puerto, pero no conocía ni la magnitud dantesca de lo que ocurría ni que el incendio estaba tan cerca de su casa. Por eso, el autobús lo dejó en el hotel Novotel de Vitacura donde el equipo se concentró y, desde ahí, partió junto a su compañero Franz Schultz a toda prisa en el auto particular del médico caturro.

El trayecto hasta Valparaíso, de alrededor de una hora y media, se hizo interminable para Castellón, quien, si bien mantenía contacto con sus familiares vía telefónica, seguía sin conocer in situ el estado de su casa y de su barrio. Y una vez que llegaron al puerto las autoridades no los dejaron continuar el trayecto en auto, lo que aumentaba la angustia. Por eso, subieron el cerro a pie, un trayecto de cerca de 30 minutos. Y aunque, afortunadamente, ni su hogar ni el de Schultz habían sido dañados directamente por las llamas, el espectáculo era dantesco: humo por todos lados, poca visibilidad y problemas para respirar, calles cortadas con vehículos de emergencia y familias resignadas esperando lo peor.

Nacido y criado en los cerros


"Fue, sin duda, el mejor partido de mi aún joven carrera, pero pasó de inmediato a un absoluto segundo plano", cuenta. "Cuando me avisaron que estaban desalojando, a lo único que atiné fue a tratar de volver lo más rápido posible, como fuera".

Relata que, si bien en las últimas horas de anoche las ráfagas de fuego y viento se alejaron de su barrio, la preocupación era constante. Y que, aunque en la jornada de hoy la situación ha menguado un poco, las repercusiones son latentes.

"Recorrí el vecindario y es lamentable, todo está en el suelo. Tengo muchos conocidos y amigos que perdieron todo, es terrible. Afortunadamente, lo material es secundario, todo se puede recuperar, pero las vidas no", señala, demostrando una madurez llamativa para un muchacho de su edad.

Castellón siente el desastre de Valparaíso como propio. Nacido y criado en el puerto, sus primeros pasos los dio en el cerro Playa Ancha, pero desde los 8 años se mudó a Ramaditas. Fue en el club más famoso del lugar -el 'Guillermo Subiabre'- donde se inició como futbolista y donde los veedores de Wanderers lo divisaron. Tras pasar las pruebas de rigor, el mítico Juan Olivares (arquero campeón con los verdes el 68) lo reclutó definitivamente.

Eso fue hace 11 años y, tras estar a préstamo en un par de clubes, la llegada de Héctor Robles a la banca le terminó dando la titularidad, luego que el año pasado fuera clave en el título nacional en la categoría Sub-19 y de quedar apenas fuera de la nómina mundialista que viajó al Mundial Juvenil de Turquía.

Pero Castellón es, sobre todo, un porteño de tomo y lomo, y por eso sabe bien lo que Wanderers representa para "su" gente. "La mejor forma que tenemos para apoyar a los afectados, para darles fuerza, es dentro de la cancha. Esa es la parte que nos toca y lucharemos por eso, y por dejar al equipo en Primera División", relata.

 Robles: "Si una ciudad se puede levantar de esto, es Valparaíso"


Más allá del susto, Castellón fue afortunado, mucho más que otros integrantes del plantel: los utileros Marcelo Cortés y Sebastián Bustamante , y los jugadores juveniles Kevin Seguel (Sub 19) y Alexander Fleming (Sub 16) perdieron sus casas en el siniestro y, de hecho, abandonaron la concentración el mismo sábado en la noche.

Un poco más de fortuna tuvo el lateral Kevin Flores, ya que la casa donde vive junto a su padre Cristián -el popular "Pistola"- quedó a metros de las llamas. Además, el delantero Gastón Cellerino llevaba tiempo organizando una beneficencia para una fundación infantil, a la cual se le entregaría ropa deportiva que el equipo dio de baja. Lamentablemente, la persona a cargo de recolectar la indumentaria sufrió la destrucción de su casa, perdiendo todo el equipamiento.

El técnico wanderino, Héctor Robles , uno de los mayores símbolos de la institución en las últimas décadas, reconoció que las horas previas al juego con Colo Colo fueron complicadas, pero que "nunca estuvo en duda" la presencia del equipo en el pasto del Monumental.

"Lo que ha pasado es terrible, y lamentablemente no es algo nuevo. Pero si hay una ciudad que se puede levantar de todo esto, esa es Valparaíso", señala el "Choro".

Además, promete que harán su mejor esfuerzo para mantener al equipo en la máxima categoría. "Ese es nuestro compromiso, será la mejor forma de testimoniar y recordar a las víctimas y a toda la gente que está sufriendo tanto", aclara.

Por su parte, la institución inició una colecta para que todos sus socios, hinchas y simpatizantes colaboren con los damnificados. El llamado es ir al segundo piso de la sede -entre las 16 y 19 horas- para donar alimentos no perecibles y artículos de higiene.

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