Este domingo, el Manchester City viaja a la "Catedral" de Anfield para enfrentar al Liverpool, en un partido que podría definir al campeón de la Premier League inglesa. Un desafío que para el equipo del chileno estará tanto dentro como fuera de la cancha.
Pasado este fin de semana, a la Premier League aún le quedarán cuatro fechas más, doce puntos en disputa que, en una lucha tan cerrada como la que se está viendo en Inglaterra, serán vitales.
Sin embargo, los conceptos "final anticipada" y "partido decisivo" se han repetido una y otra vez en los medios británicos. ¿La razón? Mañana chocan cara a cara los dos principales candidatos al título.
Por un lado, el Liverpool -l líder real - que marcha primero en la tabla, con 74 puntos, 2 más que el Chelsea.
Por el otro, el Manchester City -el líder virtual - que va tercero (con 70 unidades), pero que tiene dos partidos pendientes que, de ganar, lo ubicarían en el primer lugar.
Bajo ese ángulo, si "Los Rojos" ganan tomarían un gran impulso para la recta final. Pero si lo hace el equipo entrenado por Manuel Pellegrini, daría un salto tremendo en pos de la corona.
Claro que eso, ganar en la cancha de Anfield, es mucho más fácil decirlo que hacerlo.
Compuesta en los años 40, "You Will Never Walk Alone" fue una tonada concebida para utilizarse originalmente en un musical de Broadway.
Sin embargo, su popularidad traspasó rápidamente a la escena teatral neoyorquina y con el correr de las décadas se transformó en una de las canciones con más versiones de la historia. La más famosa, y la que la hizo conocida internacionalmente, llegó a fines de los 60 de la mano de Elvis Presley.
Sin embargo, el impacto había llegado unos años antes a Inglaterra. Más específicamente, en 1963, cuando George Martin -el productor de Los Beatles- se la preparó a la banda George and the Peacemakers.
Pero su popularidad en Gran Bretaña no fue sólo en el ámbito musical. Su título, que en castellano significa "Tú nunca caminarás solo", prendió en la hinchada del Liverpool, que la adoptó como su canto oficial.
El mensaje se ha mantenido desde entonces y se transformó en el leitmotiv de la institución, que lo añadió a su escudo y lo inscribió en la entrada principal de Anfield, una de las catedrales sagradas del fútbol mundial.
Pero, en términos prácticos, "You Will Never Walk Alone" sirve para graficar a la hinchada más fiel del fútbol europeo que, sin exagerar, lleva décadas esperando un partido como el de mañana.
Cuando, en 1990, el Liverpool ganó por 18ª vez el Campeonato de Inglaterra, seguramente nadie imaginó que sería el último festejo del equipo más triunfador del país. Un sitial que, de hecho, ya cedió ante el Manchester United, que en esa época tenía 7 estrellas, pero con el mítico Alex Ferguson como entrenador ya va por la N° 20.
La posibilidad de volver a ser campeón ha estado presente varias veces, pero pocas veces tan concreta como ahora.
Con un técnico joven y con nula experiencia en grandes equipos como el norirlandés Brendan Rogers (41), este Liverpool hace rato que pasó de ser sorpresa a un contendor serio, gracias a su solvencia defensiva -con el arquero belga Simon Mignolet como mayor argumento- y una dupla de ataque temible, con el uruguayo Luis Suárez y la gran promesa del fútbol inglés, Daniel Sturridge, que suman 52 goles en la temporada.
Pero, por sobre todo, con la imagen de su capitán, Steven Gerrard. A los 33 años, uno de los mejores volantes de nuestro tiempo ya quema sus últimos cartuchos en el primer nivel y no ha escondido su deseo de por fin celebrar el título con el equipo de toda su vida y en el que ha portado la jineta desde el 2003.
"Realmente lo queremos, sabemos que cada vez que jugamos debemos entregar hasta la última onza de energía que tengamos", reconoció Gerrard hace unos días.
Es verdad, la sequía del Liverpool no ha sido total, ya que en 2001 ganó la Copa UEFA y en 2005 la Champions League. Pero, en la particular cultura inglesa, las conquistas locales suelen ser más relevantes que las internacionales.
Por eso, la opción de volver a ganar la Premier tras 24 años es el motor de un equipo que está jugando por su capitán y por una hinchada que jamás los abandonó en los peores momentos. Y que mañana hará de Anfield una verdadera caldera.
¿Sobrevivirán Pellegrini y sus muchachos?