"Todas las mañanas cuando me despierto lo primero que hago es rezar por ella", dijo el atleta sudafricano en alusión a Reeva Steenkamp, por cuyo asesinato está siendo juzgado. Agregó que tiene "espantosas pesadillas".
Pistorius no pudo contener el llanto y estuvo a punto de vomitar.
"Todas las mañanas cuando me despierto lo primero que hago es rezar por ella", dijo Pistorius, de 27 años, con voz trémula y entrecortada.
El deportista aseguró que tiene "espantosas pesadillas" y que desde hace un año toma medicamentos para combatir la depresión.
"No ha habido un momento desde que sucedió esta tragedia en que no haya pensado en su familia", dijo el acusado, que en caso de ser hallado culpable podría ser condenado a cadena perpetua.
"Me despierto cada mañana y en los primeros en los que pienso son ustedes", añadió dirigiéndose a los familiares de Steenkamp, que era su novia.
"No puedo imaginar el dolor y el vacío que les causé a ustedes. Simplemente estaba tratando de proteger a Reeva. Cuando se fue a la cama aquella noche ella se sentía querida", aseguró.
Pistorius no niega ser el autor de los disparos que acabaron con la vida de Steenkamp el 14 de febrero de 2013, pero quiere convencer al tribunal de que lo hizo por equivocación al creer que tras la puerta cerrada del baño había un delincuente.
La defensa llamó al banquillo de testigos al propio acusado a fin de reforzar su credibilidad. En los pasados 16 días de vistas, varios testigos pusieron en duda sus descripciones sobre la noche del crimen.
Algunos vecinos declararon haber oído gritos angustiosos de mujer antes de los disparos. El abogado defensor Barry Roux hizo hincapié en el hecho de que el propio Pistorius gritó al constatar que la había matado por equivocación.
La patóloga forense Jannie Botha declaró este lunes, como testigo, sobre la cuestión de cuándo había comido por última vez la novia de Pistorius.
Botha apoyaría la tesis de la defensa, según la cual Steenkamp no comió dos horas antes de su muerte, como sostenía un forense de la policía presentado por la acusación.
Pistorius asegura que la pareja se acostó a las diez de la noche, mientras que la muerte se produjo hacia las tres de la madrugada.
El atleta estuvo a punto de vomitar cuando Botha describía las múltiples heridas de bala que sufrió Steenkamp.
La situación fue similar a la que currió en sesiones anteriores el pasado mes, cuando el tribunal escuchó los detalles de la autopsia y se revisaran las fotografías del cuarto de baño ensangrentado.