Siguen los coletazos luego de la denuncia interpuesta por el Comité Olímpico en el Tribunal de Honor en contra de Isabel Lazo por haberle arrebatado la medalla de plata a la también chilena Melany Cabrera. "Estas situaciones ensucian a la gimnasia", dice Simona, su hija.
Simona Castro se quedó con el oro en la Viga de Equilibrio.
Los problemas extradeportivos en la gimnasia chilena están lejos de acabar.
El enojo de Cristián Achondo -entrenador de la chilena Melany Cabrera , gimnasta que perdió la plata y quedó relegada al bronce tras una apelación redactada por Isabel Lazo (madre de Simona Castro , ganadora del oro), y que finalmente posicionó a la peruana Mariana Chiarella en el segundo lugar- tuvo acogida en el Comité Olímpico de Chile (COCh).
De hecho, la entidad decidió denunciarla ante el Tribunal de Honor y Arbitraje Deportivo.
La que salió en defensa de Lazo fue, previsiblemente, su hija: "Aquí no existe ninguna polémica. Somos todos gente adulta en la gimnasia y estos problemas se resuelven puertas adentro. A lo mejor debimos aclarar todo desde un principio y no esperar uno o dos días para que esto tomara fuerza", señala Simona Castro.
"Todos revisamos muy bien nuestros puntajes porque hubo muchos errores en esta competencia. Fue ahí que la entrenadora peruana detectó errores y preguntó cómo podía presentar la apelación. Le dijimos que con una simbología especial, porque cada elemento tiene un símbolo particular, y que esa hoja se entregaba al jurado superior. Simplemente eso. Yo la ayudé porque lo cortés no quita lo valiente", agregó.
-Pero, ¿por qué decidieron ayudar sabiendo que perjudicaba a Melany?
-Porque las apelaciones de los técnicos están estipuladas en el reglamento. El día sábado, por ejemplo, a Makarena Pinto, también en la viga, no le habían otorgado ciertos puntos que le correspondían, y luego se los otorgaron y así obtuvo el bronce en el All Around . De eso no dijeron nada. Esto es fair play .
Los conflictos de Isabel Lazo y su círculo más íntimo no son nuevos en la gimnasia criolla.
Alfonso Castro, esposo de Isabel, y que estaba a cargo de la Federación Chilena de Gimnasia (Fechigi) en el 2008, había sido acusado por Tomás González de hostigar a su entonces entrenador, Yoel Gutiérrez, mientras entrenaban en el Centro de Alto Rendimiento.
Además, el mismo dirigente no inscribió al gimnasta en las Copas del Mundo de París y Moscú en el 2010. El técnico del chileno señaló a la familia Castro-Lazo como responsable del error, afirmando que empleaban "estrategias asquerosas" para perjudicar a Tomás.
"Hay que mirar hacia adelante y dejar todas estas cosas de lado. Estas situaciones ensucian a la gimnasia, y ningún niño se va a interesar en un deporte que causa puros problemas", concluyó la medallista de oro en la viga de Santiago 2014.
