Nelson Tapia relata su primera aventura como DT, dirigiendo a la selección de su natal Molina

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"Toma Moreno, acá tengo las jinetas de capitán que ocuparon Zamorano y Salas. Ya, toma la de Iván, ojo que esa tiene un Mundial y Juegos Olímpicos..."

Omar Ulloa es defensor central del club Lautaro de Molina, conocido como 'Moreno' por el color de su piel, tiene 35 años, esposa, dos hijos y trabaja 12 horas con su taxi en Curicó antes de sumarse al entrenamiento del seleccionado de Molina en el Estadio Municipal, con cero grados y niebla. Pero nada eso importa cuando se calza la jineta de capitán de un histórico, entregada de la mano de otro histórico: Nelson Tapia, ex arquero de la Roja en el Mundial de Francia 98, quien desde marzo pasado es el flamante técnico del combinado de fútbol amateur de esta ciudad de 40 mil habitantes, ubicada a 48 kilómetros al norte de Talca en la Séptima Región. Es su primera aventura como entrenador

"Es un orgullo que alguien como Nelson Tapia sea nuestro técnico. Algo que nunca había pasado acá y que nos tiene a todos muy motivamos, estamos trabajando casi como profesionales. Es exigente, como debe ser. Ojalá aprovechemos esta linda oportunidad, aunque llegue a las 12 de la noche a la casa", dice Ulloa,

La misma idea tiene Mario Bustamante, volante del equipo y trabajador en la molienda de uva para una viña local: "Es un privilegio. Fue un jugador muy importante que ahora es nuestro entrenador. Qué más se puede pedir. Será un gran técnico".

Buscando pega

En diciembre pasado, Tapia dejó de trabajar como técnico de la Sub 10 de Universidad Católica debido a la inestabilidad de su vínculo con la institución. Iba dos días a la semana y dirigía los domingos, agenda que económicamente no convenía por sus traslados desde Molina.

"Andaba buscando trabajo estable, para financiarme mis estudios de entrenador que retomé en el INAF. Mandé currículum a la ANFP, en la época de Bielsa y Sampaoli, para trabajar con los arqueros y no pasó nada. Traté de quedarme en la Católica, pero no resultó. Hice varias cosas, por aquí y por allá, pero nada estable", cuenta el propio Tapia sentado en la galería del estadio Municipal de Molina.

Le costó, pero el ex portero tuvo que entender que "con el nombre y mi experiencia no bastaba. En todos lados me pedían el curso de técnico".

Fue en esa búsqueda cuando apareció la posibilidad de trabajar en su propia ciudad.

"Llegué para asesorar todo el deporte a la Municipalidad de Molina, pero me encontré que además en enero del próximo año la ANFA organiza el Nacional de Fútbol Amateur y se requería preparar a nuestro seleccionado, así que me hice cargo. Es un gran desafío. Me sirve para medirme como técnico, para ver si tengo credibilidad, ya que mis experiencias previas fueron a nivel universitario y como ayudante (en Iberia). Es como hacer la práctica".

Educando al amateurismo

Tapia comenzó a seleccionar jugadores. Ocupó una base de algunos de tercera división que jugaron en Iberia y al resto los buscó en los siete equipos de la liga local: taxistas, cuidadores de autos, profesores, bomberos de estación de servicios y estudiantes, integran hoy su nómina de seleccionados que tres veces a la semana entrena entre las 20:30 y las 23 horas en el gélido Estadio Municipal.

"Estoy implementando mucha disciplina, porque a nivel amateur existe la idea de que se gana como sea. Les inculco que lleguen todos a entrenar, que avisen si no pueden y que sean ordenados para jugar".

Hoy lleva tres partidos dirigidos y marcha invicto de su grupo en el regional, aunque por ser sede, ya están clasificados para el esperado Nacional de enero. Mañana ante Pelarco tendrán una nueva prueba.

-¿Cuesta dirigir?

-Siento la misma adrenalina de cuando jugaba. Trato de no hacer las cosas que como jugador no me gustaba que hicieran mis técnicos, como hacerme calentar sabiendo que no voy a entrar o hacer ingresar a un jugador faltando dos minutos, aunque hace poco, sin querer, puse a un chico quedando un minuto y no me puso muy buena cara. También cuido mucho el trato y el vocabulario que utilizo con ellos. Los respeto para que me respeten. Viví el fútbol amateur y quiero mejorar en todos sus aspectos, con ropa limpia, agua caliente, orden y disciplina.

-Uno se imagina que con toda su experiencia, en el Mundial, los Juegos de Sydney y en clubes, era suficiente para sentarse y dirigir...

-Esa experiencia no me sirve mucho si no la sé transmitir de manera ordenada y planificada, eso me lo ha dado el INAF; lo mismo que la sicología para motivar a estos chicos y hacerlos trabajar hasta las 11 de la noche luego de una larga jornada laboral.

Tapia confiesa que gracias a sus contactos puede conseguir indumentaria, balones y petos para entrenar, lo mismo que algún auspicio para las camisetas, todo junto a su cuerpo técnico integrado por su ayudante, Manuel Farías, que es también el jefe de Deportes de la Municipalidad de Molina, el preparador físico Eduardo Varas y Manuel Contreras, su entrenador de arqueros.

"Nos movemos mucho para conseguir las cosas, yo mismo llevo recuerdos de mi baúl, como las jinetas de capitán. Lo único que les pido es que todos lleguen a enero a jugar el Nacional con pasión y buen fútbol", cuenta el ex potero.

Algo de Pellegrini, de Luxemburgo y Acosta

-¿Con qué entrenador de su época de jugador se identifica?

-Manuel Pellegrini me dejó mucho en el orden defensivo y su sicología y la agresividad de Wanderlei Luxemburgo para ir a buscar los partidos. Me gusta jugar con cuatro defensores, tres volantes -dos de contención y un 10- y tres delanteros, uno de ellos que sea nueve clásico.

-¿Y de Acosta?

-De Acosta tengo la cercanía, el afecto. A veces me sorprendo hablando las mismas cosas que él. Lo que sí, hay que tener cuidado, porque los futbolistas somos de afecto, pero cuando podemos nos subimos por el chorro.

-¿Cuáles son sus metas o sueños como entrenador?

-Quiero terminar la carrera el próximo año y ojalá involucrarme en algún proyecto de tercera división, prolongar esa experiencia al menos un año. Luego me gustaría dirigir Curicó, Rangers, Temuco, Cobreloa, O'Higgins, a los equipos que me siento identificado...

-¿Y Católica?

-Capaz que algún día llegue, pero soy realista respecto de dónde puedo calzar más rápido. Lo que sí tengo claro es que voy a ser campeón, en segunda o en primera, comenzando con Molina.

-Muchos piensan que los futbolistas de su talla tienen el futuro económico asegurado...

-No, hay que seguir moviéndose. Lo mismo hace Zamorano, Marcelo Vega y todos. No podemos quedarnos estáticos. Cuando hablo de la necesidad de generar recursos es para no sacar de los ahorros y así poder pagar mis estudios, además aún me quedan dos hijos estudiando.

-¿Ya no hay más televisión?

-No. En ese momento estaba sin trabajo y se venía marzo, así que tuve que aceptar ir a la tele.

-¿Es difícil para un técnico chileno dirigir en Chile?

-Es difícil, pero es nuestra culpa. Ningún técnico ha cuidado mucho su pega. Son pocos lo que se han capacitado para mejorarla. Llegó gente extranjera que marcó la diferencia con un par de videos y un estilo de trabajo y nos pasaron por encima.

-¿Es de la idea de que si bien Marcelo Bielsa dejó un legado positivo, también dejó uno negativo para los técnicos chilenos?

-Totalmente. Lo que hizo Bielsa y lo que ha hecho Sampaoli es buenísimo, pero ahora premian a Hugo Tocalli colocándolo en las divisiones menores, sabiendo que son los técnicos chilenos los que más conocen a los cadetes. Lo de Bielsa fue bueno, pero no era para que casi todos los equipos llenaran sus áreas formativas con técnicos argentinos. Pero no es culpa de Bielsa, sino de los dirigentes, que están con esta loca idea de que todos tienen que ser extranjeros y gastan mucho dinero en ellos y sin ninguna garantía de éxito, habiendo entrenadores nacionales mejor capacitados.

-¿Qué le ha parecido la Selección de Sampaoli?

-Creo que los jugadores recuperaron esa disciplina que en algún momento se perdió. Se sintió la falta de un líder, ese que dijera " oye, paremos, estamos en otra cosa ".

-¿Crees que fue positiva la salida de Borghi?

-Viéndolo desde afuera se ve que a Claudio se le escapó de las manos la situación. El mismo comportamiento que tenía en Colo Colo, en la Selección no le sirvió. Los jugadores lo conocían mejor y quizás se aprovecharon de esa confianza. Faltaba disciplina dentro y fuera de la cancha. Sampaoli, con su estilo de trabajo, logró reencantarlos nuevamente, los disciplinó y ahí estamos, cerca de clasificar.

-¿Hay ahora un líder que dice que no existía en el proceso de Borghi?

-No, aún no aparece un líder en la Selección. El equipo brilla gracias al técnico, pero el equipo necesita un par de líderes dentro de la cancha y no siempre tiene que ser el capitán. Bravo tiene carisma, pero no es del estilo de sujetar a un jugador y decirle que pare.

-¿Quién hacía eso en su época en la Roja?

-Casi todos éramos así, nos cuidábamos mucho. Uno le decía a otro, "déjate de comer tanto pan ", " pórtate bien, déjate de salir ". A Borghi le fallaron en ese sentido y a Sampaoli no le pasa eso porque los tiene cortitos y a Bielsa menos, si apenas los saludaba.

-¿Le gustó la llegada de Johnny Herrera a la Roja?

-Sí, me parece perfecto, pero el gran perdedor acá es Toselli, que se ha ganado el espacio hace rato. Lo prefiero más a él que a Miguel Pinto.

-¿Qué le parece que Católica haya contratado a Costanzo como segundo arquero?

-No me gustó y no por ser Católica, no me parece que los clubes les quiten las opciones a los porteros jóvenes que vienen atrás. En este caso, si yo estuviera en la Católica, invertiría en Darío Melo o en la cantera. Cuando yo fui con 38 años a Colombia, la prensa me reventó por quitarles espacio a los porteros jóvenes. Además es como entrar a dudar de Toselli.

-¿Qué piensa de que Claudio Bravo esté a un partido de superarlo como el arquero con más partidos en la Roja?

-Es un orgullo, los récord son para romperlos. El tuvo la posibilidad de debutar joven, algo que se ha dado en los últimos años.