Han pasado algunos días desde que Patricio Yáñez sufrió un accidente cerebrovascular mientras hacía ejercicios en el gimnasio Meds del Mall Sports, y su esposa, Fabiola Bloise, luce tranquila. "Quedó impecable, como si nada hubiera pasado", comenta mientras toma un café en el restorán de la clínica Santa María, donde su marido permanece internado desde el martes.

Claro que esta tranquilidad contrasta con la angustia que vivió en los minutos previos y mientras el ex futbolista era operado para extraerle el coágulo que se le alojó en el cerebro.

"Los diagnósticos eran fatales. Podría haber quedado con la mitad del cuerpo paralizado, o parapléjico... Realmente estuvo en riesgo grave. Yo solamente rezaba. Es que todavía no estoy preparada para quedar viuda", agrega Fabiola Bloise.

"Yo supe por una amiga lo que le había pasado. El marido de ella estaba entrenando con el 'Pato' al lado, y me llamó por teléfono. Me dijo que no me preocupara, pero que se había desmayado y que lo llevaban a la clínica Santa María. Yo estaba cerca, así que llegué antes que él".

-¿Y qué le dijeron de lo que le había pasado a Patricio?

-Me lo contó todo el doctor Roberto Yáñez, que justo le estaba preguntando al 'Pato' sobre cuándo iban a jugar tenis. Me dijo que de repente empezó como a balbucear y se le paralizó todo un lado de la cara. También había un anestesista, y le pusieron suero, oxígeno y le dieron una aspirina. Roberto llamó a Help y al doctor Badilla que fue el que lo operó, para avisarle que iba Patricio con una trombo.

-¿Tuvo la oportunidad de verlo antes de que entrara a pabellón?

-No. Tuvieron que meterlo de urgencia, porque si no lo operaban antes de dos horas se moría. Igual, cuando me vieron llegar los doctores se me acercaron y me contaron que podía ser un trombo, que había que sacárselo lo más luego posible. Fueron momentos terribles

-Y al final quedó sin secuelas...

-Sí... Y el doctor Yáñez me dijo que no lo puede creer. Que haya quedado vivo y sin ninguna secuela es un verdadero milagro. Estaba en el minuto justo, en el lugar preciso y con las personas que tenía que estar. Podría haber estado en cualquier otro lado. Si le hubiera pasado cuando iba manejando a la Meds, pierde la conciencia, choca y sería todo.

-¿Qué explicaciones le han dado para lo que le pasó?

-Todavía no está claro. El es una persona súper sana, de hacer deporte todos los días. Juega tenis, hace un año y medio va al gimnasio, estuvo con una nutrióloga y ha bajado once kilos a puro ejercicio y dieta. Incluso todos los exámenes le salieron buenos, así que aún están buscando los motivos del coágulo.

-¿Y cómo está ahora?

-Bien, aunque un poco sensible, asimilando lo que le pasó. Cuando lo den de alta, lo primero que voy a hacer es llevármelo de vacaciones a alguna playa, y después que retome su vida normal. Esto fue sólo una mala jugada.

-¿Y después, tendrá que hacer algunos cambios en su rutina de vida?

-No. El doctor le dijo que tiene que seguir haciendo su vida normal, lo mismo de siempre, aunque todo con un poco más de calma. A él le gusta mucho lo que hace, el deporte, su trabajo... Después de la operación, cuando se le pasó el efecto de la anestesia lo primero que hizo fue preguntarle al doctor si podía ir a trabajar en la noche al programa de Vive Deportes.

-Y en esta segunda oportunidad que le dio la vida, ¿en su opinión hay algo que Yáñez debería cambiar o replantearse?

-Nada. El es una persona maravillosa, buena del alma, y eso quedó claro con las muestras de cariño que ha recibido de todo el mundo. Realmente me impactaron.