El arquero de la Universidad de Chile, Johnny Herrera llegó pasado este mediodía a la fiscalía de Quintero, para enfrentar una nueva causa por manejo en estado de ebriedad, y al término de la audiencia no le fueron aplicadas medidas cautelares.

Con ello el arquero podría, en principio, salir del país a disputar los compromisos internacionales de su club la Universidad de Chile.

El jugador declaró escuetamente ante el tribunal -entre las 12:15 y 12:30 horas- y estuvo acompañado de su abogado Cristóbal Guerrero. La fiscalía es una casona antigua de dos pisos situada en calle Baquedano con Quintero.

Poco antes de ingresar, Herrera se veía muy calmo y habló brevemente con la prensa que en gran número estaba presente. Dijo que se sentía "tranquilo y contento por el apoyo de los hinchas".

El abogado del jugador señaló: "Mi cliente fue citado por el Ministerio Público y él concurrió a cumplir con su obligación. Ahora hay que esperar el curso del procedimiento".

Consultado si le fue aplicada alguna medida restrictiva -como el arraigo-, dijo el defensor que "no se tomó ninguna medida sólo fue una audiencia a la que concurrimos".

Florenzano: "Una vergüenza"

"En la familia de Macarena Casassus sienten que han estado muy solos en esta pelea que han dado para que se haga justicia a su hija y están indignados con lo sucedido", con estas palabras la directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación de Drogas y Alcohol, Senda, Francisca Florenzano, se refirió a la comparecencia hoy del arquero Johnny  Herrera a la fiscalía de Quintero, tras ser detenido por segunda vez conduciendo bajo la influencia del alcohol.

Florenzano relató a "La Segunda" haberse encontrado ayer con Javiera Matamala, madre de la joven víctima del atropello, y donde ella le expresó su desolación por este episodio que "para ellos ha sido volver a revivir el duelo".

Señaló que la familia Casassus Matamala siente que "han estado muy solos cuando se trata de enfrentar ante la justicia a personas que gozan de gran popularidad, como es el caso de este jugador de fútbol", dijo la socióloga del Senda.

Agregó la funcionaria que el problema es aún más grave porque se trata de una reincidencia. "Es una vergüenza, este señor Herrera se llevó a Macarena y su familia quedó muy mal por lo ocurrido. Ahí cabe preguntarse si tras ese desgraciado episodio hizo alguna reflexión, y queda claro que no fue así".

"Puede ser -agregó- que por la popularidad que tienen estas personas piensen que están por sobre la ley, pero no es así. Yo confío que ahora la justicia actúe con el máximo rigor".

Florenzano destacó como un avance que el Gobierno y el Parlamento hayan recientemente modificado la actual ley que sanciona a quienes manejan en estado de ebriedad, "para que casos como los de este señor y otros ocurridos recientemente tengan una sanción ejemplar".

Acotó que deberá ser el juez quien deberá ponderar los agravantes pero que la ley no es retroactiva en lo referente a las sanciones a las que se expone ahora Johnny Herrera.

En diciembre de 2009, Herrera atropelló y mató instantáneamente a Macarena Casassus, de 21 años, arrojando que viajaba sobre 90 km/hora por avenida Ossa en La Reina y con 0,56 gramos de alcohol por litro en la sangre.

Iniciado el proceso se suspendió condicionalmente en enero de este año a pesar de la oposición de la defensa de la víctima. Entre las condiciones para eso estuvo la suspensión de la licencia de conducir por seis meses. Si el imputado es formalizado por un nuevo hecho, se revoca la suspensión del procedimiento anterior por petición del fiscal o de la víctima y puede ser llevado a juicio.

Dado lo ocurrido ahora en Maitencillo, donde fue detenido el arquero con más 1,06 gramo de alcohol en la sangre, el Ministerio Público debería formalizarlo. El deportista se arriesga a la revocación de la suspensión del procedimiento.Si ocurre así, iría a juicio oral, que es lo que quería la familia de la joven.

Herrera debió pagar 25 millones de pesos como indemnización a la familia, y firmar una vez por semana en el tribunal. Además, se debió efectuar una donación de equipos deportivos a escuelas de fútbol de niños en riesgo social más la suspensión de la licencia por seis meses. Si en un año no cometía ningún delito, la causa era sobreseída definitivamente.

Esta mañana, la madre de la joven, Javiera Matamala, dijo "este señor es reincidente. Es un hombre muy soberbio, se siente sobre todos ya que tiene abogados y dinero. El jamás se ha acercado a nosotros para pedirnos perdón. Se pidió varias veces reconciliaciones, pero siempre quiso quedar como inocente".