A los 92 años, falleció esta mañana el ex portero de la Universidad Católica y de la Selección Nacional, reconocido comentarista deportivo de TVN y Radio Agricultura, Sergio Livingstone.

El hombre considerado "caballero del fútbol" dejó de trabajar en ambos medios debido al cansancio, luego que le recomendaron guardar reposo durante 15 días, los cuales se cumplían en esta jornada.

En el partido de esta tarde entre Chile y Colombia se guardó un minuto de silencio en homenaje a su trayectoria. La Asociación Nacional de Fútbol Profesional no descarta otros homenajes al ex seleccionado cuando se desarrollen sus funerales.

Los restos de Livingstone serán velados desde este miércoles 12 de septiembre en la Iglesia San Ignacio de Loyola (Alonso Ovalle 1494).

Sus funerales tendrán lugar este jueves 13 en el Parque del Recuerdo, luego de una misa,a las 11 horas, en la misma iglesia.

No quería morir

Andaba en silla de ruedas desde que una afección al oído medio lo tuvo 30 días hospitalizad, antes de cumplir, este marzo, 92 años, y lo dejó con secuelas. Se subía a su auto Kia Blanco y partía a Televisión Nacional a trabajar, acompañado de Pepe, que le armaba y desarmaba la silla.

En el canal lo aplaudían. Es que emocionaba verlo y escuchar cómo hacía sus análisis deportivos y sacaba decenas de estadísticas. "Es que no se quiere morir, lo está pasando bien, tiene más vitalidad que nadie, pero quiere que el cuerpo lo acompañe como antes", dijo su nieto Cristián en marzo pasado.

Andaba apurado. Siempre sintiendo que tenía mucho que hacer. Su vida era el periodismo deportivo.

De padres separados cuando él tenía 5 años, tuvo los cariños de la mamá hasta que, cuando él cumplió los 10, ella murió de peritonitis. El cariño lo recibió entonces del colegio, el San Ignacio de Alonso de Ovalle, donde tuvo como profesor al mismísimo padre Alberto Hurtado. A él le planteó que quería ser cura, pero el hoy Santo le dijo que se esperara.

Estuvo internado en el San Ignacio hasta los 17 años. Optó por seguir la carrera de Derecho n la Universidad Católica porque en ese tiempo era la única que ofrecía clases sólo en la mañana y podía destinar la tarde a jugar fútbol, su gran pasión.

Al tiempo decidió enfrentar su realidad y a su padre: le dijo que quería ser futbolista.

Su progenitor le aceptó, pero lo conminó paralelamente a trabajar. Era arquero estrella de la Católica y, a su vez, trabajaba en la Dirección Nacional de Pavimentación.

Dejó de ser empleado público cuando lo llamaron del Racing Club de Avellaneda y partió a Argentina.

Un día regresó y se reencontró con un viejo amor. Se casó con ella, Lucía Vivanco, y abandonó Racing.

Diez años duró su matrimonio, del cual nacieron sus dos hijos.

Más tarde se volvió a casar. Se divorció de Magdalena Scott en 1991, a los 71 años.

Juró que no tuvo muchas mujeres y que sí tuvo suerte con sus dos esposas, pero no suficiente fortuna como para "conservarlas", dijo alguna vez.

Su rutina de siempre fue el fútbol deportivo, que lo levantaba a las siete de la mañana.

Los fines de semana, cuando tenía "libre", participaba en asados familiares.

Al final de sus días se fue apasionando cada vez más con el deporte que fue su vida: "Es una cosa enfermante, veo fútbol todo el día", le dijo a la periodista Marisol Olivares.

Recibió en vida muchos homenajes. El año pasado, el Presidente Sebastián Piñera le dio el Premio a la Trayectoria Deportiva 2011". Hay dos calles que llevan su nombre.

"El día que yo muera, mis hijos sabrán dónde enterrarme. No quiero ni pensar en eso, ellos verán. Pero compré una tumba en el Parque del Recuerdo...", dijo hace seis meses.

 El mejor arquero chileno de la historia

Para las nuevas generaciones Sergio Livingstone es conocido en faceta de comentarista, pero en su trayectoria deportiva se convirtió en uno de los mejores jugadores en la historia del fútbol chileno y en el mejor arquero de todos los tiempos.

Logró dos títulos en Universidad Católica, fue capitán de Racing de Argentina en tiempos en que muy pocos futbolistas nacionales cruzaban la cordillera, y jugó 52 partidos en la Selección Chilena, donde por cerca de una década también llevó la jineta de capitán.

Comenzó a jugar a los ocho años en su colegio, el San Ignacio, y de inmediato llamó la atención por su gran agilidad, que llevó a que le pusieran el apodo de "Sapito" con el que fue conocido.

A los 15 años ingresó a Unión Española, donde no tuvo muchas oportunidades de jugar. Por eso abandonó la actividad y entró a estudiar derecho en la Universidad Católica, donde volvíó al fútbol.

En 1938, con 18 años, debutó profesionalmente en el primer equipo del cuadro cruzado. De inmediato se convirtió en estrella, y tres años después, con 21, se convirtió en el arquero más joven en vestir la camiseta de la Roja.

En 1943 fichó por Racing de Argentina por 280 mil pesos de la época (24 mil dólares), todo un récord para la época.

Sólo jugó una temporada en Argentina. Volvió a la UC, y en 1949 y 1954 fue pieza fundamental en los dos primeros títulos en la historia del club.

En la Selección Chilena jugó entre 1941 y 1954, siendo titular y capitán en el Mundial de 1950 en Brasil.

En 1959 se retiró del fútbol reorientó su vida como comentarista deportivo en radio y televisión.