Sólo un día después de consagrarse en dobles junto a Fernando González, el chileno se impuso en una final épica al estadounidense Mardy Fish, por 6-3, 3-6, 2-6, 6-3 y 6-4 tras cuatro horas de juego y superando problemas físicos que lo tuvieron varias veces al borde del retiro.
Un partido que quedó en la historia del deporte chileno.