Fue necesario que transcurriera el equivalente a seis olimpíadas para que el récord chileno en 100 metros planos -que desde 1946 Alberto Labarthé Cellery tenía con 10,5 segundos-, pudiera ser batido durante las Olimpiadas de 1968 en Ciudad de México por Iván Moreno, que logró dejarlo en 10,3 segundos.

Los años desde que este sprinter , descendiente de franceses de la Bretaña, lograra ese récord, hoy están ampliamente superados si pensamos que el actual monarca, el jamaicano Usain Bolt, ha cronometrado los increíbles 9,58 segundos, y que amenaza con volver a quebrar ahora en Londres.

Londres, una ciudad bombardeada

Labarthé, hoy de 85 años, fue justamente uno de los que en 1948 integró la reducida delegación nacional que estuvo en los anteriores juegos olímpicos de Londres, a poco de haber terminado la Segunda Guerra Mundial.

Los ingleses la llamaron las "olimpíadas de la austeridad" y la prensa las denominó las "olimpíadas de los pobres".

Mal que mal -recuerda- desde Richmond Park, donde se alojaban los atletas, los trasladaban a las canchas de competencia en vehículos militares y la alimentación era a través de cupones.

"Londres -cuenta- aún mostraba señales de lo que fueron los bombardeos sobre la ciudad".

Labarthé se formó como deportista en el Instituto Nacional y luego continuó en la Universidad de Chile como estudiante de Derecho. Su entrenador fue el alemán Walter Fritsch que a él y otros atletas los trataba de "chuzos" para inculcarles la disciplina en los entrenamientos.

El récord chileno en los 100 metros lo logró en un Sudamericano en Santiago, superando al "monstruo" de la época, el brasileño José Bento de Asís.

"En esos tiempos -rememora- corríamos en pistas de cenizas y con zapatos de clavos de tres centímetros de largo. Tras las carreras la pista había que aplanarla como en la hípica. No imaginábamos a lo que se llegaría en el futuro con el rekortán y las nuevas zapatillas".

La marca le permitió estar en Londres '48 donde no logró clasificar para la final -registró 11 segundos-. "Para cualquier atleta los Juegos Olímpicos son la culminación de una vida deportiva así como de inolvidable fue el desfile en Wembley".

Hasta hoy Alberto Labarthé conserva la numeración 23 con que le correspondió correr. También la insignia de Chile que llevó en su pecho, en la prueba que ganó el norteamericano Harrison Delard, quien cronometró 10,3 segundos.

Desde entonces, los tiempos han cambiado lo suficiente como para que a los Juegos Olímpicos de Londres 48 fueran 25 países. Ahora para el desfile inaugural del próximo 27 de julio en Londres 2012, serán 204 las naciones representadas.