La mejor tenimesista chilena de todos los tiempos está clasificada a sus cuartos Juegos Olímpicos, logro que sólo Gert Weil y Erika Olivera pueden contar, reforzando su puesto como una de las más grandes deportistas de nuestra historia.
Cuando Berta Rodríguez clasificó a Atenas 2004, sus terceros Juegos Olímpicos, ya había méritos de sobra para considerarla como la mejor tenimesista chilena de la historia.
Pero cuando se pensaba que sus días de gloria habían pasado, tras no matricularse a Beijing 2008, esta semana sorprendió a muchos al inscribir su nombre dentro de la nómina para Londres en el preolímpico de Río de Janeiro. Logro con el que Rodríguez se convierte en la tercera deportista nacional en vivir un JJ.OO. por cuarta vez, junto a Gert Weil y Erika Olivera.
El mayor mérito es que su logro no fue consecutivo, siendo capaz de reponerse de la decepción que le significó no asistir a la cita en China y, a los 40 años, consolidar su lugar como uno de los mejores deportistas que nuestro país jamás haya producido.
Dos décadas al más alto nivel
Cinco veces deportista panamericana y eternamente nominada al premio como la Mejor del Año, jamás ha recibido ese reconocimiento, tal vez porque su trayectoria ha sido consistentemente positiva, sin un gran momento mediático destacado, siendo un ejemplo de constancia a lo largo de más de dos décadas de carrera.
Como lo reconocen en la Federación de Tenis de Mesa, Rodríguez ha sido y sigue siendo el ejemplo consumado de profesionalismo, siempre tratando de superarse.
Para Londres, esa opción de mejorar se resume en un simple dato: ganar su primer partido olímpico.
Suena escaso, pero en un deporte dominado por las jugadoras asiáticas (que representan tanto a su país de origen como a alguna nación extranjera que las nacionalizó, como ha sido cada vez más común en los últimos años), avanzar al menos una ronda es una tarea en extremo difícil, y que muchas veces depende sólo de un sorteo favorable.
Con esa misión en mente, Rodríguez ya tira líneas respecto a su plan de trabajo, intentando compensarlo con sus obligaciones en el área del armado de muebles de la sucursal de Cerrillos de Homecenter Sodimac, donde trabaja desde el 2000.
Volviendo recién hoy desde Brasil, en la tienda siempre le han dado facilidades y "permisos especiales", conscientes del orgullo que es tener a una deportista olímpica en sus filas.
Como a Londres llegará con 41 años cumplidos, la posibilidad del retiro es cierta, dándose la opción de cerrar su gloriosa carrera al más alto nivel. De hecho, ese era el objetivo por el que trabajó afanosamente durante los últimos años y que definió como "el último sueño que tenía en mi carrera deportiva". Sin embargo, la opción de representar a Chile en los próximos Juegos Sudamericanos del 2014 aún no está del todo descartada, algo que de seguro si se lo propone lo cumplirá.
