Es catalogada como la "más cuica" de las hermanas Risopatrón Achondo. "Creí que el público me iba a odiar por interpretar a la María Jesús. Yo la odiaría, es una niñita insoportable. Pero, creo que el humor ha salvado al personaje", dice Montserrat Ballarín (28), la actriz que arrasa con el rating en "Pituca sin Lucas", de Mega.

"Me reconocen en la calle, incluso cuando voy en el auto, despeinada y con lentes oscuros. Es chistoso".

Montserrat anda con un vestido rojo, bototos y sin las extensiones peloláis de su personaje. Se toma un café y fuma harto. "Soy igual de neurótica que la Jesús", asegura riéndose.

Dice que lo que más la incomoda de su nuevo estatus de famosa es que, de repente, su opinión es tema: "Me da nervios no estar preparada. Me complica opinar sobre otros, temo herirlos. Me intimida que me pillen desprevenida". Y la exposición. "El otro día me nominaron como la peor vestida en un programa. Nunca pensé que mi ropa iba a importar, hay que tomárselo con andina no más".

-¿Cuál es el análisis que haces de lo que representa tu personaje?

-En Chile somos súper clasistas y arribistas, pero nos hacemos los lesos. La gente dice "Yo soy piola, sencilla", pero fíjate en los actos cotidianos. Cuando leo los guiones de la Gaby Hernández (Lita Achondo, su abuela) digo ¡Guau, es terrible! Pero es real. Hay gente que dice: «Oh, ese niño se ve como guagua de micro». Te ríes, claro, pero con culpa. El tema del clasismo es muy tabú, cuesta ponerlo en la palestra para una discusión real. La única forma de hacerlo es a través del humor.

-¿Por qué Jesús es así?

-Por miedo. Detrás del clasismo, la ignorancia y la segregación hay un pánico tremendo a ver al otro, a otorgarle poder. Pasa con la educación: La igualdad le provoca terror a muchos.

-¿Te has puesto a reflexionar?

-Vengo reflexionando desde mucho antes de la teleserie. Cuando vienes de regiones y te enfrentas a Santiago ves la diferencia y la segregación. Esta ciudad está construida para que nadie se mezcle.

-Pareces cuica, ¿lo eres?

-Claro. Me han dicho "qué vas a saber tú, si eres cuica". Yo sé que nací en cuna de oro, pero mis papás no. Mi papá se vino de España a los 16 años, solo, y supo lo que era pasarlo mal. Siempre estuve consciente de que muchas cosas que yo tenía eran lujos. No era normal. Yo iba a un colegio cuico en Punta Arenas, pero tenía amigos de todos lados, no vivía en una burbuja. Estudié en la UC, que no es la universidad más plural del mundo, pero agradezco haber estado en el Campus Oriente, donde hay más diversidad. Pude haber vivido como cuica toda la vida, pero sé que mis padres se sacaron la cresta. Yo sólo he sido afortunada y por eso debo ser doblemente responsable.

"La escala" post Pituca

Montserrat dice que prefiere Instagram -tiene casi 30 mil seguidores- y tuvo que ingresar a Twitter (@montse_ballarin) por clamor popular. "Me pedían comentarios. «Tus fans queremos saber». Dije, ¿Tengo fans? Es raro, porque sigo siendo la misma piruja de siempre".

Se pregunta: "¿Cómo es posible que un personaje como la Jesús Risopatrón sea querido?"

Ella -nacida en Santiago, pero criada en Punta Arenas- llegó a la capital a los 18. Apenas egresó de la Escuela de Teatro, se involucró en un proyecto con el director Francisco Albornoz, "La escala humana". Ahí conoció a Paola Volpato, la protagonista de la teleserie, quien le pidió el currículum para llevarla a la televisión.

"La escala Humana" se reestrena hoy con una pequeña temporada -hasta el 1 de febrero- en Mori Bellavista. Con ambas actrices en escena post-fenómeno "Pituca".