Cultura/Espectáculos
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Bajan los decibeles: El difícil panorama de los conciertos 2015

2014 registró un descenso en la cantidad de eventos en vivo y de tickets vendidos. Para este año, el escenario no es más auspicioso, según el diagnóstico de productores.

por:  Alejandra Valdivieso P.
viernes, 09 de enero de 2015
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Un 2014 en bajo volumen, y un 2015 aún más.

Así se vislumbra el panorama de los shows en Chile, según importantes productores del área consultados por La Segunda.

En 2014 hubo una baja en las ventas de tickets, de entre 15% y 20% comparadas con mismo período 2013, según la Asociación Gremial de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura (Agepec).

Durante el año que recién terminó, en tanto, la cantidad de eventos en vivo volvió a caer: 291 en 2012; 257 en 2013 y 233 para 2014.

Así indica Jorge Ramírez, director ejecutivo de Multimúsica y gerente general de la Agepec, quien cree que la tendencia continuará este año.

"Los grandes nombres se programarán, como ya lo hizo Kiss", dice del show del 14 de abril, que llega al Movistar Arena. "Volverán las estrellas latinas (Chayanne) que tienen nuevo disco y, seguramente, algunos nombres consagrados de la música anglosajona... Pero los megaeventos, los estadios, están en extinción en cuanto a su cantidad y frecuencia", explica Ramírez. Romeo Santos parece una excepción, como el único que tiene fecha en el Estadio Nacional, el 27 de febrero, un concierto organizado por Fenix.

"2014 fue un año difícil y las perspectivas no mejoran para 2015", sentencia Christian Fernández, director general de Fenix Entertainment Group.

"Hoy la gente tiene inserto en su ADN ir a conciertos. Pero a la hora de existir una desaceleración, escogerá el concierto o show. Ya no irá por ir. Irá sólo a lo que de verdad tiene ganas", señala Carlos Geniso, argentino, fundador y presidente de DG Medios, empresa que presenta Violetta Live el 3 y 4 de julio en el Movistar Arena; y el show de Ed Sheeran, el 23 de abril en la Pista Atlética del Estadio Nacional.

En el último tiempo, por otro lado, algunos diagnostican sobreoferta y desgaste en la fórmula del festival, tras un año marcado por una alta convocatoria de Lollapalooza, Creamfields y Ultra, a la baja concurrencia que tuvieron Santiago World Music Fest y la cancelación de Scream Fest.

"La cantidad de cancelaciones o de cambios de recinto no las veíamos en esta intensidad hace años", dice Ramírez del fenómeno que este año afectó también a Foo Fighters, que pasó del Estadio Nacional a la Pista Atlética del mismo recinto. Es la banda que abre fuegos este año, el jueves 15.

Fernández apunta a los efectos colaterales de este escenario: "Con tanta sobreoferta, termina pasando que el productor se ve en la situación de perder lo menos posible. Entonces restringen la producción y baja la calidad del servicio que ofrecen. Lamentablemente los espectadores distinguen muy poco entre productores. Van por los artistas".

Ramírez añade que es "prudente la mesura" en la programación y selección en los contenidos. "Tal vez lo más importante es saber decir que no a los costos excesivos de cualquier índole, incluyendo el artístico. Tal vez serán menos los eventos, más acuciosamente elegidos. O el espacio quedará para empresas trasnacionales que manden los artistas pagados en origen, lo que abre una peligrosa opción a lo que podría llegar a ser un monopolio por la vía tributaria. Es decir, en esta hipótesis los productores chilenos no estarán en condiciones de competir", señala Ramírez.

Este año, además, se espera que los meses de junio y julio sean de prácticamente nula actividad, por la Copa América, del que Chile es país anfitrión. Una situación similar se presentó en 2014, con el Mundial de Fútbol, que en junio generó que la mayoría de los artistas anglo detuvieran sus giras por 2 meses.

¿Quién paga aumento del US$?

En este panorama poco auspicioso inciden otras condiciones adversas que enfrenta la industria.

"Los costos de producción para la realización de eventos se han incrementado de manera notable en los últimos años, desde la renta de recintos hasta los gastos de producción y del marketing", dice Ramírez, quien enmarca esto en "un país que crecía al 7% el 2010 y ahora se habla de 2%".

"La industria del entretenimiento sufre -al igual que otras- un marco o panorama evidente de menores recursos del público... No está ajena a los vaivenes económicos, contracciones o desaceleraciones. Y se gasta por ende hoy menos en esparcimiento, que es algo indudablemente suntuario".

A este escenario se suma el alza del dólar que, prevén, tendrá efectos en la industria, en los precios de los tickets y la visita de artistas internacionales.

"Estamos hablando de alzas que van de 20 a 25% o más en dos años. De $ 478 a $ 610. Eso es traumático para los eventos cuando parte medular del costo, honorario, carga, pasajes, etc. es en esa divisa. Habrá que buscar mejores auspicios en un mercado poco generoso en términos comparativos con la región, o tratar de lograr negociaciones de fijos y variables en todos los ámbitos", señala Ramírez.

"Obviamente golpea. Nos vemos obligados a reducir al mínimo el margen de error", dice Fernández, quien asegura que, en todo caso, ellos han optado por asumir ese costo.

"Por el contexto económico que hay en el país no podemos trasladar ese aumento al ticket, porque viene bastante golpeado... Son estrategias que uno toma como empresa, de achicar un poco su margen de ganancia. Directamente trasladarlo e intentar mantener el margen de ganancia conlleva el riesgo de que baje la demanda".

A lo mismo apunta Geniso, quien indica que "tratamos de que tenga el menor impacto posible en los tickets".

Cambios en SII: "Gran golpe"

A la desaceleración económica y el aumento del dólar, se suman cuestionamientos al Servicio de Impuestos Internos.

"El SII está queriendo hacer un reajuste respecto del cobro de la renta sobre los artistas. Si amplía el tributo para que no sea solamente sobre los honorarios, sino también los gastos internacionales colindantes, como los pasajes, viáticos, piden impuesto sobre eso, y termina de cuadrarse una ley de ese tipo, nos darán un gran golpe. Eso sí es complicado, más que el aumento del dólar... En un momento en que el bolsillo está tan complejo, ahorcarlo más no lo entiendo ni lo comparto, pero políticamente hay un interés en este tipo de iniciativas que esperamos que no prosperen", añade Fernández.

"Los legisladores insisten en ponerles aún más trabas a los emprendimientos: impuestos difusos, contingencias tributarias por intentar gravar gastos, indicaciones para limitar preventas y por ende ahuyentar los auspicios, teloneros nacionales que no paga nadie; imposición de muchas cosas... Hay un cambio de ánimo no sólo en el consumidor, sino que también en el empresario que debe arriesgar... Hoy emprender es un acertijo para el productor", insiste Ramírez, quien pide "reglas claras para esta actividad".

Escasos recintos

La falta de recintos es otro conflicto que enfrentan los productores.

"Todas las iniciativas para emprender con nuevos inmuebles se encuentran entrampadas frente a la porfiada realidad de la falta de superficies; las trabas de todo tipo por los posibles impactos viales o de convivencias en un municipio tal o cual; los elevados costos de construcción, la falta de claridad sobre el costo del negocio. Y sumemos que de todo lo que se construyó para los Odesur, pese a prevenir el desenlace, no quedó nada ni mínimamente apto para evento musical alguno. Y recintos que hoy tenemos como Movistar Arena o Caupolicán también le dirán que están inquietos porque lo suyo son las rentas, que obviamente caerán", sostiene Ramírez.

"Hay que saber triangular las giras con el resto de la región y entender que existen períodos para indoor u outdoor ", acota Geniso.

Pese a los desafíos, la expectativa es común. "Lo importante es que el entretenimiento que damos llegue al público", dice Fernández. 

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