El noruego -que lideró Kings of Convenience y Whitest Boy Alive- toca esta semana en Chile.
Erlend Øye camina por la Costanera Norte, sostiene una botella de agua sin gas y, en su voz baja, amable y pausada, explica que adelantó su llegada a Chile porque quería pasear, ver amigos y comer. "Me encanta el pebre. Cada vez que vengo como mucho. Delicioso", cuenta.
Øye, artista noruego de 36 años, conocido por bandas como Kings of Convenience y The Whitest Boy Alive (disuelta este año), dice que tiene una conexión con este pedazo de territorio. "Es difícil de explicar, pero cuando estoy aquí me siento entre amigos. Si voy a Bogotá me siento bien, pero no tengo amigos. Si voy a Argentina, es fantástico, pero tampoco tengo amigos. ¿Entiendes?".
El primer disco en español que escuchó fue el "Esquemas juveniles", de Javiera Mena. También dice que conoce a Dënver, Astro, Vicente Sanfuentes y "por supuesto", agrega, Matías Aguayo.
Erlend -que visitó el país en 2007 y 2009 - regresa para presentarse este sábado, en el Movistar Primavera Fauna (Puntoticket), en las Piscinas Espacio Broadway. Junto a su banda The Rainbows, con quienes toca también mañana, en un concierto privado de Radio Duna.
El músico lanzó "Unrest" en 2003, álbum electrónico que marcó su debut como solista. Ahora tiene bajo el brazo "Legao", su segundo disco, que grabó en Islandia y con el que explora sonidos más acústicos con reggae y bossa nova.
"Cuando subo al escenario trato de ver qué público es el que tengo. No hago los mismos conciertos. Hay muchos artistas que viajan por el mundo con el mismo espectáculo. Eso es lo que yo no quiero".
Con "Legao" se distancia de la electrónica. "Quiero dedicarme a la guitarra acústica y me gusta que ese cambio genere cierta expectación. El tema, también, pasa por mi sistema auditivo que está cada vez peor y la electrónica involucra tocar muy fuerte. Me encanta hacer que la gente baile, pero debo hacer el cambio. Primero paré de ser Dj, en 2006, y Whitest Boy Alive también era demasiado.
-¿Estás satisfecho con el giro?
-Aún estoy tratando de ver mi grado de compromiso y, claro, no estoy en paz. Pero la música es sobre las emociones y ser tus emociones. Eso me basta.
-¿Qué te parece el estado actual de la música electrónica?
-Es un poco molesto cuando pienso en ella. Los músicos electrónicos de hoy son flojos y malos. Además, ya no es divertido verla en vivo, no se crea nada en el escenario, es sólo una presentación. La audiencia tampoco es buena, siempre están esperando golpes de azúcar sin tratar de ver cuál es el camino que les ofrece la música. Ya no es lo mismo que en 2001, año en que me inicié. Ahora me aburre.
-Sobre el look , ¿te esmeras en elegir tu vestuario?
-Siempre trato de verme bien, pero si me comparas con un animal, yo sería una jirafa. Si una jirafa trata de verse cool siempre está la posibilidad de que se vea ridícula. Aunque me gusta que la gente piense que soy chistoso.
- Tú vives en Italia y viajas la mayor parte del tiempo. ¿Queda alguna conexión con Noruega?
-En mi país no les importa mucho lo que hago. El primer disco de Kings of Convenience nos volvió muy famosos y si quisiéramos mantener la fama, tendríamos que dar entrevistas como locos. Además, no me importa mucho lo que pase musicalmente en Noruega. Hay un par de bandas como Young Dreams y Kakkmaddafakka, que me gustan mucho, pero el resto son cantantes con voces muy dramáticas con las que te dan ganas de llorar.