Este año ha sido de reencuentros para Aterciopelados, la banda colombiana a cargo de éxitos como "Bolero Falaz", "Florecita Roquera" y "Mujer Gala". Luego de tres años sin estar juntos en un escenario, Andrea Echeverri y Héctor Buitrago tocaron gran parte de su repertorio en la última edición del Festival Rock en el Parque de Colombia, uno de los más importantes de Latinoamérica.

Igualmente, anunciaron que en 2015 empezarán a trabajar en una nueva producción, más gira de regreso. La última fue "Río", en 2008. Este mes, además, lanzaron el libro "Con el corazón en la mano" -nombre de su primer disco-, registro que muestra detalles de su historia. "Tiene mucho color, es muy visual. Nos reencontramos con momentos que habíamos olvidado. Es volver a aceptarnos y querernos, sobre todo con esos looks , pelos de colores y dreadlocks ", cuenta Héctor, entre risas, desde Bogotá.

Ahora volverán a reunirse en el marco del Festival Frontera (Puntoticket), que se llevará a cabo el 15 de noviembre en el Club Hípico y que convocará a bandas como Calle 13, Ataque 77 y Bomba Estéreo.

Aterciopelados -proyecto que nació de Delia y Los Aminoácidos- lanzó en 1993 su primer álbum, llamando la atención por su mezcla de punk , salsa y bossa nova . De ahí destacan éxitos como "Sortilegio" y "La cuchilla".

Show nostálgico

Su segundo disco, "El Dorado", de 1995, fue considerado como uno de los mejores de la historia del rock colombiano y latino, catapultándolos al extranjero gracias a "Bolero falaz", tonada sobre una traición amorosa.

"Desde el principio, Aterciopelados fue todo lo que la música latina no era en ese momento: política, avasalladoramente femenina, cómica e irónica", dijo la revista Time que ubicó al dúo dentro de las 20 mejores bandas del mundo.

Después vinieron discos como "La Pipa de la Paz" (1996), "Caribe Atómico" (1998), "Gozo Poderoso" (2000), "Evolución" (2002) y "Oye" (2006). Entre medio, tanto Andrea como Héctor incursionaron en proyectos solistas.

Buitrago -quien se considera un fanático de la poesía mapuche- dice que el show de Aterciopelados en Chile anuncia "un repertorio con énfasis al pasado".

Un guía espiritual

-¿Qué me dices de lo que produce la química entre Andrea y tú?

-Tuvimos tres años de receso, cada uno movió sus proyectos y cuando nos juntamos nos dimos cuenta, realmente, de la alquimia que se forma. Tiene que ver con la unión de lo masculino y femenino. Somos dos personalidades, intereses e inquietudes que se fusionan. Andrea siente lo social, lo de género y yo estoy más especializado en lo ecológico y lo ancestral. A través de los años hemos formado algo. Nuestra alquimia es única y potente.

-¿Cómo son esas personalidades de las que hablas?

-Andrea es muy carismática, comunica mucho su voz, envuelve. Es una mujer arrolladora, fuerte. Yo he estado más en las sombras, pero soy un espíritu curioso (risas).

-¿Cómo se viene el disco que están preparando?

-Hace varios años que no componemos los dos, así que surgirán nuevas maneras de contar lo cotidiano. Hablaremos de los hijos, de los que nos mueve ahora, pero aún es un misterio.

-Ustedes fueron muy cercanos a Cerati, ¿cómo recibieron la noticia de su muerte?

-Le debemos mucho a Soda Stereo y Gustavo Cerati. Ellos, desde nuestros inicios, nos invitaron a participar de sus giras. Gustavo se enamoró de "Bolero Falaz". Eran muy cuidadosos con los músicos que invitaban y compartían. Nosotros éramos nuevos y ese empujón no tiene precio. Con el paso de los años, nos encontramos muchas veces con Cerati, que para mí era guía musical. Desde lo que le pasó en Venezuela, siempre guardé la esperanza de que algún día iba a despertar. Cuando murió fue una sacudida terrible. No ha habido otro músico de ese nivel y honestidad.