por:  DPA

viernes, 24 de octubre de 2014

Foto EFE

Nueva York.- Caramelos, chocolate, piruletas, brillos y confeti. El escenario y el mundo de Katy Perry es tan colorido como dulce. "¿Cómo puede ser que no haya un arcoiris de azúcar?", se lamentaba recientemente en un tuit la cantante estadounidense, que el sábado cumple 30 años.

"¿Qué voy a poner en mi pastel (de cumpleaños)?", preguntaba la artista, que cuenta ya con más de 80 millones de discos vendidos, ha recibido decenas de premios y acumula más fans en Twitter que ningún otro artista.

Con todo, Perry se resiste a crecer, pero cambiar de década no le preocupa: "Me han dicho que ahora los 30 es una versión mejorada de los 20 porque uno sabe lo que quiere", señaló.

Con éxitos como "Teenage Dream", "California Gurls" o "I Kissed a Girl", Perry conquistó millones de corazones de fans en todo el mundo y eran "fans de entre 8 y 80 (años)", como ella misma asegura.

La cantante siempre aparece con ropa muy colorida, cambia constantemente de color de pelo y se muestra vivaracha, ruidosa y algo alocada. Desde fuera, casi todo en su vida parace una divertida fiesta, sin embargo la hermana de la cantante cuenta en el documental "Part of Me" que la gente cree que tuvo éxito enseguida, "pero toda su vida ha trabajado muy duro".

Y durante mucho tiempo no fueron bien las cosas para la californiana nacida en 1984. Tras pasar por el coro del colegio y el de la iglesia, a los 13 años le regalaron una guitarra. Con 15 grabó un álbum de gospel y luego comenzó su "fase rebelde", tal como ella misma explica.

Influenciada por la música de la cantante Alanis Morissette decidió trasladarse sola a Los Angeles. "Me siento como una persona nueva. Siento que por primera vez vivo", dijo en un video que ella misma grabó entonces.

Perry firmó un contrato con una discográfica pero no cuajó y siguió luchando para salir adelante. "No tenía dinero y había empeñado mi coche dos veces, nada salía bien", recordaba después.

Pero cuando recibió un contrato con la actual discográfica, todo fue muy rápido. Ya en 2008 publicó su álbum "One of the Boys", que consiguió posicionarse entre los más vendidos y su segundo trabajo publicado en 2010, "Teenage Dream", fue número uno en muchos países.

Cuando Perry escuchó una canción suya por primera vez en la radio, en una habitación de hotel en Dallas (en el estado de Texas), comenzó a grabar con su cámara su alegría durante varios minutos. "Esta cosa estalló como todos lo habíamos imaginado", dijo su manager Bradford Cobb al recordar ese momento.

Y con el éxito llegó también el amor. "Es tierno", dijo Perry sobre el actor británico Russell Brand tras el primer encuentro con él. También entonces había cámaras de por medio. "Para nuestra primera cita fuimos a un restaurante muy coqueto de Nueva York y hablamos durante horas".

Fue amor a primera vista, aseguraron amigos y hermanos de la cantante. Brand y Perry se casaron en octubre de octubre de 2010, pero los muchos viajes de ambos les separaron. Perry estaba tres semanas de gira y volaba tres días para estar con Brand, sin importar en qué continente se encontrase él. Finamente el matrimonio fracasó y antes de un concierto en Sao Paulo, Brasil, la artista lloró amargamente. No obstante, poco antes de su salir al escenario, dibujó la sonrisa en su rostro. "Hice todo lo que pude, pero de todos modos fracasamos", contó.

Tampoco funcionó la relación que inició este año con el cantante John Mayer. Desde entonces ha buscado la ayuda de un terapeuta, según ella misma reconoció en la revista "Harper’s Bazaar". "A menudo he estado con personas que se sienten intimidadas conmigo. Dicen que no es así, pero luego sale (que se sienten así)", dijo.

Pese a todo tiene muy claro lo que busca en un hombre. "Sentido del humor, alguien que me haga reír, que sea sensible, que ame y entienda la música y sea muy inteligente", dijo.

Hasta la fecha, los padres de Perry no han visto ningún video de su hija. Hija de pastores, son férreos creyentes y música como la de Michael Jackson o del grupo "The Queen" estaba prohibida en su casa.

"Sencillamente no puedo ver a mi hija en MTV", señaló su madre en el documental "Part of Me". Con todo, señalaron que quieren a su hija no importa lo que cante, aunque sea sobre una chica que besa a otra.

Y, según la hermana de Perry, no les queda otra opción, pues la carrera de Perry no ha hecho más que empezar. "Ella no está dispuesta a poner freno y no creo que jamás lo haga", agregó.