Cuatro expertos analizan el panorama tras el triunfo de la producción vespertina de Mega.
Un escenario inédito remeció esta semana a la TV.
La debutante área dramática de Mega arrasó con su competencia vespertina desde el primer día, doblando en rating a TVN y triplicando a Canal 13 en el que es un horario clave para la inversión publicitaria y principal piso de audiencia del prime time de la pantalla local.
La situación se repitió el jueves, cuando "Pituca sin lucas" (Mega) venció con un promedio de 26 puntos sobre "Caleta de sol" (TVN), que obtuvo 5 puntos; "Valió la pena" (Canal 13), con 6, y CHV, con 9.
Pero más allá de los números, ¿cómo se reordena el actual panorama la TV local? ¿Qué escenario aguarda a TVN, Canal 13 y CHV ante el tren programático que sustenta Mega por estos días?
"Los últimos resultados cambian el escenario. Mega captura una franja, que va desde las 20:00 horas, hasta pasada la medianoche y esto va a generar un cambio en la concepción de la industria", dice lapidario Luis Breull , consultor de medios que trabajó más de una década en la TV.
No da espacio a excusas. "Siempre se tiende a plantear que la TV se gestiona por ciclos, pero mas allá de eso hoy hay una sorpresa porque este resultado es un mazazo a la industria. Si uno lo entiende como un impacto puntual, no está entendiendo el problema general, que es creativo y de desgaste del tipo de entretención que estos canales estaban ofreciendo en los realities , el tono de las teleseries y cómo crean sus contenidos". Explica, además, que TVN y Canal 13 están "pagando el precio de no haber tenido directores de programación más de la mitad del año".
De acuerdo con Juan Carlos Altamirano , ex ejecutivo de TVN, experto en televisión y columnista de La Segunda, todo augura un complejo panorama para los canales que no han logrado conectar con la audiencia y que, además, están inaugurando administraciones nuevas. "Recién en el año 2016, cuando cada cual instale su nueva programación, se podrá ver la capacidad de las nuevas administraciones. El tema no es mover programas de un lado a otro. Se trata de escoger y producir muy bien cada proyecto. Mientras tanto, el rating de cada cual continuará descendiendo, y recuperarlo será una tarea difícil. Todo hace ver que TVN y Canal 13 enfrentarán un periodo largo de incertidumbre. Lo que sí está claro es que la capacidad de recuperación de ambos dependerá del liderazgo que demuestren los nuevos directores de programación".
La presión por mejorar el rating, explica Breull, suele llevar a los equipos a deteriorar su capacidad creativa más que a desarrollarla. "La presión por la masividad lleva a códigos cada vez más simples y homogéneos, a imitar lo que al resto le está funcionando", acota. Una tendencia que, de paso, va a contrapelo de la corriente global hacia la segmentación de los contenidos, a través de su acceso en múltiples plataformas y formatos.
Por otro lado, el experto asegura que la situación podría derivar en otras consecuencias. "Cuando TVN entra en crisis de audiencia, generalmente termina en crisis política. Se exacerban dentro del directorio las tensiones permanentes sobre la necesidad o no de tener un canal de TV pública y además se empieza a poner atención en prensa, sobre si cumple su labor o no, si es independiente o está sesgada".
Incluso, señala, se pone en cuestionamiento la naturaleza misma del canal. "La TV pública debe ser masiva por definición y de acuerdo con su concepción, que está inserta en la ley. TVN está siendo el menos masivo de los 4 canales grandes. Eso en algún minuto va a hacer que colapse, se redefina la identidad de TVN y su vocación. O que se reajuste de tamaño o derechamente el Estado reforme la ley y entregue aportes directos a TVN, que es otra cosa que se está discutiendo".
En términos económicos, el escenario es poco auspicioso para todos, menos para Mega. "El problema está en cuáles son los costos para los canales al producir cada punto de rating. Es altísimo para Canal 13 o TVN. Mucho más que para CHV, que trabaja a costos de producción más bajos y tiene menos dotación de personal, al igual que Mega", acota Breull, quien estima que en Mega trabajan 600 personas, mientras en Canal 13 son 1.200 y en TVN, 1.300.
Por otro lado, pese a que hay un nuevo competidor en el área dramática, la torta publicitaria, que bordea los 550 millones de dólares, en el global del negocio de la TV, no aumenta y los horarios prime están en baja de sintonía e inversión.
Los últimos resultados son negativos para la industria local. En el primer semestre, la TV arrojó pérdidas por 8.839 millones de pesos, comparado con utilidades por $532 millones a junio de 2013. TVN reportó una ganancia de $1.307 millones y Mega de $555 millones. En tanto, CHV acusó pérdida de $4.753 millones y Canal 13 por casi $5.833 millones.
Valerio Fuenzalida , académico de la Universidad Católica, es cauto al señalar que "hay que aguardar los números a final de año, porque el último trimestre es el que tiene más inversión publicitaria y eso a menudo cambia los resultados".
Breull se atreve a anticipar: "Es muy probable que, si se prolonga el escenario actual todos lleguen a fin de año con pérdidas, salvo Mega. TVN recibió ganancias el primer semestre, pero todo eso se revierte ahora. Ha tenido pésimos resultados, debe estar entre los ratings más bajos de su historia como canal público".
Incluso va más allá. "Si la TV, a fin de año termina con pérdida sobre los 10 millones de dólares, hay que repensar el tamaño de la industria, los costos, estructura y el sentido de negocio. Hay que asumirlo con humildad y sinceridad".
El panorama es mejor para Mega, que además de vencer con su propuesta vespertina, también gana con la teleserie nocturna "Las mil y una noches" y el matinal "Mucho gusto", que esta semana cumplió seis meses liderando la sintonía, de acuerdo con información entregada por el canal.
Para Breull, el canal triunfa al "fijarse como un canal masivo entendiendo en ese contexto a las nuevas clases medidas en Chile. Ahí está su anclaje en general, desde la información hasta la entretención. No pretender ser un canal grandilocuente en términos de discurso, o apuntar a grupos relevantes".
Para Manuela Gumucio , directora del Observatorio de Medios, Fucatel, "Pituca sin lucas" dio en el clavo por la "sensibilidad perfecta" del timing de la historia, que llega en un momento en que la "desaceleración económica" es una expresión en boca de todos. "Aporta una manera de llevar el tema con algo de alegría, no en clave dramática. Lo interesante de la teleserie es que remueve el escenario, pero en el fondo tampoco tiene nada de novedoso. No es una teleserie completamente distinta. Pero la fórmula es exitosa y llega en un momento apropiado".
A su juicio, la partida de María Eugenia Rencoret para asumir como directora del área dramática de Mega dejó a TVN sin capacidad de reacción. "Para que surja una teleserie así, tienes que pensar seis meses antes. Los canales no pueden responder tan rápido".
Para Altamirano, "está claro que Mega ha logrado representar mucho mejor la psicología, la imaginación, los gustos e intereses del público actual. Por cierto, el círculo virtuoso del éxito irradiará el resto de su parrilla, especialmente al noticiero. Lo que está por verse, es la capacidad de Mega de aprovechar esta racha positiva con el objeto de crear una programación que no esté basada en éxitos circunstanciales, como es el caso de las novelas turcas. En este sentido, varias veces hemos presenciado cómo el rating de un canal se desploma una vez que ha finalizado una propuesta exitosa puntual".
