El próximo 22 de octubre abrirá el Festival Internacional de Innovación. "La gente (de Chile) sabe mucho de música y está bastante informada. Eso me vale su respeto", dice.
La voz de Mala Rodríguez a lo menos que suena es a maldad. Es suave, dulce y piensa cada palabra antes de dispararla con seguridad en su marcado acento flamenco. No tiene pelos en la lengua, una característica que también ha destacado en las letras de sus canciones en sus casi 20 años de carrera.
"Nunca me he arrepentido de decir algo, creo que es mucho más emocionante decirlas que guardárselas. Simplemente se trata de dejarte llevar y dejar que salgan los dichos y que tomen forma para compartirlos. La timidez viene cuando estás juzgándote, pero si no lo haces, no sientes ni timidez ni orgullo ni nada, simplemente lo contemplas y lo disfrutas", dice la cantante española.
Vuelve a nuestro país, tras un año de ausencia, a la segunda edición del Festival Internacional de Innovación Social (fiiS), que se llevará a cabo entre el 22 y 26 de octubre.
"Siempre me encanta volver a Chile, es un sitio en el que me siento muy a gusto y que disfruto mucho. En cada visita he aprendido algo y visto cosas nuevas. La gente es bastante crítica y hay mucho nivel en cuanto a lo que están haciendo en la música. Para mí es un reto, está creciendo tanto. Tengo que agradecer el cariño con el que me trata el público, porque entiendo que la gente sabe mucho de música y que está bastante informada. Eso me vale su respeto".
Se presentará en la primera jornada en el Teatro Caupolicán. Su show tendrá una puesta en escena clásica rapera. Sólo habrá un DJ y ella llenará el espacio del resto del escenario con su carisma. "Voy a hacer una especie de recorrido por los estados de ánimo con los que yo construyo las canciones. Me gusta basarme en la palabra", afirma.
También abrirán Tonolec y Anita Tijoux. "Me encanta que Ana haya hecho esto de tan chiquitita, inspirando a otros a seguir sus pasos. Me llamaba la atención, cuando oía hablar de ella, porque había vivido en distintos países. Me parece inspiradora", comenta.
Aprovecha de destacar a otros artistas locales. "Los chicos de Astro me gustan mucho. Hay muchas cosas interesantes, también Javiera Mena, creo que hace cosas guapas", sostiene.
Hay otra cantante que le fascina y no recuerda su nombre, pero da algunas pistas: "¡Dios, ahora no me acuerdo como se llama. Yo coincidí con ella en un festival en Panamá y la verdad es que me voló la cabeza, me gustó mucho todo el conjunto. Son un grupo en el que hay una violinista. Hay muchas cosas en Chile que la verdad están muy interesantes".
Luego de investigar con qué chilena pudo haberse topado en Centroamérica, se puede concluir que se refería a Kali Mutsa, la propuesta musical de la actriz chilena Celine Reymond.
Ha colaborado con alrededor de 40 artistas de los géneros más variados, entre ellos Alejandro Sanz, Nelly Furtado y Calle 13. "Cuando colaboro con alguien, no sólo me limito a hablar de un cantante, también es trabajar con personas que hacen otro tipo de proyectos, como puede ser moda o cine o cualquier disciplina".
Describe su última participación en un proyecto ajeno: "Hace unos días estaba trabajando con una colega que hace cine y hemos rodado un corto. Esas cosas me motivan mucho, porque me olvido de mis cosas y paso a ser parte de algo más grande, donde no puedo decir ni argumentar nada, sólo soy una pieza más del puzzle del otro y eso me encanta. Me gusta quitarme peso y hacer alguna cosita pequeña", asevera.
Por su lado, sigue haciendo canciones, esperando hacer un próximo álbum. "Cuando pienso que he de publicar un trabajo es porque considero que está completo. Durante el resto del tiempo simplemente compongo. Siempre estoy en eso, tengo canciones que incluso no se las mostraría a nadie, que son para mí".
-Después de tanto tiempo en la escena musical, ¿crees que pasaste de ser mala a ser buena?
-Quizás siempre fui buena, soy buena siendo mala. Para mí ser mala significa luchar por lo que yo creo. Por las causas en las que estoy comprometida, aquello en lo que creo. Mi lucha es seguir en este camino que he iniciado, por algo pongo todas mis horas en esto. Me he entregado. He vivido de mi música, de mi arte y no hay nada mejor que hacer esto con una completa convicción.
-¿Tienes algun símbolo de lucha?
-Me encanta el símbolo de mi corona, que simboliza mucho para mí. Me da mucha energía sentir que la tengo. Cada una tiene su corona y la mía me encanta. La empecé a usar como a los 16 o 17 años, era la idea de un tatuaje, se lo dije a un amigo que hace grafitis y, estando en su barrio, en su bloque, me hizo el dibujo.
