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León Gieco: "Le sigo pidiendo a Dios que se acaben las guerras"

El ícono del canto popular y el rock sudamericano vuelve para actuar, el 23 de octubre, en el Festival Internacional de Innovación Social.  

por:  La Segunda
miércoles, 08 de octubre de 2014
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Por Rodrigo Garrido T

Siempre se las arregla para mantener una suerte de doble vida musical que le permite alternar el folclore con el rock. Precisamente, por estos días, se la pasa en eso. Prepara un disco folclórico con un trío de guitarras y otro con el grupo punk Infierno 18, con quienes estrenará un álbum con versiones rockeras de sus canciones del 70.

"Tienen la edad de mis nietas estos chicos, pero me conmueve su energía y que valoren mi música", dice el amigo personal del Presidente José Mujica, de Uruguay, a quien ha visitado en las últimas semanas para apoyarlo de cara a las próximas elecciones del 26 de octubre. "Espero, por el bien del pueblo uruguayo, que gane Pepe. Es un lujo de gobernante para Latinoamérica", dice.

Gieco no para. Está con agenda copada entre eventos sociales y el homenaje que recibió de la Universidad Nacional de Quilmes. Además de shows como el que lo trae de regreso a Chile, el 23 de octubre en el Nescafé de las Artes, como parte del FiiS, el festival de innovación que se toma Santiago entre el 22 y el 26.

-Eres visita permanente en Chile.

-Me une un lazo fuerte. Compuse "Sólo le pido a Dios" en 1978 por el conflicto entre los gobiernos militares de Argentina y Chile, porque ese conflicto no era de los pueblos, sino que de gobiernos genocidas militares. Por suerte no hubo una confrontación bélica. Hubiese sido una herida muy difícil de borrar. Hice, además, una canción que se llama "Chilenos y argentinos, la misma historia el mismo destino" para combatir esa "argentinofobia" y esa "chilenofobia" que existe en ambos países.

Totalmente agradecido

-A esta altura de la vida, ¿qué le pides a Dios?

-Le sigo pidiendo que se acaben las guerras, que el Premio Nobel de la Paz no se lo den a un Presidente que manda a chicos a la guerra. Aunque yo, que los americanos, seguiría votando por Obama que es mucho mejor que Bush. Pediría que todo el mundo tuviera sus necesidades cubiertas, techo, comida, casa, un trabajo digno, y que la gente pueda mandar a sus hijos a un buen colegio público y vacacionar una o dos veces por año.

-¿Dónde está escondido el canto popular de hoy?

-Hay más compromiso en el canto under, los trovadores y cantautores que trabajan en lugares pequeños. Son los que reviven a los grandes autores y crean obras comprometidas.

-Pero todo termina cuando entran en la industria.

-Si entran por algo será. La canción comprometida puede ser hermosa y vendedora a la vez. La industria no calla las grandes voces ni los sentimientos. Por lo demás, las compañías internacionales están totalmente destruidas y se manejan con 5 compositores o cantantes que venden mucho y con lo más chicos ni se arriesgan. Hoy los discos no se venden y los autores están cobrando 5 veces menos de lo que deberían cobrar.

-¿Cuánto le debes a la música?

-Todo. Me dio mucho más de lo que soñé. Salí del campo a Buenos Aires pensando en grabar un disco y luego devolverme a trabajar al bar con mi papá o poner una frutería. Imagínate, he grabado 60 discos, viajé por todo el mundo. "Sólo le pido a Dios" es conocida mundialmente, traducida a muchos idiomas. He cantado con Mercedes Sosa, Serrat, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Bob Dylan, Bono, Bruce Springsteen, Sting, Peter Gabriel, etc. Yo me voy de este mundo el día de mañana totalmente agradecido.

 "Cerati le tenía miedo a Charly García"La foto histórica

Tras la muerte de Gustavo Cerati han ido apareciendo numerosos registros inéditos de la vida del líder de Soda Stereo. Uno de ellos es la foto que acompaña el recuadro y que, en voz de uno de sus protagonistas, esconde una particular historia de los 80. "Recuerdo perfectamente ese momento. Estábamos a la espera de ir al aire en un programa de TV en un estudio de TNT, la idea era debatir ciertas visiones del rock, Gustavo no quería ir porque le tenía miedo a Charly García. Decía: «Él se ríe de nuestros peinados y nuestra música». Yo le dije: «Vos estás loco. Charly es un fino. Nunca te va a tratar mal, debe estar esperando felicitarte por lo lindo que tocás». Con Fito convencimos a Gustavo para que fuera. Terminamos en casa de Charly compartiendo una noche de rock and roll. Gustavo era un crack, reivindicaba la música que nosotros ya no podíamos hacer y ese día se ganó el respeto de Charly, después de una larga conversación".

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