Habló con El País y El Mundo previo a sus conciertos en Barcelona y Madrid y adelantó su primera novela.
Después de su autobiografía, está a punto de publicar su primera novela. "Va avanzando a buen ritmo, pero sería petulante por mi parte hablar de algo que no está finalizado aún. Probablemente, se edite el año próximo y con suerte podré dejar de cantar para siempre, ¡lo cual haría feliz a mucha gente", aseguró a El Mundo.
El diario El País tituló: "Los toreros son alimañas: Se deberían matar entre ellos", porque ambas publicaciones enfatizaron su rol animalista.
Uno de los temas de su nuevo disco ("World Peace Is None of Your Business"), se llama "The Bullfighter dies" ("El Torero muere"). "Matar toros no es ningún deporte, es tortura", expresó.
"Tengo entendido que los que acuden quieren ver muerte. ¿Qué diferencia hay entre que muera el toro o el matador? Ambos son seres que quieren vivir y que sienten el dolor. El matador tiene al picador y otros ayudantes que le ayudan a atormentar al toro, que está solo y debería tener nuestra simpatía", agregó.
También lanzó dardos contra las cadenas de comida rápida: "La agricultura industrial y los criaderos de animales están acabando con el planeta. Cada vez que veo la M amarilla de McDonald's pienso en la muerte. Los gobiernos toleran todo lo que traiga dinero; se benefician de la inclinación de la raza humana por el suicidio. Me divierte que haya países donde se castiga el intento de suicidio mientras que los gobiernos invierten miles de millones en armas nucleares, que facilitan el suicidio colectivo".
Aunque reconoció usar zapatos de cuero, "porque los sintéticos son más incómodos", dijo en El País.
Y añadió en El Mundo: "Las carreras de caballos también son crueles: si un caballo no rinde bien en la carrera, al día siguiente le disparan y lo matan. ¿Por qué no al jinete? (...) La reina Isabel II es aficionada a las carreras. La princesa Ana come carne de caballo y defiende el exterminio de los tejones. Los príncipes Guillermo y Enrique disparan a todo lo que se mueve. La familia real británica está obsesionada con las armas y la muerte",
Como odia a la monarquía y otras figuras del jet set inglés, se fue a vivir a California, EE.UU. "No puedo aguantar a la familia real británica y me duele que una parte de mis impuestos termine en manos de esos parásitos embarazosos. Nada ofrecen al mundo y siempre están de vacaciones en lugares exóticos, matando animales, todo con dinero público. No representan a Inglaterra y son tan dictadores como la familia Assad en Siria".
Tampoco se salvó la realeza pop. "No soporto a David y Victoria Beckham. La trágica importancia que le dan los medios británicos a esta pareja es lo que nos ha convertido en una nación de zombis. No son nada, pero sus egos están anormalmente superdesarrollados. Victoria nunca hace nada, pero siempre está ocupada, absorta en su auto-adoración. Y su marido, bueno, es que no sabe ni hablar inglés y su negocio es repugnante. Tiene una línea de perfumes que han sido probados antes en animales", planteó en El Mundo.
